Revista Gente
El nombre del quincuagésimo séptimo Zinemaldi debería ser Ian McKellen. Siendo benevolentes, podríamos aceptar Quentin Tarantino como animal acuático.
Pero qué va. Las dos palabras más repetidas estos días son BRAD y PITT.
A mi nunca me ha apasionado físicamente, aunque sí le admiro como actor. Creo que ha sabido evolucionar y metamorfosearse cual pokemon en sus papeles en los últimos años (con excepciones, recomiendo ver la versión doblada al castellano de ¿Conoces a Joe Black?, cuando habla con acento cubano.... el club de la comedia a su lado no tiene nada que hacer).
Hablando en serio, Pitt ha ido in crescendo desde aquella patética incursión como boy toy en Thelma & Louise. Entrevista con el vampiro, Seven, El Club de la lucha, Snatch- Cerdos y Diamantes, Babel o la interpretación de Oscar en Quemar después de leer.
Tarantino & Pitt. La unión puede ser magnífica. He escuchado verdaderas declaraciones de amor hacia este film por aquellos que ya lo han visto. Inglorious Basterds se presenta en el Festival de cine de San Sebastián este viernes y yo aún no sé si tendré entradas. El desasosiego me tiene en un ay...
Ian, lo siento, me encantas, pero parece ser que has pasado sin pena ni gloria por el cartel. Meryl Streep tuvo más aceptación el año pasado. Quizás tus arrugas no son tan atractivas como los gorros arapientos de Brad... La vida es así.