Zona de confort: La verdad

Ultimamente, cada vez que oigo o leo zona de confort, inconsciente y directamente siento un profundo rechazo. ¿Qué es lo que me pasa?

Como todo lo que se pone de moda, el coaching ha llegado (o está llegando) al punto de inflexión. Son muchas las personas que han descubierto esta potente herramienta de trabajo y la están explotando para su beneficio económico. No las critico, hay que pagar la hipoteca, pero no puedo dejar de experimentar una sensación de desencanto al comprobar cómo algo que en principio brinda apoyo y ayuda a otra persona, se ha convertido en puro y duro mercadeo. Yo también tengo que pagar facturas, pero quiero dormir bien por la noche.

¿Qué ocurre con la zona de confort? Llevo un tiempo planteándomelo seriamente. Se ha rozado la obsesión con este término que está muy bien conocer, entender y aplicar a nuestra vida cotidiana, pero no dejemos de olvidar que siempre tendremos elección y podremos elegir si es o no el momento ideal para dar un paso adelante y conseguir lo que el miedo nos impide hacer.

Me muestro reticente a los vendedores de humo y soy muy cautelosa cuando trabajo con alguien. No nos olvidemos que existen múltiples factores ajenos a nosotros que no podemos controlar y que se interrelacionan con nuestros objetivos y pueden llegar a facilitar, retrasar o impedir lo que queremos.

¿Qué tienes que hacer para conseguirlo?

¿Qué has probado para conseguirlo?

¿Qué te falta por probar para conseguirlo?

Estas son algunas de las muchas preguntas que recibirás de un coach. Te sentirás entre la espada y la pared porque dejarán de haber excusas y empezarás a ver razones. Estarás en una posición de incomodidad porque te darás cuenta que muchas de las limitaciones vienen de ti.

¿Qué vas a hacer hoy que no hayas hecho hasta ahora?