Cada cual tendrá su sistema, porque a la hora de planear un viaje no hay matemática, sino arte. Nosotros, desde Vesconte, pensamos que los cruceros son hoy día una de las aventuras más divertidas y apasionantes que pueden vivirse, por lo que nos atrevemos a ofrecerte algunos consejos a la hora de elegir entre la gigantesca oferta que existe. Vayamos con el número uno…
- 1.- Con la cantidad de barcos de crucero que surcan los mares, ¿cómo elegir uno? No existe una norma o idea clara sobre cómo clasificar estos barcos. Por lo general, conviene fijarse bien si se orientan hacia un público específico, como el de la tercera edad por ejemplo, y si tienen servicios especiales, como para minusválidos. Por lo general, se recomienda mirar bien el tamaño del barco, y con esto no nos referimos a que se más grande, sino que ofrezca una relación adecuada entre el espacio ofrecido al pasajero y el de áreas comunes. Fijarse en los detalles es primordial porque, no es lo mismo tener una cabina de interior que una suite con vistas al mar. También es recomendable elegir barcos con una alta relación de tripulación por cada pasajero. Se supone que esto garantiza un mejor servicio, pero eso es algo bastante relativo. Hay cruceros pequeños y acogedores, muy tranquilos, con hasta 250 pasajeros. En un siguiente escalón se encuentran los cruceros pequeños, hasta 500 pasajeros, capaces de organizar viajes muy variados pero sin las posibilidades de ocio de los grandes buques. Los cruceros medianos, hasta 1.500 o 2.000 pasajeros son los mayoritarios y son ideales para quien busque actividades de calidad. Eso sí, los megacruceros, con más de 2.000 pasajeros, son otra opción, en este caso ideal para quienes gustan de conocer gente afín a sus gustos y ama el bullicio, son verdaderas ciudades flotantes.
- 2.- Es muy importante informarse sobre los idiomas que emplea la tripulación y, también, sobre si el barco planifica sus cruceros orientándose al público de un país o continente determinado.
- 3.- Los detalles importan mucho: ¿El barco es moderno o se ha renovado hace poco? ¿Cómo es la cocina que ofrece? ¿Disfrutaré de servicios especiales como casinos, gimnasios, bibliotecas o teatros? ¿Los espectáculos a bordo son de calidad? Cuantas más preguntas podamos responder sobre el barco a elegir, mejor podremos decidir.
- 4.- Hay que pensar bien en el tipo de cabina que deseamos y comparar calidad con precio. Las cabinas interiores, como su propio nombre indica, no cuentan con acceso al exterior. En cambio las exteriores, más caras, están dotadas de una ventana desde la que se puede contemplar el mar. Un paso más en cuanto a calidad son las cabinas con balcón propio y, en lo más alto, se encuentran las suites. Cuanto mejor sea el barco, más cantidad de cabinas exteriores y de suites tendrá.
- 5.- Es importante conocer el puerto de salida y la forma de llegar a él, porque en ocasiones no se incluye en el importe total, aunque cada vez más los packs de crucero suman el viaje en avión desde las principales ciudades hasta los puertos de partida.
- 6.- La información sobre trámites burocráticos, en caso de visitar ciertos países, nunca debe faltar a la hora de tomar la decisión de elegir un crucero sobre cualquier otro.
- 7.- Cada crucero es diferente, incluso aunque sobre un mapa parezca navegar por las mismas aguas y recalar en los mismos puertos. Las excursiones y visitas al interior son dos factores importantes a estudiar, porque pueden variar mucho entre cruceros que parecen similares.
- 8.- Cabe preguntarse: ¿dónde viajaré? En esto las preferencias de cada uno son lo más importante pero, suele olvidarse que tanto o más importante es ¿cuándo viajaré? Es imprescindible conocer bien las fechas de desarrollo de los cruceros que formen parte de nuestra preferencia, sobre todo porque en muchos casos únicamente parten en épocas determinadas.
- 9.- Algo que suele olvidarse el el carácter del crucero. Los cruceros, en gran parte, suelen enfocarse a cierto tipo de público: los hay románticos, otros son más espectaculares y de aventura… sea cual sea nuestra preferencia, este carácter deberá tomarse en consideración.
- 10.- ¿Y qué hay sobre la duración del crucero? Hay infinidad de combinaciones para elegir: minicruceros de entre tres y seis días, cruceros de una semana o diez días, que suelen ser los más habituales o, incluso, grandes cruceros por su duración, entre dos semanas y un mes… ¡o incluso más! En este último caso, como puede imaginarse, se encuentran las famosas travesías a lo largo del mundo.