Revista Cine

10 "opening titles" en las series que cambiaron nuestras vidas

Publicado el 24 julio 2015 por Lord_cacafuti @lamiradadifusa

Lo sé, tras los mejores "open credits" de cine que elaboré hace unos meses, prometí hacer una antología de los mejores títulos de crédito vistos en las series. Pero ya sabéis, entre unas cosas y otras, uno lo va dejando, además esto no es Jot Down, lamentablemente carecemos de becarios y redactores súper ingeniosos para elaborar artículos medio decentes, estamos abiertos a todo tipo de colaboraciones...
Dicho esto, aquí os dejamos con los mejores 10 títulos de crédito en las series que nos han dejado atónitos, por su originalidad, por su estética y por su buen gusto por el diseño gráfico, independientemente de la calidad de su producto final.

10: DEXTER
Posiblemente, el mejor opening que se haya realizado en los últimos años, especialmente por el detalle con el que está dirigido. Lo que algunos pueden ver como alusiones al homicidio, en realidad son magníficos planos del día a día de cualquier persona (por algo se titula Morning Routine). 
9: JUEGO DE TRONOS
Poco puedo añadir a esta excelente puesta en escena de la serie, como si fuese un tablero de juego donde todas sus piezas y reinos se despliegan poco a poco, listas para un mapa interactivo preparado para una partida de rol y de conquistas...
8: HOUSE OF CARDS
Un preciso "time-lapse" de la ciudad de Washington y una banda sonora sugerente son suficientes para esta secuencia que nos prepara para toda clase de perversiones políticas. ¿Porqué no hacemos un "House of cards" patrio con su "time lapse" de la calle Génova y el Congreso de los Diputados incluídos? Sería épico.
7: TWIN PEAKS
De acuerdo, los títulos de crédito de “Twin Peaks” no son espectaculares ni dan tanto miedo como la serie, pero se las apañan muy bien para que resulten hipnóticos con esa mezcla de planos de la naturaleza que parecen sacados de un documental de La 2.
6: AMERICAN HORROR STORY
Fotografías en color sepia, cristales rotos, bebés en jarros, animales extraños, sótanos repletos de instrumentos de tortura, calaveras, tijeras ensangrentadas y fuego, mucho fuego. Si los creadores de “American Horror Story” se habían planteado acojonar al personal con sus títulos de crédito, lo consiguen por completo. Claramente esta estética bebe de las fuentes de "Seven".

5: A DOS METROS BAJO TIERRA
Imágenes metáforicas sobre la vida y la muerte, formol, cuervos negros, lápidas, rigor mortis, toda una concatenación de imágenes que nos sugieren cual es el elemento central y el motor que hace rodar esta gran serie mítica.

4: PENNY DREADFUL

Los títulos de crédito de Penny Dreadful aportan una idea de lo que la serie muestra en su metraje: los insectos, la sangre, las cruces que representan la religión y el exorcismo, los utensilios médicos o las cicatrices se intercalan con las imágenes de los personajes. Es el universo de la serie. Directo y conciso. ¿Para qué más?
3: THE WALKING DEAD

En poco más de 30 segundos, los títulos de crédito de The walking dead, condensan ese futuro post-apocalíptico, estancias vacías, ciudades abandonadas, soledad y desolación, y no aparece ningún "caminante" como elemento central de esa presentación, toda un declaración de intenciones, dejando a estos seres como meros elementos secundarios.
2: MISFITS
Otro "opening title" que va directo al grano, sencillo, sin demasiados recursos de creatividad gráfica pero adrenalítico gracias a la banda sonora de The Rapture.




1: TRUE DETECTIVE

Y el número 1, no puede ser otro que la apabullante presentación de "True Detective", todo un prodigio del diseño gráfico y de la estética, excelente utilización de las imágenes, utilizando como pantalla esas siluetas de los protagonistas y otros elementos, de los colores elegidos y por supuesto de la canción que acompaña a las imágenes: Far from any road de The Handsome Family
Pónganse a ver la televisión y fíjense como en muchos anuncios y telepromociones están copiando esta técnica hasta la saciedad.
En la segunda temporada de la serie creada por Nic Pizzolatto, la estética sigue, pero ya no es lo mismo, echo de menos ese blanco nuclear y esos campos de Lousiana.
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