Hubo una época, a mediados de los 80 y en la primera mitad de los 90, donde el aura de malditismo sobrevolaba a muchos cineastas. Por aquel entonces internet no era nada y los que ansiábamos ahondar en nuevas experiencias cinematográficas, nos veíamos leyendo toda clase de fanzines para descubrir al director de culto que nos recomendaban en aquellas páginas que tanto nos hicieron disfrutar.
Hoy día la cosa ha cambiado, gracias a la globalización y al poder de los motores de búsqueda de la red, así como a los blogs y foros de cine, prácticamente todos los directores tienen su público, por muy minoritario que éste sea.
Todo esto viene a cuento de la lectura que acabo de finalizar del libro de Augusto M. Torres, "300 directores malditos", editado por Cátedra.
Este ameno, curioso e interesante libro, más que libro en sí, una guía de películas a descubrir y directores a reivindicar que se puede revisitar cientos de veces, hará las delicias de los que, como yo, quieran adentrarse en filmes y filmografías de cineastas, mejores o peores, que han sido ninguneados por la crítica y que han visto cómo el público no les prestaba atención, ya sea de forma voluntaria o por desconocimiento de su existencia.
Alejándose de la comercialidad y el mainstream, Augusto Torres hace un repaso (alfabético) a algunos directores perseguidos por Joseph MacCarthy y su ridícula "Caza de Brujas", a los cineastas que Stalin prohibió realizar su trabajo por ser contrarios a sus nobles ideales, a aquellos que murieron demasiado pronto y se quedaron a las puertas de convertirse en mito (el gran Zulueta), a aquellos que, aún no siendo su profesión, han rodado una o dos películas con relativo éxito (ahí tenemos a Charles Laughton, por ejemplo), a los directores del cine mudo que ya nadie recuerda, a los de paises que ni tan siquiera tenemos en nuestras mentes, a los que han necesitado décadas pra que se les comenzara a valorar (Edgard G. Ulmer), a los que todos conocemos como malditos (como Llorenç Llobet-Gracia), a los que sorprendieron a propios y extraños con una ópera prima que fue una obra maestra y no han conseguido salir de la sombra de aquello (Dennis Hopper), a aquellos que aún siendo grandísimos profesionales y tienen en su haber películas indispensables, pasan sin pena ni gloria por nuestras carteleras y por las estanterías de nuestras tiendas habituales...
Es por ello, por la incesante necesidad de experimentación que requiere mi intranquila mente, que me he puesto a investigar algunas de las películas aquí mencionadas y les traigo diez títulos que les recomiendo encaceridamente que visionen (algunas de estas diez ya la conocía y otras han sido todo un descubrimiento). Creo que no lo lamentarán.
He aquí mis diez recomendaciones:
1- "Los dinamiteros" (1963), de Juan G. Atienza.
2- "Phase IV" (1973) Saul Bass.
3- "Mala sangre" ("Mauvais Sang", 1980), Leos Carax.
4- "Los Climas" ("Iklimer", 2006), Nuri Bilge Ceylan.
5- "High Art" (1998), Lisa Cholodenko.
6- "¿Dónde yace tu sonrisa escondida?" ("Onde jaz o teu sorriso", 2001), Pedro Costa.
7- "Los pájaros van a morir al Perú" (Les oiseaux vont mourir au Pérou", 1968), Romain Gary.
8- "La mujer zurda" ("Die linkshäendige frau", 1978), Peter Handke.
9- "Vida en sombras" (1948), LlorenÇ Llobet-Gracia.
10- "Los abismos" ("Les abysses", 1962, Nikos Papatakis.