11 consejos para evitar lesiones cuando haces ejercicio

¿Eres de las que con la llegada del buen tiempo recuperan el buen hábito de hacer ejercicio de manera regular y andas preparándote para un verano en forma?
O por el contrario, ¿has decidido subir un puntito la intensidad de tus entrenamientos?
Sabido es que el ejercicio tiene múltiple beneficios para nuestra salud, tanto física como mental. Sin embargo, nadie está a salvo de inoportunas lesiones que hacen que todas nuestras buenas intenciones queden a un lado. A veces, vienen por hacer la actividad adecuada demasiado tiempo o demasiado frecuentemente. Otras veces, es por hacer la actividad adecuada de manera incorrecta, o en ocasiones cuestión de elegir la actividad incorrecta para nuestro cuerpo o condición física.
 Para que puedas disfrutar del ejercicio minimizando el riesgo de lesiones hemos preparado los siguientes consejos:
 1. Conoce tu cuerpo
 Uno de las mejores maneras de evitar lesiones es conocer las limitaciones de tu cuerpo. No es solo evitar algunos ejercicios hasta que estés en forma, que también. Sino conocer tus debilidades para evitar el tipo de actividad que pueda incidir en ellas. Por ejemplo, si tienes problemas de rodilla, será mejor evitar la carrera o subir escaleras por la bicicleta estática o elíptica, donde el impacto es mucho menor.
2. Déjate aconsejar por un profesional 
Si no tienes claro cómo o por dónde empezar, un buen monitor podrá ayudarte a empezar de manera segura y enseñarte qué ejercicios hacer y sobre todo como hacerlo. No necesitarás muchas sesiones para ser independiente, pero ese aprendizaje inicial puede evitar muchas lesiones.
3. Incrementa gradualmente la intensidad y el tiempo
No dejes que tu entusiasmo te pueda. Empieza con calma y construye desde ahí. Poco a poco, ve subiendo la intensidad progresivamente. La clave es la persistencia, y una inoportuna lesión puede arruinar tus buenas intenciones.
4. Calienta antes del ejercicio
No necesitas ninguna técnica especial. Caminar, trotar un poco, o simplemente el mismo ejercicio a una intensidad baja te ayudaran a reducir riesgo de lesión.
5. Si tienes molestias, acude a un profesional 
Si durante tus sesiones notas molestias inesperadas, mejor consulta a un profesional. No esperes que remita ni pienses que con más intensidad se pasará. Posiblemente, lo que hagas sea agravarlo más. Más vale pecar de prudente que de arriesgado. Si no conoces ninguno, una alternativa para buscar es Doctuo, donde puedes encontrar médicos de diferentes especialidades y localidades con información personalizada. En mi caso, por ejemplo,  si tuviera un problema de rodilla, podría buscar traumatólogos en Madrid.  Una recomendación es tener tu propio especialista de confianza, que te conozca y pueda aconsejarte.
6. Ten presente tu alimentación
Aunque parece una recomendación básica, no comas antes de tu entrenamiento. De hecho, cada vez más voces recomiendan un cierto tiempo entre comida y entrenamiento. Ten un cierto nivel de reservas adecuado al entrenamiento que vayas a hacer.
7. Mantén unos niveles adecuados de hidratación
La deshidratación puede arruinar tu entrenamiento, por lo que permanece bien hidratado. Bebe algo una hora antes de entrenar y ten a mano agua en tus entrenamientos para recuperar lo que sudes.
8. Escucha permanentemente a tu cuerpo 
Si experimentas cualquier mareo, dolor o molestia, para. Es tu cuerpo que quiere decirte que algo no va bien. Forzar más allá del dolor es la manera más rápida de lesionarte. Si no te sientes bien, tomate un tiempo para recuperarte. Cambiar tu manera natural de ejercitarte para evitar el dolor no hace sino crear un problema en otra parte de tu cuerpo.
9. Busca tiempo para descansar y recuperarte 
No solo es dormir el tiempo adecuado, los días de descanso son parte ineludible de tu programa de entrenamiento, como cualquier otra sesión. Ayudar a asentar lo trabajado y a que el cuerpo encaje mejor el esfuerzo que queda por venir. Demasiado entrenamiento es contraproducente, aunque no te lo parezca.
10. Varía tu ejercicio
Combinar diferentes ejercicios, actividades o deportes no solo reduce el potencial aburrimiento del entrenamiento, sino que al combinar el uso de diferentes grupos musculares, se minimiza el riesgo de sobrecargar siempre los mismos músculos, las mismas articulaciones.
11. Equípate de manera adecuada para tu deporte
Te sorprendería saber cuántas lesiones vienen producidas por unos pantalones que rozan, unas zapatillas pequeñas o unos calcetines de mala calidad. Y es que hasta la más pequeña ampolla puede tener un efecto devastador en tu programa de ejercicios.
Recuerda que es mejor parar un día por prudencia que un mes por lesión.
Paso a paso, poco a poco,  ¡no dejes que las lesiones reduzcan tu capacidad de cuidar de tu salud!