Revista Cultura y Ocio
Recorrer durante 13 días el sur de Inglaterra ha sido una experiencia divertida, didáctica, preciosa… Pueblecitos de cuento, ciudades, catedrales totalmente impresionantes, costumbres diferentes y aventurillas de turisteo. Un viaje que hemos disfrutado el pasado verano de 2014 y os lo queremos contar.
Durante 13 días, hemos hecho multitud de paradas que se han caracterizado, entre otras cosas, por tener “casi siempre” un “más de algo”. Así, en este recorrido podréis descubrir “la calle más antigua de Europa continuamente habitada”, el “segundo reloj más antiguo del mundo en funcionamiento”, “la ciudad más pequeña de Inglaterra”, “el pueblo catalogado como más bonito del país”, la catedral gótica más antigua en uso de Inglaterra, “el castillo más grande y antiguo habitado del mundo” y un largo etcétera más que os iremos enseñando.
El diario de viaje que os traemos en esta ocasión es un poco más atípico que los anteriores que hemos realizado como 11 días en Escocia u 8 días por Nueva York. Decidimos que nos apetecía alquilar un coche y recorrer algunos de los pueblos y ciudades que hay en el sur de Inglaterra. Es algo que no es tan común, ya que algunos de los puntos que os vamos a comentar se pueden visitar desde Londres, en excursiones de un día en transporte público (otros no), pero nosotros, queríamos elaborar una ruta circular para recorrer parte del sur británico y poder “britanizarnos” de verdad.
“...Y a lo Bridget Jones calzarme un pañuelo en la cabeza, unas gafas de sol y sumergirnos en la campiña inglesa, dejar cottage y granjas a los lados mientras el viento hace volar el pañuelo, y que“el que no escribe”, de chófer, me mirara con ojos golositos…” Vale me estoy viniendo arriba, íbamos por la parte del tour circular por el sur de Inglaterra, olvidemos la dramatización.
Así que, sin encontrar muchas experiencias en internet que hubieran hecho algo similar durante varios días seguidos, comenzamos a organizar nuestro viaje poco a poco. Lo hicimos por nuestra cuenta, reservando con antelación los vuelos, alojamientos y coche de alquiler.
En cuanto a los 13 días de recorrido, es importante tener en cuenta que cogimos los vuelos con horarios muy ajustados para poder aprovecharlos al máximo, de manera que el día 1 del viaje a las 10 de la mañana ya estábamos en Cambridge, y el día 13 salimos de Londres a las 20.30 de la tarde, con lo cual tanto el día de ida como de vuelta fueron perfectamente aprovechables.
El itinerario que finalmente resultó fue el siguiente:
Día 1: Madrid - Stansted - Cambridge (noche en Cambridge)Día 2: Canterbury - Acantilados de Dover (noche en Canterbury)Día 3: Rye - Seven Sisters - Brighton - Winchester (noche en Winchester)Día 4: Winchester - Old Sharum - Stonehenge (noche en Salisbury)Día 5: Salisbury - Castle Combe - Bristol (noche en Bristol)Día 6: Wells - Glastonbury (noche en Bristol)Día 7: Bath - Bristol (noche en Bristol)Día 8: Catedral Bristol y Cotswolds (noche en Stratford upon Avon)Día 9: Oxford (noche en Oxford)Día 10: Windsor Castle - Londres (noche en Londres)Día 11: Londres (noche en Londres)Día 12: Londres (noche en Londres)Día 13: Londres - Stansted - Madrid (madrugada en casa)
Recorrido en Google Maps
Comentaros que nosotros ya habíamos estado previamente en Londres. Esto hace que esos 3 días no fueran dedicados a descubrir un lugar desconocido, sino más bien a volver a visitar lugares que ya conocíamos y descubrir otros (las segundas visitas suelen ser geniales). Así que relataremos lo que hicimos e iremos mencionando qué cubrió esta visita y qué cubrimos en la anterior.
