Anteriormente os hemos hablado sobre las tres etapas del parto, la dilatación, la expulsión y el alumbramiento, aunque como sabemos, algunos expertos explican que existe una cuarta etapa denominada recuperación inmediata o puerperio inmediato, etapa de la que hablaremos próximamente para completar la información. Sobre la primera etapa, a raíz de algunas preguntas que hemos recibido queremos responder de forma genérica, básicamente son cuestiones que se conocen menos sobre la dilatación, aunque algunas ya las hemos explicado.
La duración de la dilatación puede ser de hasta 18 horas si se es madre primeriza, en esta etapa se inicia la dilatación del cuello uterino o cérvix, apertura por la que deberá pasar el futuro bebé. Inicialmente el cuello uterino mide unos 4 centímetros de longitud y unos 2’5 centímetros de diámetro, la dilatación altera las medidas hasta alcanzar los 10 centímetros, pero, ¿la dilatación siempre es dolorosa?, ¿es posible no notar nada durante esa fase?, ¿todas las contracciones tienen la función de facilitar la dilatación?, ¿en esta fase se rompe siempre la bolsa amniótica? A continuación os mostramos las 10 cosas que no sabías sobre la fase de dilatación durante el trabajo de parto
1. Al principio la dilatación no duele
Las primeras contracciones provocan que el vientre se endurezca, son contracciones rítmicas que se producen en espacios temporales de entre 3 y 15 minutos, con una duración de 30 segundos. Estas contracciones iniciales no duelen y a medida que pasa el tiempo son cada vez más frecuentes e intensas. El dolor aparece en el momento en el que el cuello uterino alcanza los 4 centímetros.
2. Cuánto dura la dilatación en un parto primerizo
El tiempo de dilatación puede llegar a ser de hasta 18 horas en casos excepcionales, aunque generalmente se completa entre las 12 y 14 horas. En algunos casos la fase se completa antes, hay que decir que en la dilatación influyen las características físicas de feto y madre. Si se trata de una mujer que ya ha tenido anteriormente un bebé, el tiempo se suele reducir hasta una media de 8 horas.
3. El cuello uterino se acorta
En la primera fase del inicio de la dilatación el cuello del útero se ablanda y se acorta hasta desaparecer, es lo que se denomina “borrado” del cuello uterino, este cambio es el resultado de la acción de distintas hormonas que intervienen en el proceso, como por ejemplo la oxitocina y las prostaglandinas. Una vez concluido el “borrado” se inician las contracciones uterinas.
4. Algunas contracciones no dilatan
A partir del quinto mes de embarazo se pueden sufrir las contracciones falsas o de Braxton Hicks, son un tipo de contracciones que se producen en el útero y la vagina, y sirven de “entrenamiento” para preparar al cuerpo para el momento del parto. Duran unos 40 segundos y las futuras mamás experimentan una ligera presión y endurecimiento de toda la zona, reconocerlas es sencillo, son una simple molestia, no son dolorosas y no son rítmicas como las que se producen durante la dilatación.
5. Cuando acaba el proceso de dilatación
Como ya hemos comentado, el cuello uterino mide unos 4 centímetros de longitud y unos 2’5 centímetros de diámetro, la dilatación altera estas medidas y en principio concluye al alcanzar los 10 centímetros. Pero dependiendo del tamaño del bebé, el tamaño final puede ser inferior a los 10 centímetros o algo superior.
6. Qué ocurre si se interrumpe el proceso de dilatación
Según los especialistas, si la dilatación se detiene durante unas dos horas en un tamaño de entre 3 y 8 centímetros, a pesar de que se haya administrado a la futura mamá oxitocina o se haya roto la bolsa amniótica, posiblemente los expertos realizarán una monitorización fetal y procederán a considerar la cesárea para evitar riesgos para la salud del bebé.
7. Durante el proceso de dilatación no siempre se aprecian las contracciones
Como en toda regla, siempre existen excepciones, algunas mujeres aseguran que no han sentido nada y llegan al centro hospitalario en una fase muy avanzada de dilatación. En este caso, puede deberse a que el cuello uterino esté desgarrado a causa de partos anteriores, que se haya producido una apertura prematura del cuello del útero, o que simplemente son mujeres que tienen poca sensibilidad al dolor.
8. En la dilatación a veces se necesita ayuda
En algunos casos el útero no se adapta bien a la nueva situación, la dinámica uterina no es acorde al avance de la dilatación y al aumento de la intensidad de las contracciones. En este caso se necesita la ayuda de la oxitocina a fin de evitar problemas, pero lo cierto es que generalmente se suele emplear la oxitocina y son pocos los casos en los que no se administre.
9. La bolsa amniótica no se rompe siempre
Durante el proceso de parto ocurre que, en ocasiones, la bolsa amniótica permanece intacta, lo que indica que “no romper aguas” no es una señal de que la mujer no esté de parto. Lo que delata el inicio del trabajo de parto sin las contracciones y la dilatación, por tanto, si no se rompen aguas pero se están sufriendo estas señales, es necesario acudir al hospital. En caso contrario, si no hay contracciones pero se rompe la bolsa amniótica, también será necesario acudir al centro hospitalario. Como curiosidad, merece la pena destacar que en muy pocos casos, se ha llegado a producir un nacimiento sin que se haya roto la bolsa.
10. No se puede comer durante el proceso de dilatación
Durante el inicio del proceso de dilatación las futuras mamás se pueden mover, se pueden duchar, arreglarse y prepararse para ir al hospital, pero los especialistas recomiendan que no se coma nada, pero si se podrán tomar líquidos.
Esperamos que con estas preguntas y respuestas podáis tener resultas algunas de las dudas que nos habéis planteado.
Foto | Daia
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10 cosas que no sabías sobre la fase de dilatación