
mejor vida
Alguna vez te has preguntado qué es lo que se interpone entre tú y tu mejor vida.
Mucha gente se la pasa todo el tiempo preguntándose por qué no pueden llegar a ser lo que quieren ser o vivir la vida que desean llevar.
Pareciera que para éstas personas es algo de suerte o que simplemente pertenece al terreno de lo mágico.
He escuchado a mucha gente decir que ciertas personas del deporte o de cualquier disciplina, han logrado el éxito en sus vidas porque han tenido mucha suerte. Algo así como una especie de ángel de la guarda que les otorga todo lo que ellos desean.
Nada más fuera de la realidad.
Porque mis estudios sobre el factor éxito proviene de un trabajo de perseverancia y preparación. De aprovechar las oportunidades y seguir una serie de pautas para alcanzar el último eslabón de la existencia humana: la autorrealización.
Y ni siquiera ese debe ser el fin. Ya que mientras vivamos y nuestros cerebros lo permitan, siempre debemos aprender, actualizarnos y vivir aún más el presente.
Pero bien, para no alejarnos de la premisa principal, aquí te dejo unas preguntas que deberás hacerte para saber lo que se interpone entre tú mism@ y tu mejor vida:
1) ¿Soy inconsistente en lo que hago? Si nunca terminas nada de lo que te propones, debes empezar a hacer ciertos cambios en tu vida.
2) ¿Tengo una buena actitud ante la vida? Puedes elegir tener una buena actitud o mala actitud. La elección es sólo tuya.
3) ¿Necesito siempre la aprobación de los demás? Deja ya de pensar que los demás deben aprobar tus acciones, ideas y pensamientos. No es necesario, así que piensa de una buena vez que eres mucho mejor de lo que piensas. Eres un ser grande y maravilloso.
4) ¿Esperas mucho de las demás personas? Esto te traerá muchas frustraciones. Así que olvídalo. Espera más de ti mismo y menos de los demás.
5) ¿Tengo claro lo que quiero hacer con mi vida? Debes tener claro que cualquiera puede alcanzar el éxito, pero hasta que no te convenzas de ello, probablemente nunca sabrás lo que significa.
6) ¿Estoy comprometido con lo que hago? Sea lo que sea lo que hagas, debes estar comprometid@ a llevarlo a cabo. La motivación es muy buena, pero a veces puede que nos sintamos sin ganas de continuar. Así que el compromiso nos alienta a seguir luchando por lograr lo que nos proponemos.
7) ¿Me dejo llevar por un exceso de análisis? El pensar demasiado puede paralizarte, así que el mejor antídoto es la acción. La acción quita el miedo, y te da la inercia suficiente para el avance hacia el logro de tus objetivos.
8) ¿Me dejo llevar por mis propias limitaciones de mis creencias? La mayoría de la gente arrastra creencias erróneas, sobre todo desde la infancia, que limitan sus posibilidades. Así que te hago otra pregunta ¿Qué tan difícil es para ti olvidar esas creencias y sustituirlas por otras positivas?
9) ¿Me siento cómod@ en mi zona de confort? A veces nos sentimos tan cómodos en la situación en la que estamos que no nos damos cuenta que la vida que deseamos requiere a veces tomar decisiones arriesgadas y hacer ciertos sacrificios.
La adicción a la comodidad tan sólo puede hacerte sucumbir en la mediocridad.
10) ¿Me rodeo de personas positivas o negativas? Revisa bien con qué tipo de personas te desenvuelves. Se sabe que si nos rodeamos de personas positivas nuestra forma de ver la vida se torna más positiva. Y si nos rodeamos de personas exitosas, nuestras vidas tenderán hacia esa dirección.
11) ¿Creo en mi mism@? Una pregunta muy importante. Quizás la principal de todas. La confianza en ti mism@ te abrirá muchas puertas y te abrirá las puertas para una vida más plena y satisfactoria. Simplemente ámate a ti mism@ primero para que otros puedan amarte y quererte.
12) ¿Soy sincer@ conmigo mism@? Cuando te mientes a ti mism@ vives una vida tan falsa que no puedes percibir lo que no puedes reconocer. Si tienes un problema, reconócelo. Ese es el principio de la solución del problema.
Estas son algunas de las preguntas que puedes empezar a contestarte a ti mismo y verificar sinceramente cuál de las respuestas te alejan o te acercan a tu mejor vida.

Al final la elección es sólo tuya.
Un abrazo
Alexander Chinea