Londres tiene muchísimo que ver, es una ciudad que nos encanta, una ciudad que nos da vida, en la que siempre parece que pasan cosas y tiene planes para ti (perfecto para el nombre de este blog). Así que, posteriormente al diario, esperamos hacer alguna entrada con puntos clave de la ciudad.
Viajamos en agosto. En cada etapa os iremos comentando el alojamiento elegido y nuestras impresiones. Hoteles, Guest House, Inns (nueva modalidad para nosotros) y Bed and Breakfast, tenemos un poquito de todo.
¿Qué necesitas para viajar a Inglaterra?
Aunque la mayoría que leáis esto es algo que seguro que ya conocéis, hacemos un pequeño guión recordatorio:
- El DNI (si eres comunitario) o pasaporte: con el Documento Nacional de Identidad vigente estás servido, pero también es válido el pasaporte. En nuestro caso llevamos los dos, simplemente por el hecho de prevenir. Si perdíamos uno, tendríamos documentación para volver a casa sin tener que estar moviendo papeleo. Cada vez estamos más cercanos a “las madres” que todo lo ven antes de que ocurra, da miedo.
- La moneda: sí, cuando entras en el Reino Unido todo es diferente. Un día alguien dijo, “lo importante es ese punto de diferenciación” y ellos lo llevaron al límite (moneda, clavijas eléctricas, conducción, unidades de medida…). Aunque no hay problemas para pagar con tarjeta en ningún lugar de los que fuimos, a excepción de algunos transportes, como autobuses, etc, algún alojamiento o parkings, lo recomendable es llevar dinero en efectivo. Y como diría “el que no escribe”: “mi padre siempre me ha dicho que el dinero te saca de problemas” (de fondo la banda sonora de El Padrino resuena en mi mente cada vez que me cuenta esto).
- Tarjeta Europea Sanitaria: no hace falta que tiréis de Seguro médico añadido, en este caso con la Tarjeta Europea, si tenéis algún problema, teóricamente, os atenderán. Si no tenéis la tarjeta en vuestro poder y no os da tiempo a solicitarla, lo aconsejable es tirar de un seguro de viaje que os cubra gastos médicos.
- Adaptador a la corriente: en el Reino Unido, el voltaje es el mismo que en España, pero las clavijas son diferentes. Así que debéis haceros con unos adaptadores que venden en cualquier ferretería si queréis disfrutar de vuestros aparatos eléctricos durante el viaje: móviles, cámaras, secador, etc.
- Paraguas e impermeable: El tiempo es cambiante y tiende a los chaparrones. Es así, nosotros viajamos en verano y fueron una prenda y un complemento imprescindibles en nuestro viaje.
Particularidades del viaje al Sur de Inglaterra.
A diferencia de nuestra experiencia en Escocia, en este viaje sí que pudimos comprobar lo que quiere decir “inestabilidad meteorológica”. Pudimos perfectamente interiorizar lo que son cambios de tiempo repentinos.
El tiempo básicamente estuvo en los mismos intervalos de temperatura durante todo el recorrido. Los primeros días fueron soleados y más cálidos, para nuestro gusto hasta demasiado calurosas por la humedad (no más de 25 grados). Los siguientes fueron calcos unos de otros, de 15 a 21 grados, sol, nubes, cielos espectaculares que pasaban de nubes de Los Simpsons a cielos negros de película de terror, que nos encantaron. Los cielos de Mordor, como los llamábamos, eran impresionantes. Luego llegaba una gota y ya tocaba correr como si no hubiera mañana, cerrar el chubasquero (que siempre debía estar al alcance de la mano) proteger las cámaras como si fueran el Santo Grial porque, seguidamente, venía un aguacero como no los hemos visto antes. Cortinas de agua que sin piedad descargaban allá donde te pillaran, y eso no lo soportaban ni limpiaparabrisas, ni paraguas, ni impermeable, eso solo podía ser solventado con un cafecito calentito en un pub inglés, o con un soportal del “ temprano gótico inglés”, u otro tipo de refugio medianamente sólido. Eso sí, 15 minutos después volvía el sol, y todo lucía aún con más encanto.
