(2012) Mayo 2ª Quincena / 7

17/05/2012. Aprendiz de asesino, Ralph. L. Thomas, 1988, Canadá

Demasiado desconocido para sus méritos, un sugestivo film  sobre el proceso de abducción por parte de un alucinado hombre-medicina y predicador sobre un adolescente en la Pennsylvania de 1927, que desembocará en el asesinato. Naturalista en cuanto a plasmación, con un estilo de fotografía y planificación que recuerda a cierto cine británico de su época, pero suficientemente ambiguo para que los aspectos taumatúrgicos y esotéricos no queden en una simple denuncia de la superchería. Enigmático en conjunto, un poco demasiado sobrio y lustrado por una interpretación carismática de Donald Sutherland.

27/05/2012. Pierna creciente, falda menguante, Javier Aguirre, 1970, España

Comedia cupletera insuficiente pero  donde, al menos, lo pícaro se impone a lo burdo en un conjunto de simpático fetichismo que da vida a los chistes y tipos de Mingote, co-guionista e inspirador estético del invento. Dos historias, interconectadas por diversos personajes y desarrollada prácticamente en viñetas, en la España entre los 10 y los 20, con múltiples intervalos musicales, humor retro y heterogéneo reparto, memorables Isabel Garcés o la gran Laly Soldevilla y francamente divertido el singular Jaime de Mora y Aragón autointerpretándose/parodiándose. Lástima de la tosquedad de Aguirre, que afea una película con un algo de atemporalidad que reclamaba una realización más sutil.

28/05/2012. Ana dice sí, Pedro Lazaga, 1958, España

Una comedia muy representativa del estilo ligero, luminoso e inofensivo de las producciones de Dibildos durante los 50, con dirección igualmente light de Lazaga. En este ocasión los embrollos por heredar del sobrino calavera de un millonario que ofrece disparate leve romance en la costa brava, Analía Gadé guapísima, lo cual es redundante, y simpáticas intervenciones secundarias, como siempre y esta vez con mención honorífica para Elisa Montés como chica de alterne de pocas luces. Poco a destacar y poco a sancionar. Mejor que lo que vendrá dentro de la comedia para todos los públicos española, en cualquier caso.

29/05/2012. Le Mystère de la Chambre Jaune, Bruno Podalydès, 2003, Francia/Bélgica

Adaptación de línea clara del clásico del “misterio en habitación cerrada” de Gaston Leroux que servía de presentación a su folletinesca variación holmesiana Joseph Rouletabille, intrépido periodista de agudas dotes detectivescas. La preside un juguetón aire BD, Rouletabille tuvo su propia versión en tebeo, que acentúa el parentesco con Tintín o Blake y Mortimer en virtud de tono general y el estilo formal: colores cálidos, ligereza en la puesta en escena y gracia antinaturalista en la interpretación. Un tanto larga y un pelín autoparódica de más tuvo suficiente, y merecido, éxito como para facilitar la adaptación de la segunda entrega del personaje, Le Parfum de la Dame en noir y se incrusta en el envidiable resurgir, en distintos medios, durante los 2000 de las figuras nunca olvidadas del imaginario popular francés.

29/05/2012. Investigación criminal, Juan Bosch, 1970, España

Un remake más o menos disimulado de Brigada criminal donde Iquino aguza su olfato de productor costroso para captar la fiebre por los sórdidos thriller centrados en la trata de blancas que pronto harían fortuna en Italia. De tal modo pone al día la estructura de su seminal clásico dejando por el camino estilo y nervio en beneficio de la chapuza y la racanería de todo menos de mal gusto. Al tiempo anacrónico y representativo del exploit patrio carece de ritmo y sus numerosos desnudos (justificados) y secuencias calenturientas hacen intuir una doble versión más audaz. Entre los actores, algunos ni eso, solo Fernando Cebrián mantiene la dignidad con un villano elegante, mientras, Juan Bosch  rueda con desgana y hace añorara sus aportaciones al policial español de los últimos 50 y primeros 60.

30/05/2012. Ladrones como nosotros, Robert Altman, 1974, USA

Versión de un Altman en la cumbre de su prestigio sobre la misma novela de Edward Anderson que adaptase Nicholas Ray en al estremecedora Los amantes de la noche. La elección de los actores marca la oposición de ambos cineastas: frente a la estilizada belleza de Cathy O’Donell y Farley Granger la vulgaridad desgarbada de Shelley Duvall y Keith Carradine, aunque en ambos casos manteniendo la inocencia en mitad de la sordidez. Carece de ritmo, intensidad emotiva  e incluso sentido de la narración propiamente dicho, pero es muy representativa de las intenciones de Altman como cineasta, estableciendo una dialéctica entre los que se ve y el uso en over de una banda sonora llena de seriales, teatro radiado, discursos y sermones; lo cual unido a la presencia de los pulps y revistas de la época y a esa marca de la sociedad de consumo que es la Coca-Cola sirve de comentario irónico. Demasiado obvio y machacón, muy altmaniano también en ese sentido.

30/05/2012. ¡Hombre acosado!, Pedro Lazaga, 1952, España

Escrito entre José Luis Dibildos y Alfonso paso un buen thriller madrileño donde Mario Berriatúa es un falso culpable hitchcockiano en problemas por sus relaciones con una actriz, María Asquerino, a su vez amante de un despiadado criminal de clase alta dedicado a estafar y asesinar a refugiados políticos, nada menos que Alfredo Mayo en vena desagradable. Rápida y algo abrupta, con lograda atmósfera nocturna y una óptima valoración de las localizaciones. Algo tosca en cuanto a montaje pero con detalles de puesta en escena que demuestran que Lazaga bien pudo dar otras cosas de si.