Fantozzi nació de los monólogos de Villaggio para el programa de televisión "Quelli della domenica" posterormente se convirtió en el protaonista de una serie de cuentos publicados primero en los diarios y más tarde en libros de la editorial Rizzoli y posteriormente llevados al cine en el que Villaggio era también el protagonista. Villaggio ha innovado el lenguaje creando nuevos modismos y palabras que todavía permanecen en el italiano. "Un ciclón que lo ha revolucionado todo".
En la sesión vespertina de largometrajes a concurso en los Cines Paz era el turno de una intima road movie, Acqua e Anice la ópera prima de Corrado Ceron prácticamente al servicio de la grande Stefania Sandrelli que vuelve a estar espectacular. Inspirada en hechos reales que leyó en su ciudad natal Vicenza, Ceron narra la historia de Olimpia (Sandrelli), una leyenda de las orquestas que con 70 años cumplidos decide rescatar su furgón para volver a la carretera y ver a las personas importantes en su vida y pasar por los lugares que con su orquesta "I capricci de Olimpia" era una estrella. El destino final es Zurich donde pretende, o eso dice, visitar a una amiga. Para ello embarca a Maria (Silvia D'Amico), una joven tímida y callada, sin mucha experiencia en la vida a la que todo parece salir mal, que le hará de chófer. La ópera prima de Ceron es sobre todo un canto a la vida y a la libertad de elegir ser felices. Une a dos personajes antagónicos, la alegre, un poco alcohólica y un tanto olvidadiza Olimpia con la tranquila Maria que aprenderá a ver la vida con otros ojos. Impecable fotografía y buen guión escrito a tres manos entre Federico Favo, con el que colabora por tercera vez, el propio Ceron y Valentina Zanella que aporta la mirada femenina en la que brillan sus dos protagonistas (Sandrelli y D'Amico).