Revista En Femenino

2 años de ¡Mamá qué sabe!…

Por Mamaquesabe @mamaqsabe

recién nacida

¡Mamá que sabe! nació estando embarazada de mi hija, que ahora acaba de cumplir 18 meses. En realidad nació con otro nombre, pero me di cuenta de que solo sé que cada día sé menos que mañana… así que ¡qué sé yo lo que sé sobre algo teniendo un mañana que lo puede cambiar! Y me quedé con este “mote”. Recuerdo que embarazada de mi hijo me dio por el photoshop y el scrapbook, así que no sé cómo acabé en la blogosfera maternal esta vez… 

Si me leéis, ya sabéis mucho más de mí entre líneas de lo que escribo sin necesidad de poner a todo palabra. Es un reto personal, un tiempo para mí sola y mis pensamientos (el único), y un agradecimiento a lo que yo recibo: pero reconozco que ha funcionado mucho más por inercia que por control mío. Y sobre todo, si funciona es porque vosotros lo hacéis funcionar. Yo lo escribo, pero vosotros lo empujáis, y no sabéis cuánto de bueno me habéis enseñado en este proceso…

No soy madre novata: ¡mirad si he vivido ya maternidad desde que mi hijo era así de pequeño! Por eso creo que es normal que viva esta segunda maternidad de forma totalmente distinta a como viví la primera: positiva, feliz, despreocupada… sabiendo que suele haber solución para casi todo. Y necesariamente creo que eso se refleja en el blog. Un blog que pretender ser emocionalmente educativo, muy positivo y reflejo de una vida real. Soy ésta, la que leéis, la que encontráis en las redes sociales… no aparento nada porque doy por sentado que sabéis ver más allá de mis palabras.

mi hijo cuando era bebé

A veces he tenido muchas ganas de abandonar el blog,  no por nada en particular sino porque empecé por inercia y fue creciendo mientras me seguía sintiendo igual de novata y desubicada. No acababa de identificar mi hueco y me sentía más cercana a otras tendencias que a las que imperaban; tampoco tengo demasiado tiempo más allá de preparar estas entradas mentalmente, bocetarlas en una hoja y en muchas ocasiones escribirlas vía móvil, así que no tengo tiempo de fomentar la amistad virtual como desearía. Me suelo tomar demasiado en serio mi maternidad, tengo principios que llevo a cualquier ámbito de mi vida, y me gustan las cosas sencillas. Tampoco tenía ningún tipo de pretensión cuando empecé con el blog y consigo mantenerlo a día de hoy. Miento. Solo una. Ser tan sincera y creíble que si alguien me leía pudiera confiar en lo que contaba. Así que muchas veces me sentía perdida y sin rumbo ni meta entre lo que pensaba que debía ser como bloguera y lo que creía que debía pensar como tal. Pero no suelo darme por vencida, así que superé aquellas crisis pensando en que si había solo una persona a la que pudiera servirle de inspiración para algo positivo en su vida familiar, el tiempo habría valido la pena.

De hecho no creo que cumpla ningún requisito para considerarme bloguera más allá de por escribir un blog: apenas sé interpretar estadísticas, sigo sin saber nada de S.E.O. ni interés alguno en ciernes al respecto, no me gusta participar en sorteos ni sortear; no soy polémica ni cuento todo lo que pienso (no por nada, es que en mi casa y vida tampoco voy diciendo todo lo que pienso); y descarto la mayoría de las colaboraciones que me proponen porque o no van conmigo o carecen de los valores que yo intento transmitir a mis hijos. Así vivo, así “blogueo”.

Porque en el fondo tengo mucho de madre también para con quien me pueda leer… ¡y qué le voy a hacer si soy madre por encima de cualquier cosa! Y porque sí, cumplo muchos requisitos de lo que significa ser una madre apasionada, sincera y comprometida, que además está encontrando el equilibrio entre su privacidad maternal y el compartir nuestra vida familiar. Y ya sabéis que vivo en el lado bonito de la vida, así que mis penas o cansancios los gestiono antes de tener tiempo de dejarlos por escrito. No es que sea una madre perfecta, pero sí soy una madre muy reflexiva consigo misma, con lo que con cada error saco un aprendizaje que es el que trato de contar siempre en este blog.

No escribo para nadie una vez, escribo para todos vosotros que os habéis querido detener en vuestro camino a conocer cómo es esta familia cada día. Escribo para quienes queréis vernos crecer. Escribo para quienes sabéis ya leerme entre líneas, para quienes no esperáis más de nosotros que el tener la puerta abierta de nuestra casa, y para quienes confiáis en que este blog no es más que una carta sincera de una madre a otros padres.

Hoy os digo que he encontrado mi hueco. Un hueco entre vosotros. De aquella primera entrada escrita hace hoy justo dos años sigue habiendo mucho de mí, ¿verdad? No seré una buena bloguera, pero sí sé que soy que soy mejor madre que bloguera, así que mientras como madre tenga algo que escribir, vosotros tendréis algo que leer en este rincón. Pero recordad que siempre escribo conforme a mis propios principios, y que son tan firmes para mí y los míos, como para con vosotros. Y si este blog ha encontrado su propio hueco, el nuestro, es gracias a vosotros.

Y este intento de guiño, ¡va por vosotros!

GRACIAS POR ESTAR AL OTRO LADO DE NUESTRO LADO BONITO DE LA VIDA.


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