Revista Comunicación

10 claves para emprender y no morir en el intento

Publicado el 01 julio 2013 por Javier Díaz Sánchez @javierdisan
Tiempo estimado de lectura: 2 minutos
Duración vídeo: 3 minutos

gollumLo peor que le puede pasar a un emprendedor es padecer de un optimismo ingenuo que le lleve a ignorar los riesgos de su actividad. Por esta razón, antes de meternos en faena te invito a leer con espíritu crítico el artículo “La falacia de emprender“.  Tú decides.

Más abajo verás un vídeo en el que expongo brevemente algunos consejos prácticos para emprender pero algunas ideas debían ser ampliadas o matizadas por lo que he aquí este post.

1. Defiende tu idea pero después de refutarla

El punto de partida de todo emprendedor es una idea. Algunos se aferran a ella pensando que han descubierto la pólvora y no conformes con ello tienden a pensar que proteger su idea consiste en ser herméticos y no compartirla con nadie (hasta que ya es demasiado tarde). Son los emprendedores Gollum. Si es tu caso, ten cuidado porque tienes muchas probabilidades de pegártela. Cuanto más compartas tu idea y la sometas a la opinión de los demás mejor para ti. Trata cada idea como lo haría un científico, es decir, formula tus hipótesis e intenta demostrar su validez.

Mi experiencia me indica que las personas estamos más orientadas a la colaboración que al robo de las ideas ajenas así que pierde el miedo y aprovecha la inteligencia colectiva. Pero ten presente otro pequeño detalle. Las personas tenemos una especial inclinación al sesgo confirmatorio, es decir, a adulterar la información que tenemos a nuestro alrededor para que sea compatible con nuestras creencias así que empieza por conocerte a ti mismo.

2. Haz tu propuesta de valor

Una de las primeras cosas que debes hacer es identificar qué puedes hacer tú que no hacen otros o bien si eres capaz de hacer mejor algo que ya existe. Plantéate preguntas como ¿qué beneficios y ventajas la distinguen de las demás? ¿por qué los clientes comprarán mi “idea” y no otra? Un buen comienzo siempre es analizar la oferta existente en el mercado y combinar esta información con la que obtengas a partir del feedback que te devuelva tu entorno (lo que comentaba en el punto 1).

3. Elabora un plan de negocios, y plásmalo por escrito

Se trata de una hoja de ruta en la que debes plasmar tus objetivos, las estrategias que vas a seguir para alcanzarlos, cómo te vas a financiar, etc. Ahora bien, no caigas en el error de tomarlo como dogma de fé sino simplemente como un simple marco de referencia.

Un plan no es para que se cumpla, sino para actuar cuando no se cumple.

Peder Drucker

Las ideas y los negocios deben evolucionar con el paso del tiempo, a menudo dando un giro radical. Por ejemplo, ¿sabías que Nokia comenzó en la industria papelera?

La capacidad de adaptación es una exigencia de nuestro tiempo y pasarás por momentos de gran incertidumbre en los que tendrás que decidir entre pivotar o persistir en tu idea. Y por cierto, creer que has entendido el pasado y plasmarlo en el plan de negocios puede alimentar tu ilusión de que puedes predecir y controlar lo que sucederá en el futuro de modo que ten cuidado. Desgraciadamente sabemos mucho menos de lo que pensamos.

4. Pon atención a los detalles

Preocúpate por conocer el marco regulatorio de tu sector y del territorio en el que quieres moverte. Presta atención a los impuestos que debes cumplir y a los trámites que debes seguir para constituir tu empresa. La cuestión fiscal es muy importante y si no lo tienes todo bien atado puedes llevarte un buen susto. Preocúpate por hacer las cosas bien desde el principio.

5. Mejora tus habilidades personales y sociales

Conocerse a si mismo es un buen punto de partida. En la vida tenemos ante nosotros un reto continuo, mejorar  como personas y como profesionales. Aceptemos la responsabilidad de aprovechar al máximo nuestro potencial, sobre todo en esta sociedad occidental en la que estamos perdiendo la capacidad de valorar todo lo que tenemos a nuestro alcance. En cuanto al plano profesional, es importante cultivar y desarrollar tus competencias (capacidad de comunicación, empatía, visión de futuro, etc.) así como tus valores. Esto último resulta especialmente importante ya que caminamos hacia un mundo más trasparente en el que las mentiras tienen un recorrido muy corto.

6. Invierte en nuevas tecnologías

Hoy día es posible crear una empresa con un ordenador y un smartphone. Además, Internet es una ventana al mundo de modo que utilízalo junto con las redes sociales para encontrar clientes y entrar en contacto con proveedores. Existen un sinfín de herramientas en la Red que son gratuitas o tienen licencias que te permitirán usar algunas de sus funcionalidades. Apóyate en ellas.

Por ejemplo, en mi caso he descubierto recientemente Mailchimp (una potente herramienta para gestionar y diseñar tus mailings) y Surveymonkey (para crear encuestas online). ¿Cómo aprendí a usarlas? Buscando tutoriales por la Red y probando. Esto me hace insistir en otra de tus grandes bazas, la posibilidad de aprender cada día.

7. Pide ayuda

Tendrás que llamar a muchas puertas y solo se abrirán algunas de ellas pero a poco que consigas pueden hacer tu aventura empresarial más llevadera. Existen diferentes organismos que te pueden ayudar a desarrollar tu proyecto. Solo tienes que buscar, preguntar y en algunos casos armarte de paciencia. Por ejemplo, hace muy poco tiempo que se ha creado una nueva web que pretende conectar a personas con la inquietud por montar un negocio con otros profesionales dispuestos a asesorar e incluso invertir en sus proyectos. La web se llama Emprende XL.

8. Mantén una visión comercial desde el nacimiento de la idea

Todos los proyectos empresariales tienen un común denominador, necesitan vender un producto o un servicio. Lo contrario sería una ONG. Por otro lado, los clientes raramente irán a buscarte así que tendrás que ser tú quien salga a la calle o a la Red a batirte el cobre. La visión comercial debes aplicarla en todo momento porque las personas no solo compramos productos o servicios sino también ideas. Cuanto antes lo asumas y te lo creas, antes empezarás a vender. Tú eres el primero que debe estar convencido de las bondades de tu producto.

9. Apóyate en otros profesionales

Tejer una sólida red de alianzas te hará más fuerte y te permitirá acometer proyectos de mayor envergadura. Cada vez es más habitual que varios profesionales o empresas se unan para trabajar en proyectos concretos en los que cada uno aporta su valor diferencial.

Para tejer tu propia red el networking resulta imprescindible. Acudir a eventos, congresos, cursos de formación, etc. te permitirán ampliar tu red de contactos y descubrir nuevos talentos como el tuyo.

10. No te quedes quieto. Muévete. Innova

Dicho todo esto ¿emprendes o “qué ase”? :-)

Create like a god. Command like a king. Work like a slave.

Brancusi


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