Revista Cultura y Ocio
100 años, un centario, un siglo. Hay muchas formas de contar el tiempo transcurrido por la gesta heroica de Otto von der Linde, héroe alemán de la Primera Guerra Mundial, y héroe al que he admirado casi con devoción religiosa desde hace ya 5 largos años.
Como divulgador militar especializado en la vida de héroes de la Primera y Segunda Mundial he escrito y me he acercado a la vida de muchos de soldados, pero el que más me impactó y me emocionó fue Otto von der Linde. Hoy, 24 de agosto de 2014 se cumplen 100 años de su gesta héroica... y es motivo de celebración en este blog de héroes de guerra.
Acompañanos en el recorrido vital de este impresionante oficial, con datos proporcionados por su hijo y nieto y familiares, en exclusiva, aquí en vuestro blog favorito, en Héroes de Guerra... pero antes os quisiera recordar que ya podéis seguirme en Twitter, soy @DelhRoh o a través de Facebook en mi página oficial de "seguidores". Podéis acceder a mis respectivos sitios pinchando aquí:
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- Otto von der Linde después de recibir la Pour le Mérite -
Von Der Linde, Otto, nació el 13 de enero de 1892 en Regenwalde, en la región alemana de la Pomerania (actual Polonia). Su nacimiento marcaría un antes y un después en la historia de la famosa Pour le Mérite pues sería el primer oficial de baja graduación en recibir la medalla más importante del Imperio Alemán. Desafortunadamente su biografía y su interesantísima gesta heroica han caído en el más absoluto de los olvidos.
Una vez más, tras una profunda labor de investigación, hemos conseguido plasmar en papel la que es la biografía más completa de este héroe jamás escrita en todo el mundo, tal y como pasó con otros héroes abandonados por su nación y posteriormente rescatados del olvido por los autores de esta obra.
Nació en el seno de una importante familia acomodada, pues su padre, Rudolf von der Linde, era juez, además de miembro de la nobleza prusiana. Tras una feliz infancia y ser un excelente estudiante, comenzó a estudiar derecho en la Universidad para seguir los pasos de su padre, aunque muy pronto abandonó los estudios y se presentó voluntario en el ejército.
Tras alistarse y dada su formación universitaria, realizó un curso de adiestramiento para convertirse en Oficial del ejército imperial en 1913. Tras terminar su formación en la Escuela de Guerra de Dresde, se unió al 5º Regimiento de Guardias a Pie el 18 de agosto de 1913. Su unidad (la Garde-Regiment zu Fuß en alemán) fue enviada al Frente Occidental nada más empezar la Gran Guerra, por lo que las primeras acciones bélicas del joven Otto ocurrirían en Bélgica y Francia.
- Rara postal de época en la que aparece Otto von der Linde -- Colección particular de José A. Márquez -
Su unidad avanzó con el resto de ejércitos alemanes hacia Bélgica con una idea clara, atravesar el país para llegar a tierras galas en el menor tiempo posible. Los belgas lo sabían y estaban preparados para ello. Los flamencos había construido una larga fila de fortalezas desde finales del Siglo XIX para defender el norte y el centro de su país, mediante una gran cantidad de estas gigantescas estructuras, atiborradas de hombres, comida y municiones. Las tropas alemanas, avanzaron hacia Namur y hacia su línea de defensa compuesta por 12 grandes fortificaciones. Una de ellas era el Fort de Malonne.
El Fuerte de Malonne se encuentra a casi 5 kilómetros al suroeste de Namur. La fortaleza está construida con conglomerado de cemento y se encuentra rodeada por un foso de 6 metros de profundidad y 8 de largo. El foso se encontraba defendido por cañones de 57 milímetros, y en el centro de la fortaleza era donde se concentraba la mayor potencia de fuego de la misma, en otra sólida estructura de cemento gris. Muchos de las comodidades y necesidades de los hombres (letrinas, duchas, cocinas…) se encontraban fuera del propio fuerte, en edificios exteriores de su retaguardia, la cual era menos fortificada que la parte frontal de la inexpugnable fortaleza. El fuerte disponía de una torreta giratoria con un cañón de 210 milímetros, de otra torreta con dos cañones dobles de 150 milímetros, y otras 2 torretas con piezas de 120 milímetros que podían disparar a unidades enemigas lejanas con gran seguridad. Luego tenía tres torretas con ametralladoras de 57 milímetros, una torre de observación con un deflector, y 6 ametralladoras de 57 milímetros en posiciones fortificadas, además de dos cañones móviles que podían situarse en uno u otro lugar según la necesidad del momento.
