Revista En Femenino

2176.- Aprender a montar en bici

Por Siona @laboresenred
¡Milagrosamente! Sí, milagrosamente.
Este año me tocaba, sí o sí, enseñar a montar en bici sin ruedines a mi hijo de seis años. Me daba una pereza increíble pues ya sabéis (casi) todas que significa eso: riñones al jerez y nervios por los suelos.
Sin embargo, ¡nada más lejos de la realidad!
Resulta que estaba el niño con la bici de un amiguito y yo, charlando con su madre. Cuando el niño quiere aprender a montar y, ni corta ni perezosa, engancho la bici por el manillar y por debajo del sillín. Vamos, lo típico. A lo que esta madre amiga me dice, "No, no. Así no. Cógele con dos deditos por el cuello. Así el niño va más recto y guarda mejor el equilibrio"
Y, allá que va y agarra al niño con los dos deditos por el cuello, le mantiene así unos segundos mientras el niño va dando pedales y ¡le suelta! ¡Y se mantiene en la bici sin caerse durante unos segundos!
Yo no daba crédito a lo que estaba viviendo. Dentro de mi garganta podría haber aterrizado un 747 de lo abierta que tenía la boca. 
Ella hace eso por un par de veces y yo otras tantas y, ¡tachán! Soltamos al niño y pedalea tan pichi sin ruedines. 


2176.- Aprender a montar en bici

Foto recién hecha del niño descalzo y en pijama sin casco porque es por el jardín de casa


Esta operación no nos llevó más de diez minutos. Y yo no hacía más que recordar el puñetero verano que me pasé enseñando a los dos mayores. ¡Todo un puñetero verano! Y aprendieron malamente. Y mi espalda se quedó tocada para los restos. Y las peleas con mi marido por el "ahora te toca a ti". Y las peleas con los niños porque "no lo estás haciendo bien" y "eres tú que no sabes agarrarme bien". Y por supuesto, el tan manido "¡me he caído por tu culpa!".
Así que no lo dudéis, si tenéis que enseñar a vuestros hijos a montar en bici, dos deditos agarrándoles el cuello y ¡mano de santo!
Y no penséis que se mantiene durante un ratito y ya está, no. El niño se da paseos con nosotros de unos cuatro kilómetros que, no es que sean la Vuelta a España o el Tour de Francia, pero para sus seis añitos ¡están estupendos! Y sin caerse ni una sola vez.
¿Es milagroso o no es milagroso? 
¿Cómo enseñasteis vosotras a vuestros hijos a montar en bici? 
¿Qué tal quedaron vuestros riñones?



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