Revista Cultura y Ocio

"22/11/63" de Stephen King (2011)

Publicado el 29 noviembre 2013 por Tomas
"Primero te ignoran. Luego se ríen de ti. Después te atacan. Entonces ganas"
M. Gandhi
Hola a todos. Comenzaré la reseña de hoy poniéndome en modo Abuelo Cebolleta porque quisiera hablaros, sobre todo a los más jóvenes (jóvenes de verdad quiero decir, no "jóvenes" de 36 años como yo)  de una época en la que no existía Internet. No había un ordenador (o computadora) en cada casa, ni teléfonos móviles, ni DivX, ni MP3. Ni Youtube, ni pelis en streaming, ni P2P, ni Grooveshark ¿os lo imagináis? El manga estaba aún aterrizando en España y los libros electrónicos eran Ciencia-Ficción. Conseguir un disco o una película era una odisea y llamar a una chica una misión de alto riesgo (de que descolgase el teléfono su padre). En aquel pasado remoto no existían palabras como freak, friki nerd. No, jovenzuelos, los que jugábamos al rol y a wargames, leíamos libros de fantasía y cómics de superhéroes éramos pringaos. Faltaba mucho para el Día del Orgullo Friki y en A Coruña, una ciudad pequeña (o un pueblo grande) donde no había aún ni librerías especializadas en cómics y aledaños, no podíamos ni soñar con asistir a actos como Expotaku o Freakemacine. Las chicas no jugaban al rol, no leían cómics y no hacían cosplay. En aquel tiempo que pasamos tras la pantalla de director de juego de "La llamada de Chutlhu", leer a Stephen King, mozalbetes, aunque no os lo creáis, aunque no podáis ni concebirlo, no molaba
Cuando no podías esconder lo que estabas leyendo en público (bendito Kindle), un libro del rey en tus manos te relegaba automáticamente a la condición de cretino, matao y paria literario. ¿Qué digo literario? King no era literatura. Subproducto para masas aborregadas, entretenimiento barato para gente sin criterio, basura infumable, noveluchas de quiosco a la altura de Corín Tellado o Marcial Lafuente Estefanía (nótese el desprecio implícito por esos dos titanes del teclado capaces de escribir una novela por semana) sí podía ser. Pero ¿literatura? ¡jamás! La bibliotecaria, si sacabas en préstamo varios libros seguidos del rey del terror, te sugería, con mucho tacto, que probases con otros autores. Mejor que el profe de literatura no te viese leyendo eso. Y si querías tener una oportunidad con esa chica, lo tuyo eran Kerouac, Süskind o Kundera, o lo que tocase en el momento (siempre hubo modas). Rimbaud, Mallarmé o Baudeleire si iba de poetisa maldita; García Márquez o Vargas Llosa si aún le habían pillado los últimos coletazos del boom latinoamericano. Como veréis, era una época en la que parecía incompatible leer a Stephen King y a Miguel Delibes, o escuchar a White Zombie y a Los Rodríguez. Eran otros tiempos más intransigentes. 
Pasaron los años, vinieron los avances tecnológicos ya citados, todo se transformó, yo perdí pelo y poco a poco fui abandonando al rey, para retomarlo más tarde y volver a engancharme a él. Entonces, un buen día, Oh sorpresa! Fortuna vuelve a rodar, King publica "22/11/63" y los mismos iluminados que lo vilipendiaban, los mismos que lo crucificaban por su popularidad y sus ventas millonarias, aquellos que se apresuraron a matarlo y enterrarlo cuando pasó sus años de menor inspiración, ahora elogiaban, ensalzaban, reivindicaban al último gran narrador americano, a una de las plumas más inspiradas de los últimos cuarenta años, al mejor retratista de la sociedad y la cultura contemporáneas estadounidenses. El rey saltaba a las páginas de cultura de los diarios, a los suplementos culturales, a las tertulias! Vivir para ver. Como ya estoy curado de espantos, me lo tomé con una cierta sensación de "a buenas horas mangas verdes" y resistiéndome al odiado (y odioso) "ya os lo decía yo". Así que, con un poco de retraso, y tras este leño que os acabo de contar, vamos ya con la reseña de hoy:
