Como madre o padre, consciente o inconscientemente, todos alguna vez hemos corrido mentalmente hacia el futuro y hemos imaginado a nuestros hijos de determinada forma. Y muy probablemente los hemos "visto" tal cual nos gustaría que fueran, con unas determinadas cualidades que consideramos importantes y que seguro intentamos ayudarles a desarrollar.
Lo ideal es que esa ayuda se dé en forma de ejemplo, pero, al menos en mi caso, no siempre es así.
Hay determinadas cualidades que aprecio en las personas y que me gustaría que mis hijos tuvieran, pero yo no solo no las tengo, sino que puede que incluso la falta de ellas suponga algunos de mis defectos.
A continuación, voy a citar algunas de las cualidades que me gustaría que tuvieran mis hijos divididas entre las que creo poseer, y por lo tanto puedo ser ejemplo para mis hijos, y las que no tengo y, por consiguiente, además de hacer algo por cambiarlo en mí, deberé esforzarme más si quiero que ellos las desarrollen.
Por supuesto, no están todas las que son, ni siquiera estas tienen por qué ser las más importantes. De hecho, faltan algunas muyyyy importantes. Estas son solo eso... algunas.
AUTOESTIMA. Y es que creo que es una cualidad imprescindible para estar sano mentalmente y para desarrollar a su vez muchas otras cualidades. Deseo que mis hijos se valoren, se quieran a sí mismos y se sientan queridos; que confíen en su potencial. La autoestima ayudará a que actúen con seguridad y según sus principios.
ASERTIVIDAD. En mí es una cualidad aprendida. Nunca he gozado de ella hasta acabada la universidad, pero rodearte de personas asertivas, ver en ellas lo que a ti te gustaría ser (en lo que a asertividad se refiere, que es de lo que hablamos) y darte cuenta de que la asertividad no está reñida con la educación, sino al contrario, pues ayuda. Y para mí es importante que mis hijos sean asertivos, tengan la valentía de defender sus derechos, sus principios e ideas sin dejarse menospreciar (a menos que corra peligro su integridad física), y además hacerlo sin resultar duro o agresivo.
HONESTIDAD. Ser honrado es una de las cualidades que más valoro en otra persona; creo que mi padre ha influido mucho en esto. Espero que mis hijos vayan con la verdad por delante, pese a las posibles consecuencias, y anteponiendo lo que es justo. Y sobre todo espero que sean honestos consigo mismos.
EMPATÍA: Siendo niña mi sabio padre me dijo " nunca desees para otro lo que no quieras para ti" y desde entonces lo llevo cual tatuaje y se lo repito a mi hija cuando surge la ocasión. Es como lo de " no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti ", y para eso has de ser empático, has de ser capaz de ponerte en el lugar del otro, de reconocer sus emociones y ser sensible al dolor que puede suponerle un acto. Desconozco qué dicen los expertos, pero me da que esta es una de las cualidades que más tarda y más cuesta desarrollarse, con lo importante que es. Por llegar a un extremo, si ya de niños fuéramos más empáticos, seguro que existirían menos casos de acoso escolar.
TOLERANCIA: para mí es una cualidad importantísima para poder tener una relación íntima con una persona; me costaría mucho tener como pareja o como amigo íntimo a alguien que no soporta ni respeta las diferencias, e incluso las ataca, aunque sea verbalmente. La tolerancia ayuda a ser más objetivos, más justos y más comprensivos. En mi mano está que mis hijos me vean así y aprendan de ello. Además, la tolerancia también está relacionada con la flexibilidad, tan importante cuando tenemos hijos, y sin que esté reñido con la firmeza. De hecho, yo me considero una persona bastante firme a la hora de educar a mis hijos, pero intento aplicar cierta flexibilidad que hace que no me aferre a mis planteamientos "porque sí" y sin ver más allá.
