Por Daniela Leiva Seisdedos · jun 19, 2014 · 0 Comentarios
Cuando contamos una historia siempre estamos volviendo a renovar el significado de ella. Cuando los países rememoran su historia, siempre se resalta la participación destacada de algunas personas a quienes reconocemos como nuestros próceres o nuestros padres fundadores.
Hubo hombres y mujeres que imaginaron un pedazo de tierra donde ser libres para poder desatar las cadenas que impedían la libre determinación; sujetos capaces de cumplir todos los sueños cueste lo que cueste, pero pensando siempre en el bien común. Uno de esos hombres fue Manuel Belgrano creador de nuestra insinia patria, mascaron de proa de nuestra argentinidad.
Manuel Belgrano creador de nuestra bandera argentina que fue izada por primera vez el 27 de febrero de 1812 a orillas del río Paraná, él consideró necesaria la creación de una insignia que diera cuenta de nuestra identidad nacional. Fue en Agosto de ese mismo año cuando se enarboló por primera vez en Buenos Aires, en la torre del templo de San Nicolás.
El primer reconocimiento legal de nuestra insignia patria correspondió al Congreso de Tucumán por iniciativa del diputado Juan José Paso. Mediante un decreto, redactado y presentado por otro destacado diputado, de nombre José Serrano, fue posteriormente aprobado en la sesión del 20 de julio de 1816.
Pensemos en el contexto en el cual tuvo lugar el accionar de Manuel Belgrano: Un país que luchaba por su independencia hoy tenemos esa independencia política. En lo externo la amenaza de un poderoso imperio que asomaba con recuperar sus fuerzas en una Europa donde los ideales de la revolución francesa estaban siendo cuestionados.
En América la libertad, la igualdad y la fraternidad habían calado hondo y en lo interno, las lacras oscurantista representada por una elite bastante temerosa de los grandes cambios y apoyada por el espíritu sectario amenazaba la sabiduría del disenso acompañdo por una anarquía que reptaba por todo el territorio; todo parecía condenado al fracaso, todo el sueño de una patria libre se podía hacer añicos, la incipiente nación podría entrar en un estado que nublaba los sueños iniciados en mayo de 1810.
Todo este contexto interno es lo que tendríamos que repensar hoy al evocar el día de la muerte de Manuel Belgrano y hacernos algunas preguntas aunque tal vez muchas queden sin respuestas ¿Cuál es el sentido que le damos a este símbolo? ¿Qué sentido le damos al concepto de patria? ¿Somos capaces de hacer patria más allá de las tribunas deportivas en este contexto mundialista? ¿Solo somos argentinos cuando jugamos un mundial? ¿ Qué representa la figura de Manuel Belgrano hoy?
Estamos frente a un mundo globalizado y sociedades cosmopolitas, como es la Argentina y la tecnología, por ejemplo la Internet, nos permiten estar más cerca de los demás a pesar de las grandes distancias.
Los argentinos estamos concectados tal es así que las fronteras se diluyen, los nacionalismos exagerados y chauvinistas, que tanto daño hicieron al mundo y a nuestro país deben quedar relegados. Belgrano y todos nuestros próceres nos lo piden con sus enseñanzas. Estas enseñanzas no son de antaño siempre están en plena vigencia.
La figura del General Belgrano encarna los ideales de mayo y por ello es uno de los padres de la Patria. Su legado sigue aún vigente y es materia pendiente de todos los argentinos.
En la síntesis de su pensamiento expresaba:
1) En la educación: Educación primaria gratuita para todos. Especial atención para las mujeres, que como madres son las primeras maestras de los hijos de la patria. Vinculó a su vez la educación con los oficios que constituyen la máquina productiva del país: agricultura, ganadería, industria y comercio. Sin una educación a la altura de las necesidades económicas del país, nada podrá ser hecho. Belgrano es el primer educador de la nación.
2) En la producción: Belgrano era un estudioso de las posibilidades económicas del país, y sabía que sin un desarrollo de sus potencialidades productivas, ninguna independencia era posible.
Un 20 de junio como hoy, de 1820, murió el hombre Manuel Belgrano, el que nos dio bandera, pero no murieron los ideales a los que consagró su vida: Educación, Estado, Justicia Social, Producción, Austeridad, Solidaridad, Humildad y Dignidad.
Hoy en día hemos conquistado libertades, pero…¿las sabemos usar?, respetemos todo lo realizado por Manuel Belgrano; no pasemos las fechas patrias como un feriado más, fomentemos, enseñemos y eduquemos a estas futuras generaciones la importancia del valor de saber de nuestros próceres, aleccionemos sin vergüenza nuestras raíces culturales.
Debemos convertirnos, para ello, en ciudadanos comprometidos con la búsqueda del bien común, hoy es el día de detener los sentimientos mezquinos hoy se debe generar un cambio de actitud ante una Argentina que siempre espera a que diariamente nos comportemos como adultos y no como adolescentes.
En momentos tan difíciles de la búsqueda de dialogo entre algunos argentinos nos tiene que venir a la memoria personas como Belgrano, él nos permitirá encontrar, quizás, el ejemplo de patriotismo que a menudo hoy nos es difícil hallar, no se deben monopolizar las ideas ni las palabras.
Un gran pensador, alguien que amaba bien a la Argentina, Ortega y Gasset dijo una vez: “Argentinos: ¡A las cosas!”. El también nos invita a seguir el camino trazado por Belgran
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