Revista Cine
Si sufrísteis mucho con la película Buried (Enterrado) no os recomiendo el último film de Danny Boyle, 127 horas, pero si sois como yo, de los que pensáis que por una buena película bien vale pasar un poco de mal rato, no lo dudéis. Como dijo uno de los espectadores al salir del cine: "hemos sufrido, pero ha valido la pena". Totalmente de acuerdo, no apta para estómagos delicados, os aviso que hay una intensa y larga escena en la que el protagonista se corta y arranca el brazo para sobrevivir, y que el director no escatima detalles ni aparta la cámara en ningún momento. Hice de tripas corazón y me tragué enterita la escena, salí un poco mareada y con nauseas, pero me alegro de haber tenido el valor de verlo (y eso que soy de las que se desmaya con un poco de sangre), porque le añadió intensidad a la película. Eso sí, hubo mucha gente que no miró y no pasa nada. De hecho, si quitamos esa espeluznante escena, el resto de la película puede dar cierta angustia, pero es perfectamente asumible. El film está basado en hechos reales y cuenta cómo el alpinista Aron Ralston se va de excursión al precioso Parque Nacional de Canyonlands de Utah (EE.UU.), sin comentarle a nadie a dónde va, sin dejar ni un solo mensaje, sin comida y con tan solo un termo de agua. Aron sufre un accidente y queda atrapado en una grieta por una roca que le aprisiona el brazo. Durante los cinco días que pasa allí, con hambre, sed, alucinaciones y frio, recuerda a su familia, a su ex novia y a sus amigos, y lucha por sobrevivir. Al final, su única esperanza será cortarse el brazo, algo para lo que el Aron Ralston real necesitó unos cuarenta minutos, y que en la película dura unos angustiosos y eternos 20 minutos. Sin embargo, no creo que se trate de una escena gratuita, a pesar de que sí que pienso que se podría haber ahorrado algo de realismo, con esta escena comprendemos mejor lo difícil que debió ser para él tomar esta decisión y llevarla a cabo. Me gustaría que nadie se desanimara a ir a ver la película por esta escena, pero entiendo que a mucha gente le puede resultar superior a sus fuerzas. De todos modos, mirad este simpático vídeo en el que la abuelita del protagonista, James Franco, nos argumenta por qué debemos verla. A mí me ha hecho muchísima gracia.
Reconozco que soy una incondicional de Danny Boyle, películas como Trainspotting, 28 días después, Sunshine o Slumdog Millionaire, se encuentran entre esas que nunca me canso de ver, y como ya sabréis, cuando soy incondicional de un director, lo soy de verdad. Es cierto que tiene un estilo muy cercano al videoclip, y que especialmente en esta película llega a abusar de la partición de pantalla y de otros recursos, sin embargo a mí me gusta cómo los ha utilizado en esta ocasión. Ese estilo tan videoclipero y esa manipulación de las imágenes hacen que el film sea tremendamente vibrante y lleno de acción, a pesar de que la mayor parte del mismo se desarrolle en un único espacio y con un solo personaje. Los escenarios son preciosos, y Boyle sabe llevarnos por donde quiere, transmitiéndonos a la perfección sensaciones como la sed y haciéndonos así empatizar mucho más con el personaje. Hay que destacar el increíble trabajo de James Franco, una cara bonita hasta ahora, que soporta todo el peso de la película y demuestra su increíble madera de actor. Lo mejor del film sin duda son sus monólogos llenos de miedo y desesperación, y su constante lucha por la supervivencia. Este domingo lo más seguro es que 127 horas no se lleve ningún Oscar, hay otros pesos pesados en juego, sin embargo, James Franco ha conseguido abrirse un hueco importante con esta interpretación para futuras candidaturas.El verdadero Aron Ralston
Y ahora llega el momento de las disculpas, las primeras, una minucia, siento poneros en tráiler doblado cuando ya sabéis que soy una incondicional de la versión original, en esta ocasión todos los vídeos oficiales con subtítulos no permitían la inserción del código, así que el vídeo es la versión doblada. Como siempre, y aún a costa de ser repetitiva y pesada, si podéis id a verla en versión original, y quien no pueda, pues nada, por supuesto. La otra disculpa es un poquito más seria y es que quiero pediros perdón por lo abandonados que tengo estos días vuestros blogs y el mío propio. He llegado a pensar incluso en dejarlo una temporada, pero finalmente no creo que vaya a ser necesario llegar a tanto. Estos días estoy con una mezcla de nervios-bajón-rareza, nada serio y sé que pronto pasará todo. Por fin me están saliendo varias entrevistas de trabajo y espero que este año se acabe la crisis para mí, por lo menos la laboral, porque justo dentro de una semana es mi cumpleaños, y como viene pasando desde que pasé la barrera de los 30, me pone un poco melancólica. Intentaré pasarme lo antes posible por todos los blogs amigos, muchas gracias a todos por seguir visitándome y comentando, no sabéis lo importante que es para mí y lo mucho que significa. ¡Feliz fin de semana!