No existe vida sin dificultades. De hecho, estar vivo también es afrontar los conflictos. Por esta razón, conviene cambiar la percepción que tenemos de las dificultades para comprender que lejos de ser un límite negativo son una oportunidad para el desarrollo personal y el crecimiento interior. El mayor foco de sufrimiento, en la mayoría de las ocasiones, no procede de la realidad en sí misma sino de las interpretaciones que hacemos de ella. Simplificar los problemas es un primer paso para ganar sabiduría ante ellos.
Por eso en 3Contigo te sugerimos estas 10 estrategias para simplificar los problemas de la vida:
- Evita la visión en forma de túnel. Esa que te lleva a fijar la atención, únicamente, en el foco de la preocupación. Tendemos a limitar nuestra visión como consecuencia del miedo que nos bloquea. Sin embargo, busca distracciones, intenta mantenerte ocupado en actividades con sentido. Todo ello te ayudará a tener una perspectiva más amplia de la vida.
- Deja el orgullo de lado. No solo te quitarás un gran peso de encima sino que además, te acercas más a la verdad de tu propia esencia y dejas que los demás te vean tal y como eres.
- No te centres tanto en el conflicto en sí mismo y busca una forma de resolverlo. Todo tiene solución menos la muerte. Hacer caso de la sabiduría popular es un buen anclaje para recuperar la perspectiva.
- Si te dices que no puedes, seguramente, así será. Por el contrario, si te posicionas en la positividad de creer que sí puedes lograr aquello que te propones, es probable que así sea. O al menos, te darás realmente la oportunidad de comprobarlo.
- Si quieres mantener una conversación personal importante con una persona con la que has tenido un conflicto, hazlo mirándole a los ojos. El contacto visual también comunica y además, inspira una mayor confianza. Pero si no te sientes preparado para tener un contacto cara a cara, no cierres la puerta al diálogo. Busca otras opciones, por ejemplo, una primera conversación telefónica.
- Tú no puedes cambiar las decisiones de los demás, tampoco de las personas que más quieres. No puedes hacerte responsable de sus elecciones.
- En tus conversaciones con los amigos, evita centrar la conversación únicamente en tus preocupaciones, frustraciones y quejas. Escuchar a los demás te ayudará a aprender de otras historias.
- Escribe un diario. Es una rutina sencilla que te ayudará a darte cuenta de que aquello que hoy te preocupa como presente, en breve será pasado.
- Decide ser feliz como una elección. Es evidente que si tienes un conflicto que te afecta personalmente, es difícil estar en una nube de felicidad. Sin embargo, intenta graduar tu nivel de satisfacción para evitar caer en el dramatismo de la compasión.
- Ten paciencia, cuanta más mejor. La paciencia no es una forma de resignación. Sino el modo a través del que aprendemos a aceptar la realidad tal y como es.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
Coaching personal, profesional y para la salud en Madrid y Figueras.
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