Comenzamos las escapadas veraniegas con un viaje que llevábamos muchos meses planificando y que hemos disfrutado a tope: los Alpes franceses.
Basamos nuestro centro de operaciones en un precioso chalet alquilado en una zona de Chamonix llamada Le Bois situada a unos 4 Km. del centro urbano. Lo localizamos a través de Homelidays -plataforma con la que habíamos tenido muy buena experiencia en un viaje previo a París- y la elección fue todo un acierto: grande y espacioso, confortable, con todo tipo de servicios y entretenimientos para niños y adultos (sala de cine, futbolín, mesa de ping pong, jacuzzi, sauna...). ¡Un diez!
Vista de Aiguille du Dru desde la terraza de nuestra casa al atardecer
Uno de los lugares que más nos apetecía visitar era Annecy, apodada "La Venecia de los Alpes". Merece sin duda el sobrenombre; ubicada en la orilla de un enorme lago desde el que se divisan las altas montañas alpinas y muchas otras localidades ribereñas, está surcada por pequeños canales y recorrida por callejuelas pavimentadas en piedra.
Sus edificios conservan el sabor medieval de la villa y se pueden visitar iglesias, puentes y hasta un castillo cargados de historia. Una cena temprana en uno de sus muchos restaurantes con terracita degustando la cocina típica de Saboya es un auténtico lujo (del que no nos hemos privado).
También merece la pena desplazarse al circo glaciar de Fer à cheval, un enclave natural con más de 250 kilómetros de rutas a pie para todos los públicos a través de bosques de píceas, abetos y hayas. Emociona ver las espectaculares cascadas que se descuelgan de las paredes del circo, una de ellas con más de 80 metros de caída.
Para el resto de los días, nos hicimos con un abono llamado Multipass, con el que puedes hacer uso ilimitado durante los días elegidos de todos los teleféricos y trenes de cremallera que recorren las cumbres y estaciones de esquí del valle de Chamonix. Las opciones son muchas y además puedes combinar varios de ellos en el mismo día con rutas a pie que los interconectan.
El precio de este forfait es elevado, pero la recompensa inmensa: vistas panorámicas, glaciares, seracs, excursiones a pie aptas para recorrer en familia y acceso a cumbres a las que solo podríamos llegar a pie si fuéramos montañeros muy experimentados. Nos pareció una gran inversión.
Acabamos de llegar y... ¡ya estamos deseando recorrer nuestro próximo destino!