Budapest, conocida como la “Perla del Danubio” es la capital de Hungría, país situado en Centroeuropa y una de las ciudades más bonitas y con más encanto que hemos podido visitar.
La historia de la ciudad nos lleva por el esplendor del Imperio austrohúngaro, de la que fue segunda capital junto a Viena, a recorrer los cafés donde la emperatriz Sissi tomaba la famosa tarta Dobos, un pasado comunista y varias historias sangrientas de la II Guerra Mundial y la invasión alemana.
Hoy os traemos una pequeña entrada y un pequeño vídeo resumen en donde os explicamos los 10 imprescindibles para Agarra el Petate en la capital húngara.
Visitar el Parlamento de Budapest
Es un edificio neogótico, uno de los más importantes y más representativos de la ciudad. Se hacen visitas guiadas en español por 2.000 florines por persona (unos 7 €).Disfrutar de un balneario
Desde 1934 Budapest es conocida por ser una ciudad termal: tiene 118 manantiales, naturales y artificiales, de los que brotan cada día más de 70 millones de litros de agua termal. Así, se hace imprescindible una visita a uno de sus famosos balnearios. Nosotros escogimos el balneario Széchenyi es uno de los recintos termales más grandes de Europa. Es un impresionante edificio neogótico que data de 1913. Cuesta unos 16 € por persona e incluye una cabina para que podamos guardar todas nuestras cosas mientras disfrutamos del baño.Probar la tarta Dobos
La tarta Dobos es una tarta de origen húngaro, inventada por el pastelero Jozsef C. Dobos en 1884. Está compuesta por cinco capas esponjosas intercaladas con crema de chocolate y está cubierta de caramelo. Cuentan que era la favorita de la emperatriz Sissi y que venía al café Ruszwurm a comérsela (aunque dicen las malas lenguas que más que la tarta le gustaba el pastelero).Visitar el barrio judío de la ciudad
En el Distrito VII de Budapest, durante la Segunda Guerra Mundial, se ubicaba el Ghetto judío, donde podremos encontrar la sinagoga más grande de Europa, y la segunda del mundo; el árbol de la vida, sobrecogedor monumento a los judíos caídos y el monumento de los zapatos que conmemora el genocidio conocido como la Cruz Flechada, donde se asesinaron a 20.000 judíos que después fueron arrojados al Danubio.
Navegar por el Danubio
El Danubio es el río que divide la ciudad de Budapest en dos y creemos que es imprescindible navegarlo para admirar la ciudad desde el mismo. Nosotros lo hicimos de noche, para ver la ciudad iluminada y además contratamos la cena. Nos costó 55 € por persona, incluyendo un concierto en la Basílica de San Esteban.Probar alguna especialidad con paprika
O lo que es lo mismo, algún plato con pimentón. Javi probó el pollo paprika y le encantó.
Comprar una caja secreta
Alejándonos de los típicos souvenirs que se pueden encontrar en cualquier ciudad del mundo, nos acercamos a estas cajitas tan especiales que son una especie de juego de ingenio, ya que tendrás que encontrar la llave para abrirla que se encuentra escondida en la misma cajita. Un regalo original y nada mal de precio (la caja mediana me costó 11 €).Subir al monte Gellert
Es el punto más alto de la ciudad y desde donde conseguiréis unas vistas tan espectaculares como ésta. Aquí encontraréis además la Ciudadela y la iglesia Rupestre, una iglesia construida en una cueva que merece mucho la visita.Asistir a un concierto
No se puede pasar por Budapest sin asistir a uno de sus bellos conciertos de piano. Nosotros pudimos disfrutar de él en la bella basílica de San Esteban con una impresionante acústica. Compramos la entrada junto a la cena con barco y nos costó 55 € por persona en Civitatis.Cruzar el puente de las cadenas
Símbolo de Budapest, ya que fue el primero en unir las ciudades de Buda y Pest. Su ingeniero estaba convencido de la perfección del mismo y reto a sus discípulos a que encontraran algún fallo…si lo hacían debía tirarse desde allí al Danubio. El ingeniero acabó en el agua ya que los leones que custodian el puente no tienen lengua.