Zinedine Zidane lo tiene totalmente decidido y este verano abandonará la disciplina del Real Madrid. Pero se trata de un viaje de ida y vuelta. Porque su marcha tiene un propósito claro:dar el salto definitivo en su aprendizaje como técnico.
Y eso solo se consigue siendo primer entrenador de un equipo. Así podrá adquirir la experiencia necesaria antes de asumir el gran reto de su carrera que pasa por ser el entrenador y máximo responsable del Real Madrid.
El francés está llamado a ser el primer técnico blanco en el futuro. Por eso su marcha no será nada traumática. Todo lo contrario. Está totalmente pactada y acordada con el presidente, Florentino Pérez, el gran valedor del francés todo este tiempo.
Es una idea que llevan tiempo manejando y ambas partes son conscientes de que esta nueva aventura es clave en el proceso de formación como entrenador de Zidane. Sin duda, uno de los mayores sueños del presidente madridista es poder ver a su mejor fichaje, al jugador por el que siempre ha sentido una predilección especial, sentado en el banquillo del Bernabéu como entrenador del Madrid. Sería la culminación de una relación especial entre ambos desde que llegó procedente de la Juventus en julio de 2001.