CONSTANCIA: Ayyy... la constancia. Me cuesta tanto mantener hábitos...: Horas de sueño, desayuno diario, ejercicio... Pero a la vez creo que es muy importante tener esta cualidad; al fin y al cabo está relacionada con el esfuerzo, con la lealtad, con la responsabilidad. Con lo fan que soy yo de la organización, he aquí mi talón de Aquiles. Y lo peor es que creo que es una cualidad difícil de inculcar a los niños si no es con el ejemplo.
CREATIVIDAD: Pues sí, me gusta ver a mis hijos expresar su creatividad, hagan lo que hagan - miento, siempre no me gusta -. Me habría encantado ser creativa, pero este es otro de los dones que la madre naturaleza no me otorgó. Por suerte está Pinterest, Instagram y cientos de blogs llenos de ideas chulísimas que ayudan a tapar en parte esa torpeza delante de tus hijos. Pobres, ellos que creen que su madre tiene ideas buenísimas. Pero más allá de ser capaz de hacer cosas bonitas o entretenidas, la imaginación ayuda a ser persona de recursos y eso, queridos, es útil más de una y de dos veces en la vida.
PUNTUALIDAD: Este es EL DEFECTO. Mi mayor defecto sin duda alguna, o eso creo. Y mirad que lo intento, pero fallo. Pero no penséis que llego tarde a los sitios porque me estoy rascando la barriga o porque soy tranquila; lo más seguro es que si llego tarde sea porque estaba acabando cualquier cosa. Porque no sé si es una virtud o un defecto, pero es superior a mí lo de tener que acabar lo que estoy haciendo. Y aquí sí que estoy vendida y siento que arrastro a mis hijos. Y si encima tu pareja es igual o peor que tú pues...
DECISIÓN, DETERMINACIÓN: No me refiero a ser decidida y perseverante frente a grandes cuestiones, sino más bien a esas pequeñas dudas que surgen cuando estás de compras y no te decides entre el jersey rojo, el estampado o el transparente y acabas volviendo a casa sin ninguno. Y es que no me decido entre obedecer a mi 90% de prágmática o a mi 10% de loca e impulsiva. Y como digo, esto son cosas banales, pero me temo que va muy ligado a lo que decía antes de perseverancia y decisión ante cuestiones importantes. De ahí que sea una cualidad que me gustaría que mis hijos tuvieran. Por suerte creo que es algo que si trabajo puedo llegar a conseguir mejorar.
FAMILIAR: Y esta es quizá la más chocante de todas, porque considero la familia una de las cosas más importantes en la vida de las personas y porque no quiero pensar en que mis hijos y yo lleguemos a lo que he llegado yo con mis padres. Y es que puedo pasarme días, muchos, sin ver y, si te descuidas, sin hablar con mis padres o mis hermanos. Y no penséis que vivimos lejos unos de otros, que vivimos en la misma ciudad, a 10 minutos máximo andando. Fatal, lo sé. Y lo peor es que a pesar de decirme cada día que de hoy no pasa, entre mil quehaceres e incompatibilidad de horarios, acaba el día y sigo sin saber nada de nadie. Bueno, a menos que me llamen ellos. En esto puede que también haya tenido mucho que ver otro dicho de mi padre: " yo con saber que estáis bien..." De hecho cuando viene a casa a vernos no está más de 5 minutos. Nos ve y con su " Ea! " se despide. Mis hijos le llaman el abuelo Ea, no os digo más. En fin, que no es que yo no posea esta cualidad, sino que la dedico casi exclusivamente a mi "nueva" familia, a la que he formado yo. Por supuesto, esto tengo que mejorarlo a la de ya, con lo que me gustan a mí las familias unidas que hacen mil cosas juntos (aunque sin obligaciones, que me gusta ir a mi bola con mi marido y mis hijos).
Imagino que si habéis sido capaces de llegar hasta aquí (¡enhorabuena! y ¡mil gracias!) no os importará contarme qué cualidades os gustaría que desarrollaran vuestros hijos. ¿Creéis que les ayudáis a conseguirlo? Y, lo más importante, ¿¿¿¿¿cómo lo hacéis?????