Seguramente te has planteado, en muchos aspectos de tu vida, alguna vez, la de tiempo que hubieras ahorrado, la de quebraderos de cabeza que no habrías tenido o la de problemas que no hubieran aparecido si hubieras sabido, al inicio de una experiencia, lo que sabes hoy en día. Sin embargo, por muchas veces que te lo hayas planteado, la vida tiene ese pequeño pero crucial detalle que es que se aprende siempre hacia adelante. Lo más que puedes hacer es guardarte las lecciones para cuando te toque vivir algo similar, o para cuando alguien te pregunte por tu experiencia.
Hace tiempo que quería escribir este post y lo cierto es que no sé por qué no se me había ocurrido antes. Supongo que en su día lo consideré demasiado obvio y por eso de que a mí siempre me ha gustado complicarme más de la cuenta, nunca me decidí a escribirlo y a publicarlo. Sin embargo, últimamente me ha dado por reflexionar sobre las experiencias que, con el paso del tiempo y de los años, vamos sumando a nuestro aprendizaje, y me he descubierto a mí misma pensando en este post. Por eso, hoy te traigo 10 cosas que me hubiera gustado saber cuando empecé en esto del blogging, que en muchos casos, serán muy parecidas a las cosas que has aprendido tú de tu blog (en el caso de que lo tengas).
1. El tiempo que implicaba mantener un blog de forma constante:
Escribir un post de uvas a peras era tener un blog, pero no era mantener un blog. Probablemente mis primeras experiencias en el mundo de los blogs hubieran sido infinitamente más productivas si me hubiera dado cuenta antes de que mantener de forma seria un blog implica un empleo de tiempo que, por aquel entonces, hubiera podido administrar mejor, seguro.
2. Recibes lo que das:
Lo primero que uno se pregunta cuando abre un blog es cuándo demonios va a empezar a crecer su número de lectores, o cuando van a empezar a aumentar sus estadísticas. Con el tiempo, sin embargo, aprendes que la dedicación que ese aumento del tráfico o de los lectores crece en función del tiempo y dedicación que emplees en tu blog.
3. Tu marca es tu mejor valor:
La marca personal es algo que todos tenemos, pero que sólo unos pocos se esfuerzan por potenciar. Es eso que la gente ve cuando entra a tu blog, tu estilo personal, aquello que tú eres y que impregna todo lo que haces. Pulir tu marca personal es un trabajo que conlleva tiempo, pero que da muy buenos resultados en tanto en cuanto, la gente que te lee y tu audiencia potencial, te relacionan con una serie de valores, temas y aspectos que les resultan interesantes.
4. Definir el nicho de tu blog y tu lector ideal, claves para mantenerte focalizado:
Me hubiera ahorrado varios años de escribir por escribir, de escribir “de todo un poco” o de pensar entradas de puro popurrí si hubiera empezado por plantearme dos cosas: ¿Sobre qué quiero escribir? y ¿Para quién quiero escribir? Centrarte en una audiencia y un nicho determinado, a veces, puede ser la diferencia entre sentirte perdido y sentirte enfocado.
5. Lo más importante es la pasión:
Ahora parece que esto de creer en que la pasión es el motor de todo, incluso de un blog, es algo que lleva viviendo conmigo durante muchísimo tiempo. Pero en realidad, me di cuenta de que sólo mis pasiones podían mantenerme motivada y hacer crecer a mi blog hace relativamente poco tiempo. Fue, sin embargo, un gran descubrimiento, así que prefiero que haya llegado tarde. Creo que la clave de todo lo que hagas en la vida, la diferencia entre hacerlo bien o hacerlo brillante, está en si eso que haces forma realmente parte de tu pasión, de aquello que te mueve y te motiva.
6. Escribir sobre temas que están de moda es un error:
A menos que esos temas de moda sean los temas que te interesen realmente. Lo cierto es que muchas veces (más de las que me gustaría) me he esforzado por hacer el tipo de blogging que yo creía, iba a ser aceptado de inmediato por todo el mundo, porque era un tema que estaba de moda. Lo bueno es que cuando, a la tercera semana de abrir el blog, te das cuenta de que no se te ocurre nada que escribir porque en realidad el tema no te interesa un carajo, también te das cuenta de que has dado un paso hacia un blogging mucho más auténtico, más de verdad.
7. ¿Por qué competir cuando se puede compartir?
Cada vez se ven menos, pero hace unos años, las absurdas competencias entre unos bloggers y otros eran tan evidentes que incluso a los que pasábamos un poco de largo, nos daban vergüenza ajena. Creo que ha sido un cambio general y positivo el habernos dado cuenta que los blogs que hablan de los mismos temas que el tuyo no son competencia, sino otras voces y opiniones; y que si toda la energía que empleamos en compararnos, la gastáramos en esforzarnos por hacerlo diferente, los resultados de nuestro blog serían mucho mejores.
8. El correo electrónico está infravalorado (o no)
Hay mucha gente que me preguntó en su día, cuando decidí lanzar la newsletter del blog, si esperaba con ello tener resultados positivos o si creía que mucha gente iba a apuntarse y a leerla. Lo cierto es que he descubierto, también gracias a mi experiencia profesional, que el e-mail marketing es una forma estupenda de hacer que tu marca sea mucho más redonda y también, de extender aquello en lo que crees (y que por ello lo escribes) a un nivel mucho más allá. Si hubiera sabido antes la de alegrías que iba a darme mi newsletter, la hubiera lanzado hace mucho, mucho tiempo.
9. Hay que ser social
Hoy en día las redes sociales están tan integradas en nuestra vida diaria que, o tu blog está en ellas, o no existe. Este planteamiento puede gustarnos más o menos, pero es la pura verdad. Y un blog social, que se comparte en las redes sociales, es mucho más visitado y tiene un mayor feedback que un blog “antisocial”. Esto, por supuesto, no quiere decir que haya que enloquecer y pretender estar en todas y cada una de las redes (confesad los que lo estéis: ¿atendéis todas las redes por igual?). Es mejor potenciar una (en mi caso: Twitter), ésa que mejor vaya con nuestro público, con la esencia de nuestro propio blog, que tratar de estar en todas para al final, desaparecer entre la gente que se lo curra de verdad.
10. Todo lo que puedes aprender, nunca está de más
Crecer no es una opción. O creces, o te estancas. O aspiras a más, o te quedarás para siempre en el momento justo en el que decidiste dejar de formarte, dejar de aprender cosas nuevas y dejar de intentar profesionalizarte como blogger. Así que ánimo, no desistas ni te canses nunca de aprender ;)
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