Muchas veces pequeños cambios hechos por uno mismo en una habitación pueden darle otra vida y no necesariamente tienen que ser caros o engorrosos.
Hoy quería contaros unos cuantos trucos sencillos que seguro darán lugar a un gran-pequeño cambio en vuestras cocinas y con los que os sentiréis la mar de satisfechos hasta tener presupuesto para meteros en una obra:
1. En muchos casos un gran cambio puede ser algo tan simple como una limpieza a fondo de todos los armarios, las paredes, los techos y la despensa. Tirar productos viejos y caducados, desde ese tupper que amarillea hasta las especias que os trajisteis de aquel viaje que hicisteis en 1995 :).
2. Pintar las puertas de los muebles de blanco, o los armarios bajos de un color oscuro y los superiores de blanco. Olvidaos de los verdes manzana, naranjas y violetas, son ‘muy’ bonitos ‘hoy’, pero después de dos años conviviendo con ellos querréis arrancarlos de los muebles con las uñas.
3. Cambiar o pintar los tiradores por unos del siglo XXI en lugar de esos hierros barrocos de los que tiráis cada día cuando os hacéis un colacao.
4. Pintar las paredes de otro color oscuro para crear contraste, que en la cocina también se puede (esta técnica no sólo es apta para el salón), de forma que la cocina no tiene que ser toda blanca como una carnicería de barrio.
5. Colocar puntos de luz bajo los armarios superiores para trabajar mejor y que no se os cuele ningún elemento indeseable en los platos cuando tenéis invitados.
6. Pintar una pared con pintura para pizarra y hacer listas y dibujitos como habéis visto en cientos de fotos en Pinterest.
7. Construir una pequeña isla o camarera vosotros mismos o crearla a partir de un mueble reciclado, para tener un par de baldas más de almacenaje y superficie de trabajo y así molar más.
8. Colocar unas baldas para exponer vuestras tazas y boles favoritos o esos que os traéis a pares de las constantes visitas a las tiendas deco.
9. Colocar unas lámparas vintage encontradas en un mercadillo sobre la mesa de la cocina (para esta hay que tener algo de suerte, tienen que ser bonicas y encima dos!).
10. Renovar vuestros paños de cocina, por unos con estampado geométrico, con letras, con mensaje, etc. y deshaceros definitivamente de esos con pollos amarillos o con cuadros, de una tela que ni seca ni nada y que os resistís a tirar porque no se rompen jamás.
11. Empapelar una pared con vuestro estampado favorito en este momento y cambiarlo cuando os canséis, que lo haréis y lo sabéis.
12. Despejar la zona del fregadero libre de utensilios de limpieza poco atractivos y colocar un bote bonito con jabón de manos de suave perfume para uso frecuente, que aunque son algo caros, si no queréis comprar uno nuevo cuando se acaba lo rellenáis con sanex neutro y listo.
13. Cambiar la mesa de la cocina por una renovada, hecha por vosotros o nueva en lugar de esa cosa fea que se pliega por la mitad con superficie de melamina que os regaló vuestra tía Mari pensando que os hacía un superfavor.
14. Cambiar los electrodomésticos por unos más eficaces y eficientes, que consumirán muchísima menos electricidad. Veréis que supersónico es ahora todo, pueden mil cosas – aunque ya, esto no os saldrá tan barato si queréis algo potente.
Espero que os sirva algún truco y que os haya gustado el post, ¡feliz sábado!