10 formas de evitar que su hijo muerda
10 formas de evitar que su hijo muerda
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Desde el día en que nacemos, utilizamos todos nuestros órganos sensoriales para tomar información exterior y formar ideas sobre cómo funciona el mundo. Los bebés miran, escuchan, huelen, tocan y prueban. ¡A veces lo que queremos y a veces lo que no queremos! A medida que crecen, los niños aprenden las reglas de la sociedad sobre qué comportamiento es el apropiado, pero otras veces a nuestros hijos, les puede llevar bastante tiempo cómo comunicar sus sentimientos y deseos.
Una de las áreas en las que muchos niños pueden llegar a tener dificultades en algún momento es morder. La boca es increíblemente sensible, por lo que los niños pequeños tienden a usar la boca para investigar la superficie o la forma de un objeto. Los movimientos repetitivos de succión o mordedura también pueden producir un efecto de calma. Además, los niños pequeños pueden recurrir a la mordedura como una forma de comunicar una necesidad o emoción cuando aún no han adquirido el lenguaje necesario para expresarse. Algo similar a las razones subyacentes cuando golpean o tienen una rabieta.
Debido a que se acostumbran a usar la boca para explorar el mundo que los rodea, para comunicar sus deseos sin lenguaje y para calmarse, a los niños se les debe enseñar específicamente que morder a otros para atender estas necesidades no está bien y que necesitan expresarse de otras maneras.
Casi todos los niños muerden, pero la mayoría se detendrán después de que se les indique que lo hagan (aunque es posible que tenga que repetir la lección varias veces). Para cuando un niño ha cumplido los tres años, morder debería ser raro. Si después de esta edad todavía muerden mucho, debería ser una prioridad principal, para los padres, abordar el comportamiento y los problemas subyacentes.
Algunas ideas para tratar con niños que muerden :
1.- Cuando vea que su hijo muerde a alguien, use una voz tranquila para recordarle que no se permite morder. Use una frase breve que reconozca sus sentimientos, como: “Sé que estás enfadado, pero morder no está bien. Morder duele “.
2.- Retire a su hijo de la situación. Dile que necesita calmarse y no lastimar a nadie. Usted debe atender y enfocarse en la víctima de la mordedura; para que aprenda que es el receptor el que capta la atención y no el que muerde. Si el niño que ha hecho la mordida está tranquilo, considere el dejarle que ayude a consolar a la víctima.
3.- Después de que el incidente haya terminado, pregúntele a su hijo qué quería y qué podría haber hecho para obtener lo que quería en lugar de morder. Dele tiempo para que tenga ideas, pero hágale sugerencias si su hijo no puede encontrar ninguna.
4.- Enséñele empatía a los demás pidiéndole a su hijo que imagine lo que se siente al ser mordido. Sin embargo, tenga cuidado de no castigar la mordida con una respuesta física, como dar nalgadas o decirle al niño que fue mordido para morder; Al hacerlo, estarás contradiciendo tu mensaje de que es inaceptable expresar enojo o frustración lastimando físicamente a los demás.
5.- Enseñe a su hijo frases cortas para repetirse a sí mismo cuando quiera morder a otras personas, tales como: “Morder es solo para comer”. Además, su pequeño, también puede aprender frases fáciles para expresarse como una alternativa al mordisco, como por ejemplo: ” estoy enfadado”
6.- Dele a su hijo mucha atención, en cuanto a usar formas alternativas de expresarse, especialmente en situaciones similares a cuando mordió , pero no se refiera al mordisco. Sea específico, como : “Noté que te enfadaste cuando tu hermano no compartía sus bloques contigo”.
7.- Esté atento a los momentos en que puede enseñarle a su hijo a morder en un entorno natural. Por ejemplo, si ve animales mordiéndose entre sí, hablele sobre que muerden porque no pueden hablar. Pídale a su hijo que se imagine lo que dirían si pudieran hablar. Infórmese con libros sobre morder y léalos juntos; también puede buscar libros que traten con personajes que resuelvan sus problemas de maneras que no involucren medios físicos.
8.- Escriba las situaciones en las que ocurre la mordida. Anotando cosas tales como la hora del día, el estado de ánimo del niño, las características del entorno (por ejemplo, ¿es muy ruidoso, está lleno de gente?) Y lo que sucedió justo antes de morder. ¿Ves un patrón común?… ¿Su hijo tiende a morder solo cuando está cansada o hambriento?etc… Evitar los mordiscos puede ser tan simple como hacer algunos cambios hasta que su hijo crezca sin la necesidad de morder para expresarse. Intente anticiparse a situaciones en las que su niño pueda morder y romper el patrón de mordedura antes de que se convierta en una respuesta automática para evitar la frustración, el hambre o la sobreestimulación.
9.- A veces los niños muerden para ejercer control sobre su entorno. Puede seguir unas rutinas para que su hijo sienta una sensación de predictibilidad. Deje que tome decisiones sobre lo que quiere hacer en la medida que sea posible.
10.- Mire su propio comportamiento para ver si está enviando accidentalmente mensajes de que morder está bien. Si su hijo está pasando por un período de mordiscos, trate de evitar fingir morderlos cuando juega con ellos (por ejemplo, diciendo “Eres tan lindo, ¡solo quiero comérte!”) O dando pequeños mordiscos de amor. Los niños pequeños no pueden hacer la distinción entre lo que es lúdico y lo que puede lastimar a los demás. También es posible que no puedan controlar sus mandíbulas en la misma medida que los adultos. En general, sea un buen modelo a seguir para su hijo al tratar de mantener la calma cuando se enfrenta a situaciones frustrantes, en lugar de manejarlo agresivamente y / o con una respuesta física.
Si su hijo continúa mordiendo a pesar de usar algunas de las ideas anteriores (y particularmente si su hijo sigue mordiendo mientras la mayoría de otros niños de su edad ya no muerden), consulte a su pediatra, ya que puede haber dificultades físicas o de desarrollo que deban ser tratadas y dirigidas.