El 24 de agosto de 1914, la unidad de von der Linde no pudo continuar avanzando pese a todos los intentos posibles. Una poderosa fortaleza se alzaba en medio de su camino: Fort Malonne. Las bajas alemanas comenzaron a ser cuantiosas y un estudio del terreno hizo llegar a la conclusión a los oficiales del Estado Mayor que un ataque desde la retaguardia de la fortaleza atestada de hombres belgas (entre 500 y 3.000 según las fuentes) podía ser tomada con pocos hombres con un ataque contundente de armas ligeras y granadas. Von der Linde, en la reunión de oficiales escuchó esta información y se ofreció voluntario liderar a un grupo de sus hombres para tomar aquella fortaleza. Solamente dispondría de una única oportunidad, dado que en caso contrario, los belgas reforzarían su retaguardia, llevarían allí sus piezas móviles y ya resultaría realmente difícil conquistarla. Von der Linde fue a su unidad compuesta por muchachos en su mayoría. Pidió voluntarios. Muchos habían luchado el día anterior contra aquella fortaleza y tenían miedo... otros muchos habían muerto ese mismo día... aquello era una locura. Finalmente, de toda la unidad del intrépido teniente solamente 4 de sus hombres se presentaron voluntarios para aquella misión suicida.Con las primeras luces de aquel 24 de agosto, avanzaron hacia la retaguardia enemiga. Informó a sus hombres que era un todo o nada. Iban a cruzar su Rubricón particular. Tras una breve frase de Von der Linde: "La suerte está echada", los 5 hombres avanzaron en completo silencio hasta la retaguardia enemiga que no estaba muy guarnecida. Decenas de hombres, una ametralladora y alguna pieza móvil, pero esta no contaba en ese momento con su dotación. Von der Linde repartió a sus hombres como pudo. 2 asaltarían a los hombres allí establecidos, y los otros dos junto con él tratarían de tomar la ametralladora enemiga. A un grito de su teniente, los hombres se movieron como uno solo. Los objetivos eran claros. Tras varios minutos, varias explosiones de granadas y tiros, los belgas estaban en retirada tras sufrir fuertes bajas contra lo que pensaban era un ataque coordinado de cientos de soldados enemigos. Los alemanes avanzaron lo más rápido que pudieron para impedir reacción belga alguna y se hicieron con una ametralladora que comenzó a destrozar la retaguardia flamenca. Los cientos de soldados belgas poco o nada hicieron por frenar el avance de esa "fuerza temible" que causaba decenas de muertos y heridos en sus filas.
- Momento en la que los belgas huyen del fuerte y el coronel belga se rinde a Otto von der Linde -- Colección particular de José A. Márquez -
Ante la sorpresa y los mensajes que recibió el oficial al mando de la fortaleza, decidió rendir la plaza inmediatamente, pues la retaguardia había sido tomada y sus formidables defensas ya no servirían de nada. La sorpresa de Von der Linde fue mayúscula cuando aparecieron varios defensores portando una bandera blanca, exigiendo hablar con el oficial al mando de la avanzadilla alemana. El teniente germano ordenó a sus hombres permanecer en sus puestos, y pensando que era una estratagema se incorporó y se acercó, ametralladora en mano. Se entrevistó con el oficial enemigo y efectivamente, le confirmó que la inexpugnable fortaleza, se rendía. ¡Aquello si que era una gran noticia! Von der Linde ordenó a los belgas ondear en ese momento la bandera alemana dentro del fortín, pero los belgas respondieron:
«Somos belgas, no alemanes. No tenemos banderas alemanas»
Linde regresó rápidamente con sus hombres, y la incredulidad de los mismos era más que patente. ¿Qué los belgas se rinden? Hubo vítores entre los 4 alemanes que aún vigilaban la retaguardia, y el sable del oficial enemigo que portaba Von der Linde confirmaba, que efectivamente, el fuerte iba a deponer las armas. Pero… ¿Cómo hacer ondear una bandera alemana para que las fuerzas germanas avanzaran para tomar la fortaleza enemiga antes de que se dieran cuenta que en su retaguardia solamente había 4 hombres? En ese momento, Von der Linde optó por crear una bandera "improvisada". Cogió un palo y colgó en ella una camisa blanca, un abrigo negro y un par de pantalones rojos… ¡ya tenían su bandera! Von der Linde regresó a la fortaleza belga y con aquel palo con ropa se presentó a los belgas. Los flamencos, ante la insistencia del joven oficial, hicieron descender la bandera de su país, e instantes después la bandera de la camisa, el abrigo y los pantalones ondeaba orgullosa al viento.
