Dos días para despedir 2016, el año en el que perdí a mi padre, inicié un proyecto empresarial, aumenté la familia, gané amigos, descubrí nuevas cosas de las personas que me rodean, y me reencontré conmigo misma una vez más.
Hoy escuchando “Un largo camino” de Paloma San Basilio y recordando el video que nos dedicó hace años el buen amigo Arcendo, cierro los ojos y una película pasa en el interior de mis párpados que ahora mismo hacen de pantalla.
Lourdes, Militos, Luisa, Arcendo, Cris, Any Granda, Caballero Zp, Alberto Neri, fueron algunos de los primeros amigos que conocí aquí, en internet, y es que en ese largo camino ya Dios lo tenía todo planeado para mí, hasta el último detalle, y cada día lo veo más claro. El me cogió y me colocó en este tablero online, donde nos movemos muchas aves inquietas y noctámbulas, este Edén Virtual, en el que con trabajo y esfuerzo, poco a poco me ha abierto un hueco.
Han sido muchas horas, frente a la pantalla, haciéndo kilómetros buscando, llamando a puertas, algunas se abrieron, otras solo se quedaron entreabiertas, otras siguen cerradas.
Y es que 2016 ha sido un largo camino, difícil, a veces doloroso, desesperante, asfixiante y de noches de insomnio y preocupaciones, pero también me ha servido para aprender que solo hay que querer para poder lograr cosas.
En este balance personal doy gracias en primer lugar a las personas que me decepcionaron, que han sido unas cuántas, porque de vosotros he aprendido mucho y me habéis hecho madurar, en segundo lugar a las que estuvieron incondicionalmente a mi lado, y siempre, siempre tuvieron una palabra de aliento cuando más lo necesitaba, porque me han ayudado a curarme las heridas, pero sobre todo doy gracias a mi marido, porque cariño mío, si hemos aguantado este año, ya aguantamos cualquier cosa.
Pero sobre todo doy gracias a mis hijas y a Juanjillo, que siempre han tenido un beso, un abrazo, incluso cuando ni yo misma me soportaba.
Doy gracias a mi hermano Manolo porque al final lo estamos logrando y seguro que va a salir bien.
Y doy gracias porque puedo decir a los cuatro vientos y bien fuerte: ¡TENGO UNA FAMILIA MARAVILLOSA!
Aunque no lo creáis, las cosas buenas de este año 2016 pesan muchísimo mas que las malas, y le doy gracias a Dios por este año que se marcha. Deseando recibir con los brazos abiertos a 2017