Aunque de cara a la galería todos somos avezados expertos en el terreno sexual, la realidad más íntima es que, de puertas adentro, a la mayoría nos falta mucho por conocer y entender sobre sexualidad.
Cuando hablamos de sexo, todos deberíamos tener claros tres conceptos básicos:
- La relación sexual siempre debe contar con consentimiento explícito de nuestra pareja. Solo sí es sí.
- Tomar precauciones es importante e imprescindible para evitar ETS y embarazos no deseados.
- El sexo ha de ser divertido para todas las partes, ¡sino no tendría sentido!
Estos tres puntos básicos los manejamos casi todos, pero más allá de esto, todavía existe mucha desinformación en torno al sexo. Así que, para ponerle remedio, hoy te traemos un puñado de cosas que no sabías sobre el sexo.
1. Voz sexy… o no
En 2014, la profesora Susan Huges averiguó durante un estudio algo sorprendente: las mujeres pueden modular su voz para resultar más atractivas pero nosotros, los hombres, somos completamente incapaces.
2. Cuando baja la glucosa… ¡prepárate!
Un estudio de la Universidad de Ohio estudió durante 21 días a un grupo de parejas casadas a quienes se entregó un muñeco de voodoo y un montón de alfileres, así como un glucómetro y un diario.
Muñeco de Voodoo utilizado en el estudio de la Universidad de OhioLos investigadores animaron a los participantes a registrar regularmente sus niveles de azúcar en sangre y a clavar un alfiler en el muñeco de voodoo cada vez que se sintieran enfadados con sus parejas.
Así descubrieron que los muñecos a los que más habían pinchado pertenecían a los sujetos que menos nivel de glucosa registraban.
Cuando tenemos niveles de glucosa bajos, por lo general sentimos hambre, lo que se asocia a una mayor irritabilidad. Es decir, que cuando pasamos hambre, no solo estamos más predispuestos a “buscar bronca” sino que, además, menos nos apetece mantener relaciones sexuales ni de ningún tipo.
Así que ya sabes, la próxima vez que tengas una cita… asegúrate de ir con el estómago lleno.
3. También en la tercera edad
A la mayoría de nosotros no nos termina de hacer gracia pensar que nuestros padres y abuelos también tiene vida sexual. Pero por mucho que nos duela, la realidad es que la tienen, ¡y más activa de lo que algunos podríamos llegar a pensar!
A medida que aumenta la edad, los niveles de estrógenos en ellas y de testosterona en nosotros comienzan a descender. Esto, sumado al número de medicamentos que tomamos llegados a cierta edad, conlleva a un paulatino desinterés por mantener relaciones sexuales.
De hecho, ¿sabías que el colectivo de la tercera edad es el más afectado en porcentaje por las enfermedades de transmisión sexual?
Esto sucede porque nuestros mayores, que ya no tienen que preocuparse por la anticoncepción, obvian el uso del preservativo.
4. ETS al acecho
Y hablando de enfermedades, seguro que alguna vez has pensado medio en broma algo así como “este baño está tan sucio que seguro que pillo una ETS”.
Pues no andabas tan desencaminado.
Si bien los hombres no tenemos riesgo de contraer ETS en los aseos públicos, sí podríamos entrar en contacto con las siguientes bacterias infecciosas:
- E-coli
- Norovirus
- Shiggella
- Streptococcus
- Staphylococcus,
Las mujeres, por su parte, si pueden ser presa fácil de infecciones de tipo sexual como la candidiasis o la monilia.
Como lo mejor es curarse en salud, conviene que sigas estas precauciones a la hora de entrar a unos servicios públicos:
- Lávate las manos antes de orinar o entrar en el cubículo.
- Si utilizas el retrete, asegúrate de que está limpio y bien seco antes de sentarte.
- Por nada del mundo utilices papel higiénico que esté fuera de su sitio o en el suelo.
- Aléjate del inodoro antes de tirar de la cadena.
- Vuelve a lavarte las manos cuando termines.
5. Todos podemos fingir
Pues sí, como lo lees. Aunque sepas de buena tinta que es imposible fingir una eyaculación, fingir sí se puede.
¿Cómo? Te recomendamos encarecidamente este post de la sexóloga Valerie Tasso en el que reflexiona sobre el tema.
¿Y por qué un tío iba a fingir un orgasmo? Bueno, pues en la mayoría de las ocasiones, por las mismas razones que lo hacen las mujeres que lo hacen: por terminar en términos que su pareja entienda como satisfactorios para ambos.
6. ¿Antidepresivo natural?
Según un estudio de la universidad de Albany, NY, realizado hace ya más de una década, el semen tiene propiedades antidepresivas gracias a las sustancias químicas que lo componen.
7. Historia de los juguetes
El vibrador: gran amigo para unos, temido enemigo sexual para otros. Este juguete fue diseñado en el siglo XIX y en origen, estaba pensado para combatir los síntomas de la histeria: una enfermedad inventada que relacionaba problemas de ansiedad con el útero femenino.
Si no has visto la película “Hysteria“, protagonizada por Maggie Gyllenhall y Hugh Dancy y dirigida por Tanya Wexler, te la recomendamos encarecidamente.
“Mujeres histéricas“, D.M. Bourneville y P. RégnardFotografías de 1876-1880
Pero no vayas a pensar que hasta el siglo XIX los seres humanos no tenían juguetitos con los que entretenerse. Podríamos llegar a decir que los juguetes sexuales se inventaron antes que la rueda.
Ya en el Paleolítico, hace más de 30.000, existen muestras artísticas que representan a hombres y mujeres utilizando una especie de dildos para darse y compartir placer.
8. ¡Abajo el colesterol y arriba todo lo demás!
Como puede que ya sepas, el colesterol puede contribuir a que se desarrolle una disfunción eréctil que, a su vez, puede ser una señal de alarma sobre posibles problemas de corazón.
Para una vida sexual de diez, mantén un estilo de vida saludable.
9. Más sexy que el gimnasio
El sexo, como cualquier otra actividad, quema calorías.
Los hombres gastamos al rededor de 4 calorías por minuto y nuestras compañeras de partido, unas 3 calorías por minuto.
Es decir, una hora de entretenimiento amoroso, puede equivaler a una sesión moderada de running de 30′.
10. Física de fluidos
Para que un pene de tamaño medio consiga una erección, el cuerpo necesita llevar hasta él el equivalente a dos cucharadas soperas de sangre.
Por otro lado, un hombre durante toda su vida eyaculará unos 17 litros de semen de media. O lo que es lo mismo: medio billón de espermatozoides.
Cuando se produce esta eyaculación, lo hace a 45Km/h. Si consideramos que la velocidad media de un corredor profesional de 100 metros lisos no llega a los 40km/h, podemos decir que se trata de un hecho bastante impresionante, ¿no?
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