En este recorrido hay muchísimas cosas para ver, la mayoría están relacionadas con catedrales y edificios emblemáticos, por tanto, es un viaje que os contamos y relatamos para todos los que crean que les pueda gustar este tipo de turismo, es intenso, pero a nosotros nos ha encantado.
No tiene nada que ver con el viaje a Escocia, donde principalmente encontramos paisajes y muchos castillos, donde la mayoría destacaban por sus enclaves. Aquí, el viaje es un recorrido por ciudades y pueblos, de calles de cuento con catedrales que te dejan boquiabierto, con historias e Historia, con elementos artísticos…
En el sur de Inglaterra hay muchos puntos de interés, nosotros hicimos una selección y en el camino hemos ido encontrando, a los pies de la carretera, puntos que hemos dejado apuntados para otra ocasión y que no pudimos visitar, como Arubel… y otros que directamente tuvimos que descartar porque el viaje se nos iba de las manos, como el Castillo de Dover. Con esto, deciros que nuestros puntos no son los mejores, ni los peores (esperamos), son los que elegimos tras leer y leer pero que hay muchos más que se pueden incluir.
En Inglaterra, los precios son altos en general, y el cambio no colaboraba. En la mayor parte de lugares que entréis hay que pagar, y no son baratas las entradas. Comentaros que existe una tarjeta Pass para poder visitar lugares emblemáticos de Inglaterra, se llama English Heritage Pass. Nosotros, en esta ocasión, no la hemos cogido. Incluía alguno de los puntos de nuestro itinerario y si hubiéramos incluido el Castillo de Dover ya nos habría interesado, pero como no fue así, al final, vimos que no nos ahorrábamos de entrada nada.
Para Londres hay otra tarjeta, la London Pass, que tampoco hemos utilizado dado que, como os decíamos, ya habíamos estado previamente en Londres y visitado las atracciones más significativas. Sí comentaros que existen otras opciones de ahorro, pero de esto os hablaremos más extendidamente en las entradas de Londres, para no alargar más, la ya de por sí eterna, entrada de introducción.
El tema de la conducción es otra de las peculiaridades, por supuesto. Deciros que alquilamos un coche. Aunque para un viaje de dos personas es tentador coger un vehículo de los extra pequeños, hay que tener en cuenta que en este tipo de viajes uno va como las tortugas, todo el día con el caparazón a cuestas, es decir, con las maletas para aquí y para allá, por lo que para nosotros era importante que tuviera un maletero con algo de capacidad, porque luego aparcas el coche y no quieres que todo quede a la vista.
Llevad un GPS, no están mal las indicaciones, pero nosotros lo vemos bastante necesario. Ya hay que concentrar la atención en bastantes cosas como para estar muy pendientes de las indicaciones.
En Inglaterra cogimos un coche manual, por eso de abaratar un poco el viaje. “El que no escribe” fue el conductor (y me transmite que lo de las marchas no es tan malo como se puede imaginar) y yo la atenta copiloto. Las autopistas tienen de 2 a 5 carriles, velocidad máxima 113 km/h, sopor. Las carreteras comarcales, con bordillo lateral, dos únicos carriles, sin arcén, vegetación cortada a modo seto que te cierra como en un túnel de árboles, escasa visibilidad... 90 km/k. Ahí, parecía que estabas en una atracción de Port Aventura. Pasaba la naturaleza por tu vida a la velocidad de la luz.
Además, todo es extraño. Conducen por la izquierda, vale. Se adelanta por la derecha, vale. Esto ya lo habíamos hecho en Escocia, pero hay más...