- Original de la portada de la revista de arte Jugend de Septiembre de 1914 -- Colección particular de José A. Márquez -
¡¡La fortaleza había sido tomada por tropas alemanas!! Las fuerzas germanas avanzaron y se encontraron con cientos de prisioneros de guerra que comenzaron a salir del fuerte… escoltados solamente por 4 hombres y von der Linde. No se sabe hoy día el número exacto de muertos y heridos que causó el ataque sorpresa de von der Linde y de sus 4 compañeros, aunque muy seguramente fue de varias decenas de hombres.
El número de prisioneros tampoco ha sobrevivido a nuestros días, aunque se habla de "cientos de hombres". Los propios historiadores flamencos echaron tierra sobre el asunto, tratando de olvidar aquella vergonzosa derrota producida por 4 hombres y un aguerrido teniente, una derrota que hoy día no recoge ningún libro de historia belga. La derrota de las fuerzas belgas y la toma de Fort Malonne sería comparable a la toma de Eben Emael, la mayor fortaleza belga capturada en un ataque sorpresa durante la 2ª Guerra Mundial con un puñado de hombres. El Kaiser oyó de esta historia, y no daba crédito ante lo sucedido. Tras oír de primera mano lo acontecido en el fuerte quedó totalmente impresionado. Tanto, que el 18 de septiembre de 1914, von der Linde era condecorado con la Pour le Mérite. Tenía 26 años y era el 5º oficial en recibir la famosa medalla.
- Celebración de las tropas alemanas con las piezas enemigas capturas en Fort Malonne -- Colección particular de José A. Márquez -
Aquellos voluntarios que le acompañaron también recibieron sus correspondientes condecoraciones: la Cruz de Hierro de 2ª Clase y Primera en un mismo acto. Un poco más tarde, el teniente von der Linde, fue nombrado Comandante del regimiento número 19 de Dragoneros, y mandado al Frente Oriental a luchar contra los rusos. Parece ser que fue herido de gran gravedad durante su estancia en el frente ruso, y pasó la mayor parte del resto de la guerra en un hospital de campaña, por lo que no pudo brillar nuevamente como héroe y no disfrutó de ascensos pese a su gran heroísmo. Una vez reestablecido se le asignó a un batallón de telégrafos en la reserva, es decir, alejado del frente. Finalizó la guerra en aquel regimiento. Continuó en el ejército tras la 1ª Guerra Mundial y el 10 de marzo de 1920 era ascendido a Oberleutnant, aunque ese mismo mes (el 31 de marzo) se vio obligado a abandonar las fuerzas armadas por los recortes impuestos por los aliados.
Decidió comprarse una pequeña granja y dedicarse a la agricultura tras contraer matrimonio con Gisela von Oertzen en 1922. El matrimonio compró finalmente una finca en Pomerania. Su tranquilidad terminó con el alzamiento del régimen nazi, pues fue nuevamente incorporado a la reserva del ejército en 1930, aunque poco después de forma activa, sirviendo como oficial de Infantería con el Regimiento 5º de la 92ª División de Infantería el 1 de agosto de 1939. En ese año ya había conseguido 2 ascensos (Capitán el 1 de abril de 1936, y mayor el 1 de febrero de 1938).
Posteriormente comandó el 258º regimiento de la 5ª División de Infantería y posteriormente el 654º regimiento de Granaderos, por lo que también participaría en la 2ª Guerra Mundial consiguiendo la Cruz de Hierro de 2ª y 1ª Clase, además de ser ascendido a Teniente Coronel de la Reserva el 1 de abril de 1941 y a Coronel de la Reserva el 1 de marzo de 1943. Luchando contra los aliados, se rindió a estos en mayo de 1945. Debido a su historial impoluto fue liberado el 1 de octubre de ese mismo año.
Expulsado de su Pomerania natal, se retiró a vivir cerca de Goslar y tuvo que dedicarse a realizar cualquier trabajo que le ofrecieran para no morirse de hambre. Tras la pronta muerte de su esposa en los años 60, se trasladó a vivir cerca de Viena. En esos años se dedicaría a escribir artículos sobre caza, además de publicar varios libros sobre la misma temática que se convirtieron en best-seller. Este tranquilo caballero, pero impresionante héroe, murió de causas naturales el 23 de mayo de 1984 en Wienhausen, en el distrito de Celle.- Mañana datos adicionales de la Biografía de Otto von der Linde y otras sorpresas -