20 signos universales de una mala escritura – parte I

…he sacado esta información de la escritora Mette Ivie Harrison. (Es una traducción adaptada para este blog)

Tolstoi decía que todas las familias felices son felices de la misma forma, pero que las familiar infelices son infelices de maneras muy diversas. Esta es la razón por la cual es interesante escribir sobre familias infelices.

Creo que los malos escritores son malos de la misma forma, pero que los buenos escritores son buenos de maneras muy diversas. Estas son las formas en las que un escritor muestra que es malo:

1. No cuenta una historia.

Frecuente es porque están demasiado centrados en las palabras de una frase hasta el punto de olvidar la imagen total del libro. Puede que incluso no se estén dando cuenta. Estoy segura de que es así. A veces los mejores escritores se sientan y se preguntan qué es lo que están tratando de escribir. No siempre es posible darse cuenta de este error.

2. No son concisos. Las frases nunca son cortas. No tienen un sentido del ritmo de las frases.

Creo que esto puede venir por el hábito que uno haya adquirido durante el colegio cuando tienes que escribir trabajos de una longitud determinada y uno prefiere decir las cosas de la manera más larga posible. Eso a veces conseguía que tuviera mejores notas.

3. Utilizan abundantes adjetivos y adverbios.

Seguramente es porque están tratando de seguir algún tipo de regla de la buena escritura y alguien les ha dicho que utilicen los sentidos en el párrafo de apertura. Sin embargo, esto no tiene que ver con poner miles de adjetivos en una escena donde se desarrolla una acción.

4. No saben lo que significa la palabra sutil.

Nada es tan poco importante que no lo puedas contar de forma sutil. DE alguna manera est es un tipo de inseguridad, es como creer que el lector no va a ser capaz de interpretar el texto por sí mismo.

5.No permiten que el lector descubra sorpresas durante el libro.

Esto es parcialmente porque  no saben exactamente qué es lo que va a pasar a continuación. Esto aparece cuando el personaje está pensando qué hacer después y le cuenta al lector qué va a pasar y cómo se siente al respecto antes de tiempo.

6. No entienden qué es el punto de vista y están constantemente contando al lector cosas que no se pueden contar desde un punto de vista específico.

Escritores que vayan cambiando del punto de vista de un personaje a otro y que lo hagan sin confundir al lector son muy escasos, y solo se debe intentar cuando uno ya tiene mucha experiencia. Si no es ese tu caso cíñete a un personaje o a un punto de vista específico y a todo lo que éste conozca y pueda ver.

7. Muestran demasiado.

El clásico “Muestra, no cuentes” es a veces malinterpretada, porque algunos autores no saben que deben mostrar y que no. Obviamente el lector no necsita saber todo lo que pasa en una acción, detalle por detalle. No necesita saber que nuestros personajes van al baño. Solo quieren saber cosas interesantes, cosas que le hablen del personaje, que muestren el conflicto

8.Cuentan demasiado de sí mismos.

El problema aquí es que el lector quiere leer sobre la historia, no sobre la vida personal del autor. Este es un problema que a menudo el escritor no puede ver. Se identifican tanto con el personaje que transmiten al lector cierta información sobre sus fantasías y sobre sus relaciones.

9. Escriben con mala información.

A veces, incluso si no eres un experto en el campo, eres capaz de decir si un escritor se está inventando información. Es verdad que los escritores imaginan cosas, es a lo que se dedican. Lo único es que hay que hacer esta tarea bien, es importante que al menos parezca que saben de lo que hablan.

10. Mezclan metáforas o las utilizan de manera inapropiada. O quizá solo las utilizan demasiado.

Las metáforas puedes servir para una buena escritura, todo el mundo lo sabe. Lo que pasa es que una buena metáfora puede saturar al libro entero. No querrás sofocar al lector con miles de metáforas. Utiliza una muy buena, y luego no vuelvas a usar más. A veces incluso es mejor abstenerse de las metáforas.

Más la próxima semana…

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