Ilustración de Borja Carcayú.
Un zipizape es una pelea en la que hay bastante jaleo, exactamente (y según la RAE) es una “Riña ruidosa o con golpes”, pero en el colectivo popular de nuestro país hace mucho que si pasó a ser el nombre de dos hermanos muy traviesos y con un gran corazón.
Josep Escobar fue uno de los grandes historietistas de nuestro país, un hombre muy culto que además demostró valentía al crear la publicación independiente “Tío Vivo”, aunque esa aventura no saliera bien (como muestra Paco Roca en “El invierno del dibujante”, desde el respeto y con mucho corazón). Creador de inmortales personajes como Carpanta, Petra, Doña Tula y por supuesto los incombustibles Zipi y Zape.
Esta pareja de hermanos, que mucho deben a The Katzenjammer Kids (y a Max y Moritz, quizá en mayor medida), llegaron al mundo en 1948 y durante décadas fueron los niños malos de España, aunque decir que eran de la piel de Barrabás no sería del todo cierto ya que tras sus gamberradas latía un alma noble y pura. Además de muy aventurera, como se pudo comprobar en la fascinante “El tonel del tiempo”, un título totalmente referencial a la serie televisiva “El túnel del tiempo”.
Estos niños fueron cambiando y evolucionando, como pasa con todos los personajes de historietas, al igual que sus secundarios y compañeros, desde su padre Pantuflo Zapatilla (aunque no sería este su nombre original) hasta su madre Jaimita, y otros tantos con los que comparten viñetas. El éxito del que disfrutaron, a tal punto que hoy en día siguen siendo queridos, hizo que en 1981 llegaran al cine con los rostros de los hermanos Valtuille en una producción que es un total despropósito (y de la que ya se habló en su día).
Ahora, varias décadas más tarde, esta situación se vuelve a repetir y los traviesos gemelos estarán en la gran pantalla con “Zipi y Zape y el club de la canica”, que todavía no se ha estrenado y ya tiene a su grupo de detractores detrás. A esto se suma el de bastantes sorprendidos, ya que no se ha promocionado demasiado de forma general, sumando a esto que en el cartel se oculta de forma totalmente premeditada el rostro de los dos muchachos, lo que no es precisamente una buena señal.
Si se tiene la oportunidad de ver el trailer puede que uno se extrañe más, ya que más que una película de acción real de los gemelos parece que sea un intento de hacer un Harry Potter en nuestro país, temor que solo se ve totalmente confirmado al término de las imágenes y el estilo de las mismas.
Cierto es que hoy se ha cogido la costumbre de dar cambios y giros a historias de marcado carácter infantil, como ya ha pasado con Caperucita o Hansel y Gretel, algo que en ocasiones puede funcionar más o menos bien o dar lugar a filmes con un marcado carácter de entretenimiento, aunque en otro buen número el experimento no sale bien y no logra más que la opinión unánime de público y crítica diciendo que es un producto realmente malo.
Intentar hacer que Zipi y Zape sean un par de jóvenes inquietos que resuelven misterios, no en la forma en que hacían esto es sus viñetas originales, es un tiro que bien se puede ir por la culata y romper totalmente la posibilidad de futuras incursiones cinematográficas. El respeto por la esencia de una personaje, algo muy complicado de definir pero muy sencillo de decir qué no es, debería ser siempre primordial en cualquier tipo de adaptación, pero en este caso parece que los gemelos son totalmente intercambiables por otros dos niños cualesquiera y que solo se usa el nombre en un puro intento de vender algo que muy posiblemente no sea cierto.
Con todo la esperanza bien está presente, quizá sea toda una sorpresa pero de momento bien podía ser “Zipi y Zape y el club de la canica” o “Zipi y Zape, cazadores de brujas”, es el riesgo que se corre al crear personajes de rápido consumo y más rápido todavía olvido.
Bienvenidos al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Doc Pastor
Periodista/Fotógrafo. Cine, cómic y lo que toque. Fundador de Ruta 42 / La Encuadre. Coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki. Mis opiniones son mías. Valladolid - Madrid - Narnia ·
Blog - Facebook - Más publicaciones