¿Autopistas con rotondas? ¿Autopistas con semáforos? Ahí están toditas, toditas para sorprenderte cuando menos te lo esperas. Probablemente, éstas, junto con ser temporada de veraneo, fueran las responsables de los atascos de los “de antes” que nos hemos encontrado en las vísperas y fines de semana, por no hablar del que pillamos camino de vuelta a Stansted.
Miedo a las rotondas no debéis tener, es prácticamente imposible meterte en sentido opuesto. Entras en ellas con medio giro hecho, con lo cual girar a la derecha implicaría maniobrar. Otra cosa ya son los giros, que quizá sea lo que más hace crujir al cerebro, pero en unos días la cosa irá con bastante normalidad (dentro de lo que cabe) Si no con seguir a los demás.
Aparcamiento. En Inglaterra se paga por casi todo, y dentro de ésto está el aparcamiento. Éste era uno de los temas que más nos preocupaba a la hora de organizar el viaje, qué hacer con el coche en cada lugar de destino.
A ver, generalizando, hay tres fórmulas si nos referimos a ciudades:
1) Park and Ride (o P+R): básicamente, se trata de unas explanadas para aparcar en el medio de la nada, desde donde sale un autobús que te lleva al centro de la ciudad. Suele estar a unas cuantas millas del destino pero en las inmediaciones. Si se trata de destinos populares, suele haber más de uno repartidos en las diferentes carreteras que llevan al lugar, para que puedas parar antes sin tener que atravesar la población.
Estos aparcamientos no funcionan todos igual. Unos tienen precio fijo para todo el día y por ese precio te incluye ya el autobús de ida y vuelta al centro. Otros tienen como tres tarifas, en intervalos horarios y pueden o no incluir el billete de autobús.
En general, suele ser la opción más económica por ser la más lejana. Nuestra experiencia cuando los hemos usado ha sido muy buena, especialmente el de Canterbury.
2) Aparcamientos de larga estancia: estos aparcamientos están situados en la misma ciudad, pero no suelen estar en todo el centro, y tampoco suele haber muchos. Qué deciros, son espacios generalmente abiertos donde te permiten estar un número amplio de horas y que te indican las tarifas para cada intervalo de tiempo. Más caro que el P+R en función del tiempo que vayas a estar, pero más barato que los siguientes (los hemos usado bastante).
3) Aparcamiento de corta estancia: son esos aparcamientos en los que todos soñamos aparcar. El que está justo, justo, donde tú quieres ir. Te bajas y ¡tachán! todo el centro para ti. No has soñado con aparcar tan bien en tu vida. Son bastante caros y muchos tienen el estacionamiento limitado a 2 horas, 3 como mucho, con lo que te quedas corto.
4) Aparcamiento en la calle: en muchas calles parece que se puede aparcar, no se ve máquina por los alrededores, ni ningún cartel o señal. Pero si os fijais, enseguida, reconoceréis unas señales, en las que te dejan estacionar de 30 minutos a una hora y media. Si no las véis y la calle es de esas que tienen bastantes sitios y os parecen una maravilla para aparcar, por situación, etc, casi al 95% será de las que tienen este tipo de tarifas (recomendamos preguntar a alguna tienda que esté allí, la gente es muy amable). Para turismo no es una opción válida
5) Aparcamientos privados: terrenos privados que habilitan como aparcamientos, en general los precios estaban bastante en la línea del resto, así que también puede ser una opción.
Nosotros hemos llegado a decir que, a pesar del precio de la gasolina, nos salía más barato tener el motor encendido que apagado, con esto de los parkings.
Os dejamos esta web donde podréis buscar aparcamientos. Es muy útil, vienen precios, distancia y tipos. Podéis coger las coordenadas, aunque luego allí, más o menos, todo se ve fácilmente.
Ya se nos ha ido la introducción de las manos, y no era nuestra intención. Irán saliendo más cositas y ampliándose información en el diario de viaje. Esperemos que lo disfrutéis y, sobre todo, que os pueda servir de ayuda si alguien está planificando viajar al sur de Inglaterra.
