“13 Reasons Why“, es el título de un libro publicado en 2007 y escrito por Jay Asher. En base a este libro, Netflix lanzó una serie con el mismo título que trata de una adolescente que se muda y comienza la escuela en una ciudad nueva y, tras varias fotos, rumores, insultos y hasta abuso por parte de sus compañeros, decide quitarse la vida. Pero antes graba 7 casetes, en los que plasma 13 razones por las que toma dicha decisión.
La serie no tiene “pelos en la lengua” para tratar temas tan difíciles como son el suicidio y las violaciones. Uno de los actores comenta: “Como sociedad tendemos a alejarnos de estos temas difíciles y a veces en el cine también y yo creo que es genial decir: No, esto es un problema y hay que enfrentarlo. “ En opinión de los productores, no mostrar las cosas tan horribles como son es peligroso y significa que se está minimizando el problema.
Aparte del suicidio y las violaciones podemos ver muchos otros temas tratados en la serie: el bullying, estilos parentales, problemas familiares, problemas escolares, redes sociales, drogas, alcohol, comunicación, relaciones interpersonales, falta de empatía, compasión, amabilidad, etc.
Por supuesto, las críticas no se hicieron esperar. Una de las más leídas fue escrita por una psicóloga australiana, Jaelea Skehan, que dio sus razones de por qué le preocupa que la gente vea la serie, brevemente ella opina que:
- La escena del suicidio es muy gráfica y no cumple con las recomendaciones internacionales sobre cómo hablar o ilustrar el suicidio. La razón de dichas recomendaciones es que, según las investigaciones (por ejemplo 1, 2, 3), puede llevar a personas vulnerables a quitarse la vida.
- Manda un mensaje erróneo de que el sujeto puede identificar las causas por las que decide contemplar el suicidio, a veces las personas no saben exactamente por qué se sienten tan mal.
- A pesar de haber tenido la oportunidad, no mostraron el impacto que el suicidio puede tener en las personas que eran cercanas o que conocían a la víctima. Solo se muestra el sufrimiento de los padres y, muy vagamente, el suicidio de otro joven a raíz de esto (y yo agregaría a Clay, el personaje principal, que sigue pensando en ella incluso antes de recibir las cintas y le cuesta muchísimo escucharlas, hasta trata de vengarla de alguna forma). El resto de los compañeros de Hannah y sus profesores están más preocupados por los casetes o las demandas judiciales.
- La forma en que apuntan a la culpa en cada episodio, mandando el mensaje de que, si alguien hubiera hecho algo de forma diferente, el suicidio no hubiera ocurrido. Esta cuestión del “y si hubiera”, no ayuda a las personas afectadas por el suicidio.
- La serie no anima a las víctimas a buscar ayuda. Ninguno de los jóvenes a los que les ha pasado algo o que saben que un amigo cercano pasó por algo, busca la ayuda de sus padres. Los papás son retratados como muy ocupados, sobre-involucrados, ausentes, desinteresados o sin poder ayudar. La única vez que Hannah busca ayuda, el manejo del caso por parte del counselor deja mucho que desear.
- Convierte al suicidio en algo romántico, mostrándolo como una forma de mandar un mensaje, aunque muchos jóvenes también opinan que fue egoísta de parte de Hannah dejar a los otros sintiendo culpa. Ambos mensajes son peligrosos para las personas vulnerables, según Skehan.
Aunque las críticas de Skehan son buenas, no me parece exagerado mostrar el hecho de que muchos adolescentes no hablan con sus padres, basta leer este párrafo de un artículo del New York Times sobre la serie, para ilustrar: “Nunca había oído del programa, así que supuse que Zoe no lo había visto”, afirmó Seiferheld. “Le pregunté cuando llegó de la escuela y me contestó: ‘Mamá, ya casi acabo de ver toda la serie. Todos mis amigos la ven también’. Nos muestra lo mucho que hacen a nuestras espaldas”.
Visto desde ese punto, pienso que querían retratar la comunicación deficiente que una gran mayoría de adolescentes tiene con sus padres, o la cantidad de cosas que viven y no comparten con ellos. En la serie, solo Jessica se atreve a hablar con su padre de lo que le pasa (luego de que Justin le confirme la verdad sobre lo que pasó en la fiesta) y también lo hace Clay, debido a al insistencia de su madre.
Es verdad que la serie puede hacer sentir una gran carga de culpa a aquellos que tienen a alguien cercano que se suicidó, pero también puede hacernos reflexionar sobre la crueldad y falta de empatía y compasión que nos rodean hoy y tal vez cambiar la actitud de muchos. La actriz que representa a Jessica (Katherine Langford) comenta su experiencia personal al leer el libro “13 reasons why” en la secundaria y dice que le ayudó a cambiar su actitud hacia los otros.
Creo que el objetivo de los productores de conseguir que se hable de estos temas difíciles (bullying, suicidio, violaciones) se consiguió, en la mayoría de las redes sociales. Pero también hubieron muchos mensajes poco claros y cuestiones que tal vez la serie podía haber tocado de forma más profunda, o haberle dado más importancia.
Si te pasó como a la señora Seiferheld y tu hijo ya vio la serie, es bueno que puedas conversar con el/ella para responder a sus preguntas y ver qué piensa tu hijo de los temas tocados en la serie.
Imagen: Periódico Digital