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1950: el partido de toda una vida

Publicado el 22 diciembre 2017 por Trescuatrotres @tres4tres

29 de junio de 1950, fases de grupos de la Copa del Mundo de Brasil. Un equipo casi amateur en representación de los Estados Unidos debe enfrentarse a la histórica selección de Inglaterra. El talento británico de Tom Finney y Stan Mortensen contra un equipo de perfectos desconocidos.

EE.UU. fue invitado a jugar la competición y apenas contaba con presupuesto ni equipos profesionales de fútbol. El grueso de su equipo estaba formado por un grupo joven de talentos provenientes de las calles de Saint Louis. Por ello, las apuestas no es que fueran muy esperanzadoras con las posibilidades del equipo norteamericano.

Todo parecía señalar una abultada derrota del joven invitado al fútbol de élite. Sin embargo, el fútbol tenía otro plan preparado tras los noventa minutos. Tras un autentico asedio británico en los minutos iniciales, con postes incluidos, llegaría la sorpresa y la heroica.

Un centro largo, obra de Waltar Bahr, y un remate en plancha de Bert Williams daban la victoria a los Estados unidos al final del primer tiempo. El entrador británico lamentaría dejar a su portero titular en el banquillo creyendo que sería un partido fácil de ganar.

Tras los noventa minutos y un gran juego defensivo de los Estados Unidos, que sacó de quicio al equipo favorito, Brasil aplaudió la hazaña de la que acaba de ser testigo. Estados unidos no pasó de la primera fase, pero nadie les quitaría el haber colocado una huella difícil de olvidar en la historia de los mundiales.

Cómo no podía ser de otra forma, la literatura y el cine no han dejado pasar de largo este hecho. En el año 2005, llegaba la versión cinematográfica de la novela de Geoffrey Douglas The Game of Their Lives. Entre su reparto destacaban Patrick Stewart y Gerard Butler. Stewart cómo seleccionador y Butler cómo Frank Borghi, portero del equipo estadounidense. Borgui sorprendió a propio y extraños con su gran partido ante Inglaterra.

La película no pasa de ser un mero entretenimiento, pero aumenta el interés en su visionado por la historia que guarda detrás. Así que es un ejemplo digno de cine deportivo. Con los puntos fuertes y flaquezas propias del género.

1950: el partido de toda una vida

Las escenas de fútbol pudieran estar mejor rodadas, pero entendemos que estamos ante una película de alto carácter televisivo, hay que tener paciencia con ella. Podremos disfrutar de unas buenas actuaciones y un par de escenas muy buenas. Por un lado el mítico partido, con todo el ambiente alrededor del joven equipo norteamericano. Por otro, cómo poco a poco se fue formando el equipo que viajaría a tierras brasileñas.

La verdad es que un acierto de guión de Angelo Pizzo exagerar la atención mediática que recibió el evento del mundial de Brasil 1950 en la prensa yanqui, ya que el fútbol no era muy popular por aquel entonces. Otorga la suficiente tensión dramática para que no perdamos detalle la metraje.

Resumiendo, la película de David Anspaugh, titulada en España El partido de sus vidas, es un título a disfrutar por aquellos amantes de la historia del fútbo, sedientos de anécdotas llenas de épica como es el caso.

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