Revista Cine

12 años de esclavitud (Twelve years a slave; U.S.A.-Gran Bretaña, 2013)

Publicado el 06 enero 2014 por Manuelmarquez
12 años de esclavitud (Twelve years a slave; U.S.A.-Gran Bretaña, 2013)

* Apuntes sobre 12 años de esclavitud (Twelve years a slave; U.S.A.-Gran Bretaña, 2013), de Steve McQueen, con Chiwetel Ejiofor y Michael Fassbender.-

NOTA PREVIA.- La presente reseña, sin constituir estrictamente una crítica, contiene alusiones a aspectos fundamentales de la trama de la película, lo cual se advierte expresamente en interés de quién aún no la haya visto y prefiera ignorar los mismos.

Los últimos estertores de la cartelera del recién finiquitado año 2013 nos han regalado una de las entregas más impactantes y valiosas del año, la que constituye el estreno de la última cinta de Steve McQueen, '12 años de esclavitud' (Twelve years a slave; U.S.A.-Gran Bretaña, 2013), todo un alegato vibrante e intenso contra el racismo en Estados Unidos en el siglo XIX en formato de drama capaz de combinar el lirismo y la brutalidad a través de un repertorio de imágenes brillantemente trazadas, capaces de suscitar una inusual coincidencia (a la que me sumo sin la más mínima objeción) en una crítica cinematográfica que no ha tenido reparo alguno en caer rendida ante los méritos de la propuesta.


Como toda obra de calado, cabe encontrar en el entramado y desarrollo narrativos de '12 años de esclavitud' un sinfín de líneas temáticas de interés, en todas las cuales han venido a incidir las innumerables reseñas que se han ocupado de ella: desde las más obvias, por su peso argumental, que son las que giran en torno a su eje central (el ya mentado de la esclavitud), hasta muchas otras que orbitan alrededor de ésta: la capacidad de resistencia de los humanos ante la adversidad; la necesidad de adaptación a un entorno hostil como mecanismo de supervivencia; el encaje de la violencia como una vivencia cotidiana; la incongruencia de compatibilizar la profesión de una fe religiosa supuestamente piadosa con prácticas inhumanas; el miedo al conocimiento como fuente de peligro; o la desesperanza como amenaza latente ante una prolongación inesperada de una situación a priori inimaginable; por citar algunas de ellas, especialmente significativas.
Pero hay una que a mí me ha llamado particularmente la atención (y en la que quizá no se ha incidido tanto como en las arriba citadas), y que es la que atañe a la influencia del azar en los devenires vitales, un elemento que siempre ha tenido un peso importantísimo en un cine tan alejado estílistica y tonalmente de esta cinta como es el de Woody Allen, y que, en este caso, constituye un punto de arranque que se erige en premisa a partir de la cual se desarrolla toda una peripecia posterior, trágica y ominosa, erigida en tronco central del relato. McQueen pone especial cuidado en retratar, al principio de su película, a un Solomon Northup instalado en una posición económica, social y familiar firmemente asentada y acomodada: profesionalmente reconocido por sus buenas dotes como violinista, tenido en buena estima por sus honorables vecinos, rodeado de mujer y dos hijos e instalado en una vivienda de categoría estimable, todos sus signos externos de vida (vestimenta, solvencia monetaria, trato de sus cercanos) lo sitúan más cerca del status de aquellos que, posteriomente, serán sus dueños y torturadores que de esa triste y penosa condición a que un penoso y casual episodio criminal lo terminará abocando.

Un episodio que, adaptado al contexto actual, y en la medida en que todo puede llegar a convertirse en efímero y circunstancial, le puede ocurrir, en último extremo, a cualquiera. A tí, a mí, a los nuestros, a los demás. A cualquiera revestido de la frágil y quebradiza condición humana, una esencia sin blindaje ni defensa ante el papirotazo con que la vida nos quiera abatir. Algo que esta extraordinaria película, '12 años de esclavitud', a través de la historia que cuenta, nos ayuda a recordar: nada desdeñable aprendizaje...

* Con motivo de su reapertura en este nuevo año, este establecimiento quiere desear a su distinguida clientela un muy feliz 2014...


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