¡Empezamos con el diario!
¿Tienes planes hoy?
Durante 13 días, hemos hecho multitud de paradas que se han caracterizado, entre otras cosas, por tener “casi siempre” un “más de algo”. Así, en este recorrido podréis descubrir “la calle más antigua de Europa continuamente habitada”, el “segundo reloj más antiguo del mundo en funcionamiento”, “la ciudad más pequeña de Inglaterra”, “el pueblo catalogado como más bonito del país”, la catedral gótica más antigua en uso de Inglaterra, “el castillo más grande y antiguo habitado del mundo” y un largo etcétera más que os iremos enseñando.
El diario de viaje que os traemos en esta ocasión es un poco más atípico que los anteriores que hemos realizado como 11 días en Escocia u 8 días por Nueva York. Decidimos que nos apetecía alquilar un coche y recorrer algunos de los pueblos y ciudades que hay en el sur de Inglaterra. Es algo que no es tan común, ya que algunos de los puntos que os vamos a comentar se pueden visitar desde Londres, en excursiones de un día en transporte público (otros no), pero nosotros, queríamos elaborar una ruta circular para recorrer parte del sur británico y poder “britanizarnos” de verdad.
“...Y a lo Bridget Jones calzarme un pañuelo en la cabeza, unas gafas de sol y sumergirnos en la campiña inglesa, dejar cottage y granjas a los lados mientras el viento hace volar el pañuelo, y que“el que no escribe”, de chófer, me mirara con ojos golositos…” Vale me estoy viniendo arriba, íbamos por la parte del tour circular por el sur de Inglaterra, olvidemos la dramatización.
Así que, sin encontrar muchas experiencias en internet que hubieran hecho algo similar durante varios días seguidos, comenzamos a organizar nuestro viaje poco a poco. Lo hicimos por nuestra cuenta, reservando con antelación los vuelos, alojamientos y coche de alquiler.
En cuanto a los 13 días de recorrido, es importante tener en cuenta que cogimos los vuelos con horarios muy ajustados para poder aprovecharlos al máximo, de manera que el día 1 del viaje a las 10 de la mañana ya estábamos en Cambridge, y el día 13 salimos de Londres a las 20.30 de la tarde, con lo cual tanto el día de ida como de vuelta fueron perfectamente aprovechables.
El itinerario que finalmente resultó fue el siguiente:
Día 1: Madrid - Stansted - Cambridge (noche en Cambridge)Día 2: Canterbury - Acantilados de Dover (noche en Canterbury)Día 3: Rye - Seven Sisters - Brighton - Winchester (noche en Winchester)Día 4: Winchester - Old Sharum - Stonehenge (noche en Salisbury)Día 5: Salisbury - Castle Combe - Bristol (noche en Bristol)Día 6: Wells - Glastonbury (noche en Bristol)Día 7: Bath - Bristol (noche en Bristol)Día 8: Catedral Bristol y Cotswolds (noche en Stratford upon Avon)Día 9: Oxford (noche en Oxford)Día 10: Windsor Castle - Londres (noche en Londres)Día 11: Londres (noche en Londres)Día 12: Londres (noche en Londres)Día 13: Londres - Stansted - Madrid (madrugada en casa)
Recorrido en Google Maps
Comentaros que nosotros ya habíamos estado previamente en Londres. Esto hace que esos 3 días no fueran dedicados a descubrir un lugar desconocido, sino más bien a volver a visitar lugares que ya conocíamos y descubrir otros (las segundas visitas suelen ser geniales). Así que relataremos lo que hicimos e iremos mencionando qué cubrió esta visita y qué cubrimos en la anterior.
