Hoy ha comenzado un paro cívico de carácter político en Cataluña. Creo que confluyen gentes que luchan contra la violencia, el dialogo y el derecho a decidir, con los que quieren acumular fuerza para su objetivo independentista. Estos últimos parecen más beneficiados y sobre todo parece ser que son los que cortan el bacalao en el asunto. Se calientan motores para que las partes litigantes tome una decisión terrible, dura, de confrontación radical y parece que nos llevan a estar o de un lado o de otro, cuando no queremos estar con sus posiciones.
Cualquiera de las decisiones que tomen, el gobierno español, o el parlamento catalán, va a ser tomada con un efecto inmediato de violencia que no sabemos dónde nos lleva.
Quien puede tomar la decisión del art. 155 de la constitución, el gobierno español, esta deslegitimado por usar la violencia para resolver los conflictos como la ejercida en estos días y por años de negación ante un pueblo que reclama que quiere decidir sobre cómo se relaciona con el resto del estado. No son 4 locos catalanes, son millones los que reclaman esto y algo habrá que hacer. Si se aplica el 155, lamentablemente tendrán que aplicarlo violentamente de forma irreparable.
Quien puede tomar la decisión de la DUI (declaración unilateral de independencia), el parlamento catalán, esta deslegitimado porque no tiene la mayoría suficiente, no respeta la legalidad ni las garantías mínimas democráticas, sobre la que se ha sustentado hasta ahora y que tan cómodamente han gestionado al servicio de sus intereses de clases. No son 4 locos catalanes, los que no quieren la independencia y habrá que tenerlos en cuenta. Si se aplica la DUI, lamentablemente viviremos escenarios de violencia irreparables.
Como vasco federalista que soy, siempre he estado pensando que más tarde o temprano llegaría nuestra oportunidad. Ahora, hoy, estos días, es la oportunidad, aunque estamos en el filo de navaja. Los nacionalismos están chocando de forma salvaje. Deberíamos estar construyendo una alianza por la república federal. Forzando la negociación para que la única salida posible sea la república federal, voluntariamente aceptada por las partes. Yendo a un proceso constituyente en España y Cataluña. Convocando unas elecciones plebiscitarias en ambos sitios. Pero las partes no lo van a permitir. Y lo peor es que nos están llevando al huerto, haciéndonos colocar lejos de lo que son las posiciones del internacionalismo. Estoy pesimista porque no estamos avanzando hacía la república federal sino hacía el abismo
El gran nacionalismo español frente al nacionalismo de nación más pequeña, catalán, desea una cierta guerra como siempre han querido. Encantados de que nos despistemos del fondo de las contradicciones que se originan en la lucha de clases. Ambos son nacionalismos burgueses. Y aunque desde la izquierda sea más fácil, incluso simpático, entender al nacionalismo al que se reprime, no debemos despistarnos del fondo.
La desinformación, la contra información, se está adueñando de la realidad. Todos mienten, tal vez unos más que otros, para llevarse el gato al agua.
Los excesos mediáticos que gestionan las partes, se expresan en varios sitios, de forma absolutamente contradictoria… Es realmente vergonzante la campaña contra el futbolista Pique, por parte de los españolistas irrecalcitrantes. Pero ¿qué coño quieren? ¿Echar a Cataluña de España? Si lo mejor es que los catalanes representen también a España. Insultar a Pique es pedir que Cataluña se vaya de España. Es un contrasentido. Por otro lado, los escraches contra las gentes del PP en Cataluña y la policía, no consiguen el objetivo. No son, ni pueden ser el objetivo. Consiguen que la contraparte acumule fuerzas (votos) y argumentos para hacer barbaridades. No se puede echar a los votantes catalanes del PP o de Ciudadanos de Cataluña, sopena de que algún pirado lo esté pensando. No se puede confundir a Pique con el enemigo, de una parte, ni a la policía o los votantes peperos, de otra parte. El problema es la dirección política de la derecha española, léase el gobierno de Rajoy, y la dirección política de la derecha catalana, léase el gobierno de Puigdemont.
Alguien cree, desde las posiciones de izquierda, que la independencia va a suponer una profunda reversión de la lucha de clases en favor de los obreros y las clases populares. ¿Acaso lo dirigen esas clases? Como siempre, que hay nacionalismo de por medio, los obreros y capas populares son los que sostienen las batallas, pero no las dirigen.
Alguien se imagina, una república catalana revolucionaria, transformador, profundamente progresista, dentro de Europa. No ¿verdad? Pero y ¿fuera? Yo tampoco me lo imagino. Hay que subvertir el estado, no solo el español, sino el europeo. La batalla, hoy es mucho más grande. El impulso de lo que pasa en Catalunya solo servirá a los obreros y clases populares catalanas, si sirve a los mismos en el resto del estado e incluso, si sirve para caminar hacia subvertir Europa.
El 155, si es el que llega antes, debe servir para unir a los pueblos de España para cambiar la forma de estado, hacia la república federal autodeterminada. Y el DUI si es el que llega antes, debe servir para lo mismo.
Y eso significa que hay que unir a los que se rebelan contra la violencia del estado en Catalunya con los que nos negamos a que no se use el dialogo para resolver los conflictos. Todas las fuerzas de izquierda más los nacionalismos periféricos somos más, como para forzar un proceso constituyente en España.
Tenemos argumentos para ganarles. En España y en Catalunya. Los teníamos ya, pero ahora con lo que están haciendo, más todavía. La gente tiene más sentido común del que le presuponen algunos, y los pueblos, no quieren guerras, sobre todo si les explicas como se evitan y acusas a los que las incitan.
Hay que empezar por llevar la iniciativa. Rajoy, si le dejamos, va a convocar elecciones para ganarlas, y lo que hay que hacer es quitarle la iniciativa. Moción de censura, para convocar elecciones inmediatas en España para echar a los intransigentes del PP. Y apertura de negociación entre todas las fuerzas políticas que creen que hay que cambiar el modelo de estado. Y hay encajamos todos, menos el PP y parece ser que ciudadanos.
Pedro Sánchez, el PSOE, es la clave de todo esto. Desequilibra la solución del asunto. Comparto que pidan el dialogo, desde el PSOE, vamos bien por ahí, pero se quedan cortos. Hay que decir que se va hacer, si no, hay dialogo, y hay prisa por el asunto. Solo hay una alternativa, “si no hay dialogo hay que echar a Rajoy” y lo que ello representa. Y hay fuerzas suficientes para ello. Espero que no lleguemos tarde.
Mi respeto y simpatía profunda por la incorporación a la lucha de millones de catalanes. Me gustaría que coincidamos en la batalla por la republica (en todo el estado), contra la corrupción, por los derechos sociales, contra la reforma laboral, por la sanidad, la educación, la libertad, la democracia, la justicia, la autodeterminación de todos.
Mi repulsa más absoluta a la gestión violenta e impositiva del gobierno español y mi solidaridad con los que están luchando hoy en una huelga contra la violencia, por el dialogo y por el derecho a decidir.