Una ley no escrita del cine dice que siempre hay que ir a investigar con la menor ropa posible.
Hermosa, tienes esto como una pocilga
En Sudafrica han asesinado a una joven blanca, hija de un famoso ex jugador de rugby del país. Cuando la policía empieza a investigar descubrirá que hay un complejo entramado mafioso con una misteriosa droga.Este solvente thriller policiaco francés dibuja un trasfondo de la época del aparheit -por si alguien no lo sabe, era el régimen gobernante de los blancos en Sudafrica durante décadas que encarceló a Mandela y que trataba a los negros poco menos que como objetos o animales sin derecho a nada- con un acertado retrato de la sociedad del país ya sea con los niños pobres, los ricos blancos o un policía en cuya infancia los policías atacaron con perros por el delito de ser negro.
Forest tan serio como siempre
Funciona bien como cine policiaco con una intriga sólida que se va desarrollando de una forma acertada mezclando el tema racismo latente en el país con el desarrollo de una droga fuera de control.Todo está acompañado por un par de buenas interpretaciones tanto de de Forest Whitaker, tan solvente como siempre, y de un Orlando Bloom alejado de los papeles de "niño bien" a los que nos tiene acostumbrado. Ese toque de dejadez y de vividor le viene bien.
Se agradece que este tipo de cine salga de Estados Unidos y los paisajes que vemos no sean Los Angeles, Nueva York, Washington o Chicago.
A mi me ha gustado y me ha dejado un buen sabor de boca.