Londres tiene muchísimo que ver, es una ciudad que nos encanta, una ciudad que nos da vida, en la que siempre parece que pasan cosas y tiene planes para ti (perfecto para el nombre de este blog). Así que, posteriormente al diario, esperamos hacer alguna entrada con puntos clave de la ciudad.
Viajamos en agosto. En cada etapa os iremos comentando el alojamiento elegido y nuestras impresiones. Hoteles, Guest House, Inns (nueva modalidad para nosotros) y Bed and Breakfast, tenemos un poquito de todo.
¿Qué necesitas para viajar a Inglaterra?
Aunque la mayoría que leáis esto es algo que seguro que ya conocéis, hacemos un pequeño guión recordatorio:
- El DNI (si eres comunitario) o pasaporte: con el Documento Nacional de Identidad vigente estás servido, pero también es válido el pasaporte. En nuestro caso llevamos los dos, simplemente por el hecho de prevenir. Si perdíamos uno, tendríamos documentación para volver a casa sin tener que estar moviendo papeleo. Cada vez estamos más cercanos a “las madres” que todo lo ven antes de que ocurra, da miedo.
- La moneda: sí, cuando entras en el Reino Unido todo es diferente. Un día alguien dijo, “lo importante es ese punto de diferenciación” y ellos lo llevaron al límite (moneda, clavijas eléctricas, conducción, unidades de medida…). Aunque no hay problemas para pagar con tarjeta en ningún lugar de los que fuimos, a excepción de algunos transportes, como autobuses, etc, algún alojamiento o parkings, lo recomendable es llevar dinero en efectivo. Y como diría “el que no escribe”: “mi padre siempre me ha dicho que el dinero te saca de problemas” (de fondo la banda sonora de El Padrino resuena en mi mente cada vez que me cuenta esto).
- Tarjeta Europea Sanitaria: no hace falta que tiréis de Seguro médico añadido, en este caso con la Tarjeta Europea, si tenéis algún problema, teóricamente, os atenderán. Si no tenéis la tarjeta en vuestro poder y no os da tiempo a solicitarla, lo aconsejable es tirar de un seguro de viaje que os cubra gastos médicos.
- Adaptador a la corriente: en el Reino Unido, el voltaje es el mismo que en España, pero las clavijas son diferentes. Así que debéis haceros con unos adaptadores que venden en cualquier ferretería si queréis disfrutar de vuestros aparatos eléctricos durante el viaje: móviles, cámaras, secador, etc.
- Paraguas e impermeable: El tiempo es cambiante y tiende a los chaparrones. Es así, nosotros viajamos en verano y fueron una prenda y un complemento imprescindibles en nuestro viaje.
Particularidades del viaje al Sur de Inglaterra.
A diferencia de nuestra experiencia en Escocia, en este viaje sí que pudimos comprobar lo que quiere decir “inestabilidad meteorológica”. Pudimos perfectamente interiorizar lo que son cambios de tiempo repentinos.
El tiempo básicamente estuvo en los mismos intervalos de temperatura durante todo el recorrido. Los primeros días fueron soleados y más cálidos, para nuestro gusto hasta demasiado calurosas por la humedad (no más de 25 grados). Los siguientes fueron calcos unos de otros, de 15 a 21 grados, sol, nubes, cielos espectaculares que pasaban de nubes de Los Simpsons a cielos negros de película de terror, que nos encantaron. Los cielos de Mordor, como los llamábamos, eran impresionantes. Luego llegaba una gota y ya tocaba correr como si no hubiera mañana, cerrar el chubasquero (que siempre debía estar al alcance de la mano) proteger las cámaras como si fueran el Santo Grial porque, seguidamente, venía un aguacero como no los hemos visto antes. Cortinas de agua que sin piedad descargaban allá donde te pillaran, y eso no lo soportaban ni limpiaparabrisas, ni paraguas, ni impermeable, eso solo podía ser solventado con un cafecito calentito en un pub inglés, o con un soportal del “ temprano gótico inglés”, u otro tipo de refugio medianamente sólido. Eso sí, 15 minutos después volvía el sol, y todo lucía aún con más encanto.
