Viajar es algo maravilloso que nos permite entender el mundo de una manera más profunda, nos amplía el corazón y la mente, nos sana del estrés del día a día y nos obliga a tomarnos tiempo para nosotros mismos, cosa que a menudo nos cuesta en el día a día.
Pero viajar (como tantas cosas en esta vida), si no se hace de forma racional y consciente, puede ser muy poco sostenible y ecológico. ¡O todo lo contrario! Si te lo propones, puedes practicar un turismo sostenible, tan sostenible como el resto de tu vida.