Título original: 12 Rounds
Director: Renny Harlin
Guionista: Daniel Kunka
Intérpretes: John Cena
Aidan Gillen
Ashley Scott
Steve Harris
Brian J. White
Productores: Mark Gordon
Michael Lake
Josh McLaughlin
Fotografía: David Boyd
Zander Gerhardt
Música: Trevor Ravin
Montaje: Brian Berdan
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2.009
Duración: 110 minutos
Edad: 18 años
Género: Acción
Crimen
Suspense
Distribuidora: Hispano Fox Film, S. A.
Estreno: 11-09-2.009
DVD Alquiler: 13-01-2.010
DVD Venta: 26-05-2.010
Página WEB: Ficha completa en IMDb
Ficha completa en FilmAffinity
Web Oficial de la película en España
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 4,339 Espectadores: 10.871
Público: 4,311 Recaudación: 62.751,71 €
España: 2,625 Puntos (Popularidad): 0
Rugoleor: 3,404 Ratio de popularidad: 0,00%
Sinopsis:
Cuando Fisher impide que un renombrado ladrón, Miles, después de haber dado un golpe, se escape con un botín de varios millones de dólares, la novia del delincuente muere de forma accidental. Tras haberse evadido de la cárcel, tan privilegiada mente criminal pone en escena su venganza, escarneciendo a Danny, haciéndole víctima de una serie de trabajos y sometiéndole a unos enigmas de solución casi imposible- a 12 trampas -que Danny debe superar de algún modo si quiere salvar su vida y la de su novia. Cada trampa, que puede consistir en una prueba de inteligencia o en otra de resistencia digna de Sísifo, mantiene a Danny presa del desconcierto en todo momento, llevando al resuelto detective de un extremo a otro de la ciudad a velocidad de vértigo. Automóviles, tranvías y transbordadores se convierten en posibles armas de destrucción masiva. A medida que va creciendo la violencia de las trampas, un paso en falso puede aproximar a los contendientes a un fatal desenlace de su enfrentamiento.
Antaño director de taquillazos como “La jungla 2 (1.990)” o “Máximo riesgo (1.993)”, Renny Harlin se encuentra relegado a la serie B desde el fracaso de “La isla de las cabezas cortadas (1.995)”. El campeón de wrestling John Cena pone sus músculos y sus inexpresivos rasgos al servicio de una trama en la que encarna a un oficial de policía que deberá superar “12 trampas” si quiere rescatar a su novia de las garras de un peligroso narcotraficante en el que hierven sentimientos de venganza.
Crítica:
15.09.2009 – ANTON MERIKAETXEBARRIA
Cine sonajero
Es obvio que el ‘thriller’ no pasa por su mejor momento. Escribir guiones originales y directores capaces de darles forma con rigor y complejidad no es de ningún modo tarea fácil. Algo que se puede comprobar viendo “12 trampas”, donde un siniestro sujeto somete al protagonista, un agente del FBI cuya novia ha sido secuestrada, a toda una serie de pruebas, absurdamente basadas en los legendarios desafíos emprendidos en la antigüedad por Heracles, el más famoso de los héroes de la mitología grecolatina. Hijo de Zeus y Alemena, también llamado Hércules, fue educado por el centauro Quirón y llegado a la edad adulta realizó doce trabajos, hasta el punto de separar Europa de África, al tiempo que ponía en comunicación el Atlántico y el Mediterráneo.
La desfachatez de que hacen gala Harlin y sus colaboradores a la hora de abordar semejante argumento es de las que hacen época, en una especie de más difícil todavía que no resiste el menor análisis. De ahí que la cinta esté resuelta con una aparatosa estética de videojuego, llevada a un ritmo de mil demonios, eso sí, con el fin de evitar que los presuntos espectadores se detengan siquiera un momento a pensar. Triste sino el de los tiempos que corren.
Quizá sea mejor así, porque la vacuidad más absoluta campa por sus respetos en esta especie de cine sonajero, hasta el punto de provocar el rechazo por parte de la mayor parte de los espectadores, no tan maleados como algunos productores pretenden hacernos creer. Y pobre ciudad de Nueva Orleans, que es donde se enmarca la acción, de nuevo enfrentada a una devastación como la del huracán Katrina, por culpa de un villano a machamartillo y de un tío cachas destrozón, con lo cual todo el embolado se desparrama sin el menor sentido del ridículo. Con todos estos elementos Renny Harlin (“Cazadores de mentes”) se empapuza hasta las cejas, al tiempo que deja entrever el miedo ante lo desconocido del Hollywood actual, donde el sobresalto circula junto a la vulgar risotada.