Revista Libros
Este mes ha sido muy muy bueno en cuanto al número, y calidad creo, de libros que han llegado a casa. Unos, la mayoría, son compras mías, pero hay algún que otro regalo. Bueno, os los voy a presentar ya, a ver si os parecen interesantes, si ya habéis leído alguno... en definitiva, a ver qué opináis.
- "Némesis", de Philip Roth. Bajo el calor sofocante de la «Newark ecuatorial» hace estragos una espantosa epidemia que amenaza con dejar a los niños de la ciudad de Nueva Jersey mutilados, paralizados o minusválidos, e incluso con matarlos.
- "El ocupante", de Sarah Waters. Un polvoriento día de verano llaman al doctor Faraday a Hundreds Hall, la mansión de los Ayres, en el desolado centro de una Inglaterra de posguerra que está cambiando aceleradamente. Faraday ya había estado allí cuando era un niño pero Hundreds Hall, como sus dueños, ya no es más que la sombra de sí misma. Los Ayres lo han llamado para que se ocupe de Betty, la joven criada de catorce años, que quizás solo está enferma de miedo o aterrorizada por aquello que percibe en la casa. Aunque nadie la cree, en Hundreds Hall se oyen ruidos inexplicables, se ven sombras fugaces y marcas de fuego en las paredes y las cosas más familiares pueden volverse atrozmente perversas...
- "La chica con pies de cristal", de Ali Shaw. Extraños sucesos ocurren en el remoto archipiélago de Saint Hauda. Tras unas breves vacaciones en una de las islas, la joven Ida Maclaird descubre que sus pies se están volviendo de cristal. Alarmada, Ida regresa a Saint Hauda en busca de una explicación a este fenómeno. Allí se encuentra con Midas Crook, un fotógrafo tímido y solitario, con quien vivirá una historia de amor tan hermosa como urgente, pues la metamorfosis de Ida avanza inexorable.
- "Justicia ciega", de Bruce Alexander. Al morir su padre, el joven Jeremy Proctor viaja a Londres con el propósito de perfeccionarse en el oficio paterno, la impresión de libros. Sin embargo, no tarda en caer en la trampa de unos hampones bien conocidos por la justicia y debe comparecer ante el juez Fielding. Para evitar que caiga en las garras de la delincuencia, el juez lo toma a su servicio y se convierte así en su asesor en la investigación de un enigmático asesinato: la víctima apareció muerta en una estancia cerrada a cal y canto y se le encontró con un arma en la mano.
- "Asesinato de Grub Street", de Bruce Alexander. Bruce Alexander de la mano de Jeremy Proctor, el joven asesor del juez ciego John Fielding, nos introduce en esta ocasión en el mundo de la cicatería, las envidias, los resquemores y las rivalidades que a finales del siglo XVIII dominaban el mundo editorial londinense. Ahí parece residir el origen de un macabro y brutal asesinato múltiple cometido en la calle de las imprentas por excelencia, y el perspicaz magistrado tendrá que hacer gala de todo su talento para demostrar que el joven al que arrestaron con un hacha ensangrentada en la mano nada tuvo que ver en ello.
- "Picnic en Hanging Rock", de Joan Lindsay. Febrero de 1900. Un grupo de alumnas del selecto colegio Appleyard para señoritas se dispone a celebrar un picnic el día de San Valentín. Lo que empieza siendo una inocente comida campestre se torna en tragedia cuando tres niñas y una profesora desaparecen misteriosamente entre los recovecos de Hanging Rock, un imponente conjunto de rocas rodeado de la salvaje y asfixiante vegetación australiana. La única chica que logra regresar, presa de la histeria, no recuerda nada de lo sucedido.
- "El beso de la sirena", de Andrea Camilleri. Érase una vez, en una tierra junto al mar, una bellísima mujer llamada Maruzza Musumeci. Se decían muchas cosas de Maruzza, rumores a voces que quizás explicasen por qué a pesar de su belleza no había encontrado aún con quién casarse. Maruzza era una sirena. Pero la historia comienza en realidad con Gnazio, que emigró a América y volvió a Vigàta tras veinticinco años de ausencia. Sólo le faltaba una mujer. Maruzza y Gnazio, la tierra y el mar, no vivieron una historia de amor imposible... como tantas otras.
- "Las señoritas de escasos medios", de Muriel Spark. Ambientada en las ruinas de Londres durante la difícil primavera y el verano indigente de 1945, recién acabada la Segunda Guerra Mundial, se ocupa del mundo deliciosamente despreocupado de unas chicas que viven en un club residencial para mujeres solteras, y que van pasando por varios estados de ligue.