En este recorrido hay muchísimas cosas para ver, la mayoría están relacionadas con catedrales y edificios emblemáticos, por tanto, es un viaje que os contamos y relatamos para todos los que crean que les pueda gustar este tipo de turismo, es intenso, pero a nosotros nos ha encantado.
No tiene nada que ver con el viaje a Escocia, donde principalmente encontramos paisajes y muchos castillos, donde la mayoría destacaban por sus enclaves. Aquí, el viaje es un recorrido por ciudades y pueblos, de calles de cuento con catedrales que te dejan boquiabierto, con historias e Historia, con elementos artísticos…
En el sur de Inglaterra hay muchos puntos de interés, nosotros hicimos una selección y en el camino hemos ido encontrando, a los pies de la carretera, puntos que hemos dejado apuntados para otra ocasión y que no pudimos visitar, como Arubel… y otros que directamente tuvimos que descartar porque el viaje se nos iba de las manos, como el Castillo de Dover. Con esto, deciros que nuestros puntos no son los mejores, ni los peores (esperamos), son los que elegimos tras leer y leer pero que hay muchos más que se pueden incluir.
En Inglaterra, los precios son altos en general, y el cambio no colaboraba. En la mayor parte de lugares que entréis hay que pagar, y no son baratas las entradas. Comentaros que existe una tarjeta Pass para poder visitar lugares emblemáticos de Inglaterra, se llama English Heritage Pass. Nosotros, en esta ocasión, no la hemos cogido. Incluía alguno de los puntos de nuestro itinerario y si hubiéramos incluido el Castillo de Dover ya nos habría interesado, pero como no fue así, al final, vimos que no nos ahorrábamos de entrada nada.
Para Londres hay otra tarjeta, la London Pass, que tampoco hemos utilizado dado que, como os decíamos, ya habíamos estado previamente en Londres y visitado las atracciones más significativas. Sí comentaros que existen otras opciones de ahorro, pero de esto os hablaremos más extendidamente en las entradas de Londres, para no alargar más, la ya de por sí eterna, entrada de introducción.
El tema de la conducción es otra de las peculiaridades, por supuesto. Deciros que alquilamos un coche. Aunque para un viaje de dos personas es tentador coger un vehículo de los extra pequeños, hay que tener en cuenta que en este tipo de viajes uno va como las tortugas, todo el día con el caparazón a cuestas, es decir, con las maletas para aquí y para allá, por lo que para nosotros era importante que tuviera un maletero con algo de capacidad, porque luego aparcas el coche y no quieres que todo quede a la vista.
Llevad un GPS, no están mal las indicaciones, pero nosotros lo vemos bastante necesario. Ya hay que concentrar la atención en bastantes cosas como para estar muy pendientes de las indicaciones.
En Inglaterra cogimos un coche manual, por eso de abaratar un poco el viaje. “El que no escribe” fue el conductor (y me transmite que lo de las marchas no es tan malo como se puede imaginar) y yo la atenta copiloto. Las autopistas tienen de 2 a 5 carriles, velocidad máxima 113 km/h, sopor. Las carreteras comarcales, con bordillo lateral, dos únicos carriles, sin arcén, vegetación cortada a modo seto que te cierra como en un túnel de árboles, escasa visibilidad... 90 km/k. Ahí, parecía que estabas en una atracción de Port Aventura. Pasaba la naturaleza por tu vida a la velocidad de la luz.
Además, todo es extraño. Conducen por la izquierda, vale. Se adelanta por la derecha, vale. Esto ya lo habíamos hecho en Escocia, pero hay más...
¿Autopistas con rotondas? ¿Autopistas con semáforos? Ahí están toditas, toditas para sorprenderte cuando menos te lo esperas. Probablemente, éstas, junto con ser temporada de veraneo, fueran las responsables de los atascos de los “de antes” que nos hemos encontrado en las vísperas y fines de semana, por no hablar del que pillamos camino de vuelta a Stansted.
