En el 2015 había una exposición en La Nau, “antigua Universitat de València”. Donde estaban expuestos diferentes objetos, documentos, mapas, fotografías, imágenes, audiovisual e ilustraciones de Paco Roca. La exposición trataba de rememorar de forma fidedigna didáctica la odisea de la trayectoria de “Stanbrook”. Y examinar la suerte que corrieron sus pasajeros. Fui a ver la exposición y la historia que conocí me dejó un poco tocado. Sobre todo, por qué a causa de la guerra en el Medio Oriente, se amontonan a las puertas de Europa, una gran cantidad de refugiados huyendo de la miseria y de la muerte. La UE cuando se creó, una de las leyes que tenían que cumplir los Estados miembros, era dar asilo a las personas que eran perseguidas y asesinadas en sus países. Fueran refugiados políticos o por las guerras, por raza, religión etc.
Bien, no hace mucho la UE decidió no dejar entrar a la mayoria de los refugiados que se encuentran malviviendo a las puertas de Europa. Pero como Pilatos nuestros políticos se lavan las manos y le dan dinero a Turquía para que hagan el trabajo sucio “devolver a los refugiados al horror de la guerra”. Mientras tanto los ciudadanos/as de Europa, que se rasgaron la vestiduras cuando salió en los medios la foto de una criatura muerta en la playa, ahora miran para otro lado y nadie sale a la calle a protestar “porque no los quieren”. Simplemente por egoísmo y por miedo a que estos refugiados les quiten el puesto de trabajo…que asco! El gobierno de la República en Valencia
Por este motivo y porque hace 80 años Valencia fue capital de la República. He decidido escribir una entrada en homenaje a mi familia que luchó y murió por la República y a un héroe que vivió y murió hace muchos años. Ya que se jugó la vida “cuando no tenía obligación” salvando a 2.638 españoles, de la represión franquista, de la prisión y de la muerte a unos días de acabar la guerra “por lo menos en España”.
Pero retrocedamos en el tiempo y hagamos un poco de historia: Después de la batalla de Teruel (diciembre 1937-febrero 1938), las tropas franquistas van de victoria en victoria y se imponen a los republicanos en la batalla del Ebro (julio-noviembre 1938), en parte por su superioridad en material, pero también porque había un ejército republicano mal dirigido y con demasiados conflictos internos. A pesar del éxito de los planes republicanos de retirada hacia los puertos mediterráneos, determinados factores como el golpe de Casado, que “constituyó uno de los últimos actos de la Guerra Civil Española". El golpe de Estado que se inició el 5 de marzo de 1939 estuvo encabezado por el coronel Segismundo Casado, jefe del Ejército del Centro, y fue apoyado por todas las fuerzas políticas de la zona republicana que abogaban por poner fin a la guerra civil. El golpe triunfó tras desencadenarse en Madrid una guerra civil dentro de la guerra civil”. Además de la deserción de la flota de Cartagena, la rendición de Menorca, y la caída de Madrid, acabaron con todas las esperanzas de poder dar la vuelta a la situación. Antoni Miró, El Stanbrook. Serie L'exili, 2009. Universitat de València
Así que la unica posibilidad de fuga se encontraba en los puertos de Levante. Tres días después de la deserción de la flota republicana, el 5 de marzo de 1939, la armada franquista bloquea toda la zona mediterránea y el acceso de barcos a los puertos quedó prácticamente paralizado. Aún así, cuarenta embarcaciones de varios tipos consiguieron esquivar el bloqueo y hacer llegar más de 10.000 personas a las costas norteafricanas.
