Miles, millones de personas mueren por distintas razones en un año en todo el mundo, y la “especie” humana no deja de existir. Más bien hay más seres humanos en la tierra cada día.
Ahora los invito a pasearse por este escenario: otra especie de la tierra mantiene en “peligro de extinción a la raza humana y a pesar de las advertencias, no se hace nada para que la situación cambie. Hasta que un día ¡Ups!! Matan al último ser humano que había en el planeta y la hasta allí llegó nuestra especie. Los únicos vestigios de que realmente existimos quedarán en fotos, libros, videos o piezas de museo. Un poco siniestro ¡¿No?!
Y si les dijera que esta “fábula” es cierta, ya pasó, pero no con los humanos, con otras especies menos afortunadas, precisamente por la acción del hombre.
Uno de ellos es el Rinoceronte negro de Occidente, una subespecie que solo habitaba en Camerún (Africa). En el año 2011 fue catalogada “En Peligro Crítico” por lo que se debieron haber ejecutado todas las acciones para su preservación. Pero los humanos, que nos creemos amos y dueños del mundo, preferimos cazar, diezmar, desplazar, abolir los pocos ejemplares que quedaban por lo que en el 2013 dejo de existir en el planeta.
La misma suerte corrió el Leopardo nubloso de formosa, una especie nativa de Taiwán que se caracterizaba por tener los colmillos más largos de los felinos. Los ambientalistas registran 2013 como fecha en que se extinguió de la faz de la tierra.
Estas lamentables noticias sirven de preámbulo para recordar que este viernes 22 de mayo se “celebra” el Día de la Diversidad biológica cuyo tema de este año es “Diversidad biológica para el desarrollo sostenible”.
Los científicos y ambientalistas nos recuerdan que no hay nada que celebrar: “La degradación de nuestro planeta y la pérdida de biodiversidad amenazan el sustento de más de 1000 millones de personas que viven en zonas secas y subhúmedas. Más de 3000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y de los litorales para subsistir y otros 1600 millones dependen de los bosques”.
Hace más de 20 años…
La Cumbre de la Tierra celebrada por Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992 reconoció la necesidad mundial de conciliar la preservación futura de la biodiversidad con el progreso humano según criterios de sostenibilidad o sustentabilidad promulgados en el Convenio internacional sobre la Diversidad Biológica que fue aprobado en Nairobi el 22 de mayo de 1992, fecha posteriormente declarada por la Asamblea General de la ONU como Día Internacional de la Biodiversidad.
Con esta misma intención, el año 2010 fue declarado Año Internacional de la Diversidad Biológica por la 61.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, coincidiendo con la fecha del Objetivo Biodiversidad 2010.
Algunos ejemplos de actividades de desarrollo que pueden tener las más significativas consecuencias negativas para la diversidad biológica son:
· Proyectos agrícolas y ganaderos que impliquen el desmonte de tierras, la eliminación de tierras húmedas, la inundación para reservorios para riego, el desplazamiento de la vida silvestre mediante cercos o ganado doméstico, el uso intensivo de pesticidas, la introducción del monocultivo de productos comerciales en lugares que antes dependieron de un gran surtido de cultivos locales para la agricultura de subsistencia.
· Proyectos de piscicultura que comprendan la conversión, para la acuicultura o maricultura, de importantes sitios naturales de reproducción o crianza, la pesca excesiva, la introducción de especies exóticas en ecosistemas acuáticos naturales.
· Proyectos forestales que incluyan la construcción de caminos de acceso, explotación forestal intensiva, establecimiento de industrias para productos forestales que generan más desarrollo cerca del sitio del proyecto.
· Proyectos de transporte que abarquen la construcción de caminos principales, puentes, caminos rurales, ferrocarriles o canales, los cuales podrían facilitar el acceso a áreas naturales y a la población de las mismas.
· Canalización de los ríos.
· Actividades de dragado y relleno en tierras húmedas costeras o del interior.
· Proyectos hidroeléctricos que impliquen grandes desviaciones del agua, inundaciones u otras importantes transformaciones de áreas naturales acuáticas o terrestres, produciendo la reducción o modificación del hábitat y el consecuente traslado necesario hacia nuevas áreas y la probable violación de la capacidad de mantenimiento.
· Riego y otros proyectos de agua potable que puedan vaciar el agua, drenar los hábitats en tierras húmedas o eliminar fuentes vitales de agua.
· Proyectos industriales que produzcan la contaminación del aire, agua o suelo.
· Pérdida en gran escala del hábitat, debido a la minería y exploración mineral.
· Conversión de los recursos biológicos para combustibles o alimentos a escala industrial.
Ambiente y ecología
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