Miedo a las rotondas no debéis tener, es prácticamente imposible meterte en sentido opuesto. Entras en ellas con medio giro hecho, con lo cual girar a la derecha implicaría maniobrar. Otra cosa ya son los giros, que quizá sea lo que más hace crujir al cerebro, pero en unos días la cosa irá con bastante normalidad (dentro de lo que cabe) Si no con seguir a los demás.
Aparcamiento. En Inglaterra se paga por casi todo, y dentro de ésto está el aparcamiento. Éste era uno de los temas que más nos preocupaba a la hora de organizar el viaje, qué hacer con el coche en cada lugar de destino.
A ver, generalizando, hay tres fórmulas si nos referimos a ciudades:
1) Park and Ride (o P+R): básicamente, se trata de unas explanadas para aparcar en el medio de la nada, desde donde sale un autobús que te lleva al centro de la ciudad. Suele estar a unas cuantas millas del destino pero en las inmediaciones. Si se trata de destinos populares, suele haber más de uno repartidos en las diferentes carreteras que llevan al lugar, para que puedas parar antes sin tener que atravesar la población.
Estos aparcamientos no funcionan todos igual. Unos tienen precio fijo para todo el día y por ese precio te incluye ya el autobús de ida y vuelta al centro. Otros tienen como tres tarifas, en intervalos horarios y pueden o no incluir el billete de autobús.
En general, suele ser la opción más económica por ser la más lejana. Nuestra experiencia cuando los hemos usado ha sido muy buena, especialmente el de Canterbury.
2) Aparcamientos de larga estancia: estos aparcamientos están situados en la misma ciudad, pero no suelen estar en todo el centro, y tampoco suele haber muchos. Qué deciros, son espacios generalmente abiertos donde te permiten estar un número amplio de horas y que te indican las tarifas para cada intervalo de tiempo. Más caro que el P+R en función del tiempo que vayas a estar, pero más barato que los siguientes (los hemos usado bastante).
3) Aparcamiento de corta estancia: son esos aparcamientos en los que todos soñamos aparcar. El que está justo, justo, donde tú quieres ir. Te bajas y ¡tachán! todo el centro para ti. No has soñado con aparcar tan bien en tu vida. Son bastante caros y muchos tienen el estacionamiento limitado a 2 horas, 3 como mucho, con lo que te quedas corto.
4) Aparcamiento en la calle: en muchas calles parece que se puede aparcar, no se ve máquina por los alrededores, ni ningún cartel o señal. Pero si os fijais, enseguida, reconoceréis unas señales, en las que te dejan estacionar de 30 minutos a una hora y media. Si no las véis y la calle es de esas que tienen bastantes sitios y os parecen una maravilla para aparcar, por situación, etc, casi al 95% será de las que tienen este tipo de tarifas (recomendamos preguntar a alguna tienda que esté allí, la gente es muy amable). Para turismo no es una opción válida
5) Aparcamientos privados: terrenos privados que habilitan como aparcamientos, en general los precios estaban bastante en la línea del resto, así que también puede ser una opción.
Nosotros hemos llegado a decir que, a pesar del precio de la gasolina, nos salía más barato tener el motor encendido que apagado, con esto de los parkings.
Os dejamos esta web donde podréis buscar aparcamientos. Es muy útil, vienen precios, distancia y tipos. Podéis coger las coordenadas, aunque luego allí, más o menos, todo se ve fácilmente.
Ya se nos ha ido la introducción de las manos, y no era nuestra intención. Irán saliendo más cositas y ampliándose información en el diario de viaje. Esperemos que lo disfrutéis y, sobre todo, que os pueda servir de ayuda si alguien está planificando viajar al sur de Inglaterra.
¡Empezamos con el diario!
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