- "Zug Zwang", de Ronan Bennett. San Petersburgo, 1914. A punto de estallar la primera guerra mundial y la Revolución rusa, el respetado periodista O. V. Gulko es brutalmente asesinado al pie del puente Politseiski. Cinco días más tarde, el doctor Otto Spethmann, un famoso psiquiatra, recibe la visita de la policía. Un revolucionario relacionado con la muerte del periodista ha aparecido muerto, y entre sus ropas se ha hallado la tarjeta del doctor. De pronto, Otto Spethmann se ve implicado en un complot para asesinar al zar en el que están implicados miembros de su círculo más cercano. Desde ese momento, Spethmann estará en posición de Zugzwang: cualquier movimiento que haga empeorará inevitablemente su situación.
- "El ojo de Eva", Karin Fossum. El crimen de una prostituta nos abre paso a un universo sórdido y equívoco. Notable pintura de ambiguos personajes, sólido suspense, turbadora ambientación.
- "Nobleza obliga", de Donna Leon. Durante las obras de reforma de una finca abandonada en la campiña veneciana, se desentierra un cadáver parcialmente descompuesto y semidevorado por las alimañas. Cerca del lugar, se encuentra un valioso anillo de sello, pista crucial que permite identificar el macabro descubrimiento: se trata de Roberto Lorenzoni, hijo de una de las familias más poderosas de Venecia, secuestrado dos años atrás y dado por desaparecido. Encargado de reabrir el caso, el comisario Brunetti necesitará el apoyo de la rama noble de su familia para adentrarse en el palpitante corazón de la aristocracia veneciana, donde los secretos están más que bien guardados.
- "No mires atrás", de Karin Fossum. Ragnhild, una niña de seis años, desaparece sin dejar rastro. Mientras la policía, encabezada por el inspector Konrad Sejer, inicia la búsqueda de la pequeña, ésta se encuentra jugando en casa de Raymond, un individuo algo retrasado que vive en el bosque con su padre. El caso parece resuelto cuando la pequeña Ragnhild regresa a su casa sana y salva esa misma noche, pero en realidad la pesadilla no ha hecho más que empezar. La niña recuerda haber visto a una chica desnuda en la orilla del lago y la policía no tarda en descubrir el cadáver de Annie Holland. Al principio Sejer no cuenta con ninguna pista que explique el atroz asesinato, pero a medida que se suceden los interrogatorios va destapando el sórdido pasado de varios miembros de la pequeña comunidad noruega...
- "La sangre de los inocentes", de Julia Navarro. Algún día alguien vengará la sangre de los inocentes... Soy espía y tengo miedo. Así empieza la crónica que escribe Fray Julián, notario de la inquisición, cuando recibe la misión de relatar los enfrentamientos acaecidos en Montsegur (Francia) a mediados del siglo XIII. Las luchas de poder entre los cátaros y el control que, en nombre de la fe, lleva la inquisición, propiciarán que la crónica del fraile sea un valioso tesoro a descubrir. Su última frase - algún día, alguien vengará la sangre de los inocentes - se convertirá en un enigma a descifrar de generación en generación. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, Ferdinand verá con sus propios ojos como el mundo se desintegra. Tiempo después, a principios del siglo XXI, Raimón de la Pallisiére, hijo del aristócrata francés, recurrirá a El Facilitador, un hombre que desde la sombra maneja los hilos de poder, para un único fin: cumplir la sed de venganza por tanta sangre derramada a lo largo de la Historia.
- "La hermandad de la sábana santa", de Julia Navarro. Un equipo de la policía italiana especializado en arte interviene en la investigación de una serie de incendios y accidentes ocurridos en la catedral de Turín; todos los sospechosos de haber participado en los hechos son mudos. A partir de esta pista se inicia una apasionante inmersión en la historia de la reliquia que conduce desde los templarios medievales hasta la existencia de una trama de refinados hombres de negocios, cardenales, gentes de la cultura, todos ellos solteros, ricos y poderosos.
- "La hacedora de lentes", de Titus Müller. Inglaterra, siglo X: muy pocos maestros dominan en Europa el difícil arte de fabricar lentes. Courtenay, arzobispo de Canterbury, conoce bien la importancia de esos artesanos: al controlar la capacidad de ver y, con ello, de leer, tienen poder allí donde no llegan las espadas. Con el fin de aniquilar a su enemigo, el doctor Hereford, protegido de la hermandad secreta de los Caballeros Cubiertos y traductor de la Biblia, Courtenay quiere servirse de los conocimientos de Elias Rowe, el mejor artesano de lentes de toda la región. Una mañana, su esposa, Catherine, encuentra a Rowe rodeado de sus herramientas y... muerto. La joven viuda continúa la profesión de su marido, y se ve involucrada en la lucha entre el arzobispo y los caballeros de la alianza.
