Con algunas buenas prácticas se pueden optimizar y reducir el gasto de electricidad y gas en nuestros hogares. Estamos en crisis y el precio de ambas energías ha subido, así, que, tomemos nota.
Iluminación:
1-Utilizar lo más posible la luz del día. Aprovechar la luz solar, abriendo cortinas y persianas en las horas tempranas o crepusculares.
2-Reemplazar los bombillos incandescentes por los de bajo consumo en aquellas áreas del hogar que permanecen iluminadas por más tiempo.
3-Si estamos trabajando en el escritorio es mejor utilizar una lámpara de mesa; iluminar toda la habitación supone un gasto innecesario.
4-Si tenemos bombillos incandescentes, siempre apagar la luz al salir de la habitación y ahorraremos un gasto energético innecesario.
5-Cuando cocinemos, utilizar recipientes más grandes y que sobresalgan del fogón, a fin de aprovechar mejor la energía eléctrica o de gas.
6-Emplear tapas en las ollas y cacerolas, aprovechan mejor el calor, se puede utilizar menos fuego y la comida tendrá más gusto.
7-Aprovechar el calor residual. En las cocinas eléctricas con placas de resistencia apagar unos minutos antes la placa, el calor residual continuará la cocción.
8-Evitar colocar alimentos tibios o calientes dentro de la nevera, aumentará la temperatura interior obligando a trabajar el motor durante varias horas.
9-Descongelar los alimentos a temperatura ambiente en lugar de usar el microondas.
10-Mantener el congelador libre de escarcha y hielo. El motor trabajará durante muchas horas al día, originando un gran gasto de electricidad, solo para mantener congelado el hielo acumulado en las paredes interiores, cuando su misión es mantener en buen estado los alimentos.