A estas alturas pensar que Google es gratuito es pura fantasía. Todos los usuarios pagamos con información, (para ellos vale su peso en oro). Con las búsquedas que realizamos, entregamos información sobre el comportamiento, consumo, costumbres, hábitos, actividades, gustos, vicios, placeres y muchas cosas más de las que ni tan siquiera somos conscientes.
Google como cualquier otro buscador, almacena y valora los datos facilitados para crear nuevas aplicaciones y servir publicidad según nuestros aparentes intereses. Realizando un verdadero trabajo de minería de datos. Es común observar cómo la página visitada nos ofrece productos similares que otros clientes compraron, dependiendo de tu pasado historial. Con cierta asiduidad, me veo sorprendido con la creación de un nuevo servicio, con la compra de una empresa, o la creación de otra nueva empresa que ofrece productos de interés para todos. Ejemplos como Gmail, Adwords, Adsense, Blogger, YouTube, Picasa, SketchUp, Analytics, Docs, Reader, Sites, Maps, Earth, Calendar, Grupos, etc.
Persiguiendo una clara estrategia de dominio del mercado en las aplicaciones de Internet.
La respuesta puede estar en la situación sobre la que se sostiene la compañía. Es decir, Google dispone de una licencia de uso del algoritmo PageRank. Este algoritmo no es propiedad de Larry Page o Sergey Brin, fundadores de la compañía, sino la Universidad de Stanford es quien posee la patente. Pero debemos saber que esta licencia de uso finaliza el 2011, y más importante todavía, la patente será válida sólo hasta el 2017 fecha en que podrá ser de libre uso.
Cuando eso ocurra, es posible que debamos pagar por servicios que Google ahora ofrece en aparente gratuidad. No sería de extrañar que junto a la factura del teléfono, la luz, nos presentaran la factura de Google.
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Filed under: Economía del sueño Tagged: algoritmo, Data Mining, Google, Larry Page, PageRank, Sergey Brin, Stanford University