Pero volamos a retomar la historia del Stanbrook: Fue un buque carbonero británico, de 1.383 toneladas, de dimensiones 230,1 × 34 pies (70,1 × 10,4 m) y una velocidad máxima de 12 nudos, y con capacidad para 24 tripulantes, que efectuó la última evacuación de refugiados republicanos del puerto de Alicante el 28 de marzo de 1939, cuatro días antes del final de la Guerra Civil Española. Además del Stanbrook, también zarpó el Marítima, un buque el triple de grande, pero sin que se sepa por qué sólo llevó a bordo a treinta personas, líderes socialistas y sus familias, lo que suscitó una gran polémica en la Federación Socialista de Orán, el destino de los dos barcos. En Alicante quedaron más de 15.000 refugiados atrapados en el puerto. Fueron conducidos por los soldados de la División Littorio, una unidad militar italiana que reforzaba a las tropas franquistas, al campo de concentración de Los Almendros, y más tarde al campo de concentración de Albatera. Con respecto al Capitán Archibald Dickson, fue un verdadero héroe, tenía orden de trasladar a Orán un cargamento de naranjas, azafrán y tabaco desde el puerto de Alicante donde los refugiados esperaban escapar y decidió que era más importante las personas que la mercancía. Fue una proeza increíble, tanto por su envergadura en el plano humano como por las dificultades superadas durante la peligrosa travesía, una auténtica odisea llena de riesgos en la cual estuvo a punto de zozobrar varias veces debido a la enorme sobrecarga humana; y con la dificultad añadida de tener que evitar la flota y los bombardeos franquistas. Si la nave llega a destino fue gracias a la habilidad del capitán galés.
Pero con todo, la situación todavía fue a peor con la capitulación y la posterior colaboración de la Francia de Pétain, y no empieza a mejorar hasta la liberación del territorio por parte de los aliados. En cuanto a la llegada a Orán, el Stanbrook no tenía permiso para acceder al puerto y tuvo que esperar otra noche más en la bahía anexa para conseguir autorización. El capitán bajó a tierra e intentó negociar un permiso para que los refugiados desembarcaran, tan sólo lo consiguió para algunas mujeres y niños. Las negociaciones de Dickson no lograron que la mayoría de los refugiados pudieran poner pie en territorio francés. Las autoridades de Orán no aceptaron a más personas aludiendo cuestiones de saturación de sus recursos, alojamiento, alimentación y atención sanitaria. Las mujeres, niños, enfermos y ancianos fueron recluidos en campos, como el del Centro nº1, denominación que se le dio a la antigua cárcel, o el de Ain-Le-Turk. Mientras, los hombres permanecieron hacinados en la cubierta del Stanbrook en condiciones infrahumanas “a que nos recuerda esto”.
El historiador Juan B. Vilar cuenta que: “Sin apenas agua y comida, severamente racionadas (una rebanada de pan por persona y una lata de arenques, sardinas o paté para cada cuatro era el menú diario), enfermos no pocos de ellos y sin medicinas, eran además presa de los parásitos, y hacinados hasta extremos de promiscuidad inconcebible. Baste decir que para ir a los dos únicos retretes existentes en el buque había que guardar colas de más de un día.” A partir de la segunda semana de hacinamiento en el buque se autorizó un desembarco gradual por cuestiones sanitarias. El día 27 de abril, cuando se realizó una desinfección del buque, todavía mantenía a más de 1.500 refugiados en el Stanbrook. Poco a poco los republicanos fueron desembarcando y se les internó en los campos de concentración de Morand y Suzzoni. Algunos consiguieron embarcar para Francia o México. La mayoría vivió mucho tiempo en las terribles condiciones de los campos de internamiento franceses en Argelia.
El capitán Archibald Dickson falleció cuando un submarino alemán hundió el Stanbrook el 18 de noviembre de 1939. Los supervivientes, entre las 2.638 personas que pudieron huir de la represión franquista gracias a su valor...lloraron su muerte.
Para finalizar, somos un país privilegiado y debemos de ponernos en lugar de estas personas a los que por egoísmo se les rechaza. Debemos de tener en cuenta que en otra época fueron nuestros familiares o compatriotas quienes pidieron ayuda a otro país, en este caso que nos ocupa “Francia” y fueron tratados como bestias.
Patria Valenciana es un Blog de noticias de actualidad, de cultura y sociedad.