- "El químico de Lumière", de Pedro García Martín. La cultura de la Belle Époque idolatraba a los cazadores de imágenes. Los pintores, retratistas y cineastas se habían convertido en notarios de la alegría de vivir burguesa. La saga familiar de los Lumière encarnará el modelo de este arquetipo social. Primero descubren la instantánea. Fijan la vida en impresiones. Luego lanzan al mundo el cine. Alumbran la vida en movimiento. En este frenesí inventor, su empleado Jean Flandrin visitará al padre del impresionismo, Claude Monet, en pos de respuestas cromáticas. Las tribulaciones afectivas del químico de los Lumière, las artimañas policiales en el París de fin de siglo, el diálogo entre la pintura y el cine, conforman una trama que culmina en la conquista de la foto en colores. Pero el optimismo de los años felices será enterrado en las trincheras de la Gran Guerra. Sin embargo, en adelante, la memoria pasará a leerse en imágenes.
- "Mar de fuego", de Chufo LLoréns. Martí Barbany, aquel joven que llegó a la ciudad para conquistarla con sus dotes de comerciante y de hombre de honor, regresa para continuar una historia marcada por grandes acontecimientos —los últimos años del mandato del conde Ramón Berenguer y su sangrienta sucesión— y por una ciudad en la que todo cabe: tratantes de esclavos, caballeros, prostitutas, amores entre nobles y plebeyos, árabes y cristianos, cortesanas y sirvientes.
- "El paseo", de Robert Walser. Walser empleó los pocos años en que pudo escribir, entre 1904 y 1925, antes de sucumbir a una enfermedad mental de origen hereditario, en tallar exquisitas miniaturas acerca de una vida cotidiana poblada de personajes e impresiones que vienen de la noche cuando ésta es más oscura. El paseo es una de esas miniaturas. Un poeta sale a pasear y ante su mirada se alternan la belleza de la vida y el absurdo de las convenciones de la sociedad, el sonido de una voz que canta y el espectáculo del gran teatro del mundo.
- "Nieve en otoño", de Iréne Némirovsky. La anciana Tatiana Ivanovna ha dedicado toda su vida a servir a sus señores, los Karin, a quienes ha visto nacer y crecer en la mansión de Sujarevo, en las inmediaciones de Moscú. Cuando la familia se ve obligada a huir por la Revolución de Octubre, la fiel criada termina por reunirse con ellos en París, donde, a pesar de que los Karin han perdido su posición social y su fortuna, continúa a su servicio en el modesto apartamento en que residen. Supervivientes de un mundo perdido, los Karin y su sirvienta necesitarán olvidar para salir adelante, pero la vieja Tatiana nunca deja de soñar con su tierra natal, ni de sufrir para adaptarse a la vida en un lugar donde las primeras nieves no llegan hasta pasado el otoño.
- "El cuaderno rojo", de Paul Auster. Un número equivocado está en el origen de este libro. Un hombre lo llamó por teléfono una noche preguntando por la agencia de detectives Pinkerton; el novelista le dijo que se había equivocado. Llamada y respuesta se repitieron la noche siguiente. Y el narrador nato que es se planteó qué habría sucedido si hubiera fingido que, en efecto, él era un detective... Y un equívoco conduce a otro, y sibilinamente se pone en marcha el audaz mecanismo que mueve esta historia, en la que lo irreal va horadando lo real y el novelista ejerce de «cazador de coincidencias», de traductor de las siempre oscuras revelaciones del azar.
- "Tocar los libros", de Jesús Marchamalo. Sobre esos lectores que acarician los libros, se detienen en las cubiertas, huelen el papel, se deslizan entre las páginas, son maniáticos en su orden, son reacios a prestarlos, tienen un rincón favorito para leerlos... El libro hace un recorrido por los libros y bibliotecas de escritores contemporáneos, desde la del propio autor a las de Patrick Süskind, Sergio Pitol, José Ángel Valente, Luis Mateo Díez, Luis Landero, Javier Marías, Jesús Ferrero, George Perec, Susan Sontag… Así como autores clásicos de todos los tiempos: Azorín, Lampedusa, Galdós, Unamuno, y muchos otros. Y lo hace descubriéndonos sus manías, estableciendo complicidades, mostrando a través de divertidos guiños, las similitudes entre escritores y lectores. En definitiva de la relación que se establece con esos pequeños objetos, con los que convivimos a diario los amantes de libros y lecturas.
- "La soledad de los números primos", de Paolo Giordano. «En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.»
Como veis no me aburriré en una temporadita, ¿verdad? ¡Y ahora estamos con la Feria del Libro! Aún no me he pasado pero algo caerá...