Revista Europa

Por Kartoffeltortilla @kartoffeltorti

Pese a que aún no era madre, los parques infantiles en Alemania me llamaron la atención desde el principio. No tenían nada que ver con los que había visto hasta entonces en mi ciudad y me encantaron.

Ahora que soy asidua, confirmo que estas son las diferencias que más me chocan:

    El suelo no tiene ni pavimentos de corcho, ni está asfaltado. Todos los parques infantiles en Alemania tienen arena. Incluso hay algunas zonas algo de profundidad para que los peques puedan escavar y hacer construcciones con ella. ¡Algo que no veía en España desde que era pequeña!
  • Los niños y los padres van descalzos. Sobre todo con la llegada del buen tiempo, es habitual que tanto los padres como los más pequeños caminen por el Spielplatz sin ningún calzado. La cultura Barfüß (o caminar con los pies desnudos) es muy habitual en toda Alemania y hay incluso parques especiales (Barfußparks), con circuitos para experimentar diferentes sensaciones en los pies. Por eso, no es de extrañar ver a gente caminando por medio la ciudad sin zapatos.
  • ¡Están limpios! En general, en los parques infantiles en Alemania no tienes que estar pendiente de que haya cristales entre la arena, bolsas de plástico o excrementos de perro. Evidentemente siempre hay excepciones, pero por norma están mucho más cuidados que los que vi en España.
  • Los juegos son de madera. Todas las instalaciones de los parques infantiles en Alemania son de madera y metal y suelen tener motivos naturales que le dan un aspecto muy agradable.
  • En la naturaleza. Los parques alemanes tienen mucha más frondosidad que los que había visto en España. Así que, los peques siempre juegan en un pequeño espacio rodeado de césped, árboles ¡y algunos animales! Por eso, no es de extrañar que alguno de los pasatiempos favoritos entre los Minis sea el de trepar a los árboles.
  • Sensación de seguridad. Da igual lo que lleves en el carrito. Si lo dejas en una esquina del parque, y te vas a jugar a la otra, encontrarás todo lo que llevabas en él cuando regreses. Aún así, y por precaución, siempre llevo mis enseres personales a cuestas. Por si acaso.
  • Juguetes compartidos. Todos los parques infantiles en Alemania que he visitado tienen algunos juguetes que están allí. Nadie sabe muy bien a quién pertenecen. No importa. Se juega con ellos y se vuelven a dejar allí. Algo que nunca se me hubiera ocurrido hacer en España.
  • Tranquilidad y silencio. Aunque siempre hay excepciones, por norma general no se escuchan grandes voces en los parques infantiles en Alemania. Ni por parte de los padres, ni por parte de los más pequeños.
  • Los toboganes. No sé si será así en toda Alemania, pero los toboganes de los parques infantiles coloneses son ¡realmente largos!
    Letreros informativos. A los parques infantiles en Alemania no se permite acceder con perros, bebidas y otros objetos. Toda esta información está presente en unos letreros en los que también aparece el número de emergencias y otras informaciones que se consideren importantes.

¿Cómo encontrar parques infantiles en tu ciudad?

Aunque es probable que los encuentres fácilmente, dando un paseo o inspeccionando a través de aplicaciones como Google Maps, a continuación te dejo tres enlaces para que puedas hacer una búsqueda más detallada:

Y a ti, ¿qué es lo que más te llama la atención de los parques infantiles en Alemania?


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