Tengo una batalla personal contra la manicura francesa. Cada vez que me toca hacerla en el trabajo maldigo por mis adentros al que se le ocurrió hacer esa manicura y al que la puso de moda hasta el punto que cualquiera la lleva, y de cualquier manera.
Las he visto de todas formas: anchas, estrechas, mini, sonrientes, rectas, de color... y algunas están mejor que otras, por supuesto, pero por lo general: NO. Y como aún queda mucha gente que vive ancladas en el pasado, aquí tenéis mis 10 motivos para no llevar manicura francesa.
1. Es aburrida.
¿Se puede ser más peñazo que una manicura que simula que no llevas manicura? Aburrida, aburrida, aburridísima...
2. Cansa llevar siempre la misma manicura.
Si me cansa llevar más de 5 días seguidos un tono de esmalte o un diseño de uñas por divertido que sea, imaginad la misma línea blanca insulsa en la punta de la uña durante semanas y semanas... ¡o meses! Cansinas, que sois unas cansinas.
3. No es 'muy natural'.
Es más bien algo no natural simulando naturalidad, cuando realmente todos vemos que es algo forzadísimo, ya que pocas chicas gozan de una línea blanca uniforme en todas las uñas, y mucho menos el brillo. Tienen de natural lo que el pan de molde que anuncia Punset.
4. No 'pega con todo'.
Lo digo porque es una frase que escucho mucho de mis clientas, cuando la realidad es que ir en vaqueros y moño con una manicura francesa no pega NADA, por no hablar de los leggins o del chandal de ir a comprar al súper. Tampoco pega con shorts ni ropa veraniega tipo vestidos de flores. En mi opinión, cuando se quiere tirar de clásicos, mejor apostar por un rojo.
5. Esta demodé.
La manicura francesa y los pantalones de pana andan ahí a la misma par, en la isla de lo pasado de moda junto con las botas de cowboy, el Fotolog y los relojes de bolsillo.
6. Y aun así la lleva todo el mundo.
Y cuando digo todo el mundo es TODO EL MUNDO, de cualquier tipo de etnia, religión o clase social. La manicura francesa es como el estampado de leopardo, que consiguió unir a pijas, chonis y punkis.
7. No queda fino ni elegante.
En mi opinión, rara vez una manicura francesa queda elegante. He de decir que quedan absolutamente preciosas en algunos tipos de uñas, pero son muy muy concretos y no todas tenemos las uñas igual. Cuando tenemos las uñas 'de cualquier forma' no hay que llevar la francesa porque se nos meta entre ceja y ceja; es como la ropa, si algo no nos queda bien es mejor dejarlo en la tienda.
8. No son aptas para cualquier tipo de uñas.
Esto viene relacionado con lo anterior. Yo digo NO a la manicura francesa en uñas con muy poca base, puesto que se ven poco estilizadas, y también en uñas muy anchas, ya que las ensancha aún más.
9. Hay infinitos colores para llevar en las uñas.
Sólo hace falta ir a una perfumería y ver todos los colores que hay en cada marca, y de cada marca varios tonos, con distintos subtonos, variaciones y acabados. ¡Alguno te tiene que gustar!
10. Y miles de diseños bonitos.
¿¡Qué voy a decir yo?! Nada como un diseño en las uñas, y los hay para todos los gustos: divertidos, elegantes, infantiles, primaverales, sobrios... ¡ánimate!
Pero como siempre, todo esto es mi opinión y no pretendo ofender a nadie con mis argumentos. Si queréis ser sosas y anticuadas y llevar la manicura francesa, sois libres de hacerlo :P Aunque si queréis dar un pequeño paso, os tengo preparado un especial con manicuras francesas alternativas, ¡pronto en el blog!
¿Manicura francesa clásica sí o no?