Título: 22/11/63 (11/22/63)
Autor: Stephen King. Un señor que escribe libros (y vende muchos), y que ya puedes citar en la misma frase que compatriotas suyos como Henry James, John Steinbeck o William Faulkner sin que te miren con una mezcla de burla y compasión. Conocido como "el rey del terror" por su dominio de dicho género. Tras más de cuarenta años de carrera, parece que su trascendencia literaria empieza a ser reconocida por los mismos expertos que antes le despreciaban (a él y a sus lectores). 
Lo leemos...: En digital, en el Kindle. 
Sinopsis: Cuántas veces hemos soñado con volver al pasado y cambiarlo, ¿verdad? A Jake Epping se le presenta la oportunidad, aunque su propósito es ambicioso y casi irrealizable: Evitar el asesinato del presidente Kennedy y cambiar con ello la historia del mundo que conocemos. Pero el pasado es obstinado y no le gustan los cambios. Jake lo descubrirá cuando se embarque en una misión que le llevará a través de un mundo más inocente y más puro pero no menos peligroso que el suyo. 
¿Cómo lo podemos definir?: Como una historia que combina drama, suspense, misterio, fantasía y Ciencia-Ficción, que con el argumento de un viaje temporal, realiza un retrato retrospectivo de la sociedad y la cultura modernas estadounidenses. 
¿Qué podemos destacar de él?: Que es un compendio de todos los elementos que conforman el universo personal del autor, que reflexiona sobre la historia moderna de su país sin caer en el revisionismo y que supone una vuelta de tuerca a los relatos de viajes temporales en la tradición de la mejor Ciencia-Ficción blanda. 
Comenzaré fuerte, reafirmándome en lo que manifesté en Goodreads: "22/11/63" no es sólo uno de los mejores libros de Stephen King, sino una de las mejores novelas de este siglo XXI. Y es que el rey lo ha vuelto a hacer. Recuperando el texto largo (900 páginas), en lo que muchos opinan que se maneja mejor que en el breve, sirve una combinación de géneros que lo hace tan emocionante que pronto te olvidas de que estás leyendo un tochazo. Contribuye a la amenidad el hábil manejo del tempo narrativo, creando puntos que relanzan el ritmo cuando piensas que va a decaer, pues King le da otro giro y todo vuelve a la acción. El libro está dividido en seis partes y unas notas finales que podrían considerarse una parte más. En cada una de ellas prepondera una temática, con unas más centradas en el costumbrismo que tan bien maneja el autor, otras en la acción y una sexta parte que entra de lleno en el terrero de la Ciencia-Ficción distópica y que yo percibo como un homenaje a Ray Bradbury y su relato seminal "El ruido de un trueno" (tanto autor como relato son citados expresamente en la novela). 
Y es que "22/11/63" trata, como ya dijimos, sobre los viajes temporales, pero también sobre los efectos que los mismos tienen sobre la continuidad espacio-temporal del mundo que conocemos. De tal modo que el ya célebre Efecto Mariposa está en el centro de la narración, pero tratándose de Mr. King tiene que haber necesariamente una vuelta de tuerca, un giro más, y normalmente ese giro es hacia lo siniestro, hacia lo terrorífico. Ahora lo veremos:

¿Viajes en el tiempo? Hagamos uno al pasado del clan King


La premisa parece sencilla. En un lugar tan prosaico como el almacén de una hamburguesería existe un túnel del tiempo, una "madriguera de conejo" que conduce de forma invariable al 9 de septiembre del 1958. No importa cuanto tiempo pase el viajero en el pasado, minutos, días o años, cuando retorne, en su presente sólo habrán transcurrido dos minutos. Y cada viaje de vuelta supone un reinicio completo, una puesta a cero, lo que permite tantos intentos de cambiar el pasado como uno esté dispuesto a abordar. Pero no todo será tan simple, y sin caer en el spoiler, puedo contaros que el Efecto Mariposa es bastante perverso, y que esos aparentes "reinicios" no lo son tanto, y están en relación con un montón de realidades alternativas paralelas, tantas como la mínima diferencia que entre ellas pueda provocar un punto de inflexión. Realidades donde los utilitarios japoneses no se llamen Toyota Corolla sino Takuro Spirit. No sé, como infinitos planos de un multiverso que girasen en torno a una Torre...

Todos tenemos un pasado. TODOS.


Tenemos a un protagonista, Jake Epping, un profesor de instituto de 35 años, divorciado de un matrimonio fracasado y residente en Lisbon Falls, Maine. Como última voluntad de un amigo moribundo, se embarcará en el viaje al pasado para intentar detener el asesinato de JFK (para muchos, el momento en que América perdió la inocencia). Ya que tiene cinco años por delante, deberá vivir en el pasado integrándose en su sociedad y en su modo de vida.
Lo que permite a Mr. King realizar un cuidado retrato de aquella sociedad, que se convierte una canción de amor a su país y a sus gentes, pero con cuidado: No todo era maravilloso. Huye de la nostalgia ñoña y acrítica. Sí, los coches eran más chulos, la fruta sabía mejor y todo era barato. La gente era más confiada y amistosa. Pero el segregacionismo era norma, se fumaba en TODAS partes, las armas circulaban descontroladas y el fanatismo religioso estaba a la orden del día. [El extremismo y las armas de fuego son dos de las grandes cruzadas del autor]. El momento crucial lo marca la visita a los servicios de una gasolinera. Caballeros, Señoras y "de color": unas tablas sobre un riachuelo, rodeadas de hiedra venenosa. 
Además de trama principal y de las subtramas romántica (estupenda a mi juicio, por realista) y costumbrista, con Jake (rebautizado George Amberson) interactuando con los diferentes personajes de la historia, el autor hace un regalo a sus lectores habituales, ubicando parte de la acción en Derry, tras los truculentos hechos narrados en "It", donde podremos saludar a un par de miembros del Club de los Perdedores y sentir cómo el Mal todavía pesa sobre la ciudad. 
La epopeya de Jake/George vendrá marcada por una idea central de la novela: el pasado es obstinado y se resiste a ser cambiado. De tal manera que el protagonista pasará por numerosas dificultades y afrontará obstáculos imprevistos e imprevisibles. A mí, al menos, la novela me sorprendió en muchas ocasiones y los giros argumentales me tuvieron entretenido, no se me hicieron obvios en ningún momento.
Debo destacar que la novela tiene un halo mágico, conmovedor, con pasajes de gran lirismo. No sólo por la subtrama romántica, sino en general por la habilidad para impregnar de emotividad las descripciones y para crear "momentos", en especial en lo relativo a la vida de Jake/George en el pasado y cómo influye en la vida de las personas, particulamente en la de los jóvenes estudiantes del instituto en el que ejerce como profesor. 
Creo útil comentar, por último, que Mr. King, a través del relato de Jake/George (en primera persona) y del seguimiento que éste hace de Lee Harvey Oswald, el asesino de JFK, se desmarca de todo tipo de teorías conspiranoicas en torno al magnicidio. Ni segundos tiradores, ni complot de la CIA, ni órdenes de Edgar Hoover. No os cuento más, pero el autor parece convencido de que las cosas fueron tal como se vieron y ocurrieron. 
¿Hemos subrayado algún párrafo?: Sí. Este libro es más de frases lapidarias que de párrafos. 
Sobre el pasado:
"¿Quería yo pasar varios años en el pasado? No. Sin embargo, sí quería volver. Aunque solo fuera para escuchar cómo sonaba Little Richard cuando aún estaba en la cresta de la ola. O para subir en un avión de Trans World Airlines sin tener que quitarme los zapatos, someterme a un escáner de cuerpo entero y atravesar un detector de metales.Y anhelaba tomar otra cerveza de raíz."
En relación con "It":"¿No había escuchado o leído algo sobre una serie de asesinatos de niños en esta parte de Maine? ¿O quizá lo había visto en televisión, con solo una cuarta parte de mi cerebro pendiente mientras el resto esperaba a oír los pasos —o las eses— de mi problemática mujer volviendo a casa tras otra «noche de chicas»? Creía que sí, pero lo único que recordaba con certeza acerca de Derry era que a mediados de los ochenta se iba a producir una inundación que destruiría la mitad de la ciudad."
Sobre las diferencias entre pasado y presente:

"—Una sociedad libre de humo…, niños negros y niños blancos estudiando hombro con hombro en perfecta armonía…, no me extraña que estés escribiendo una novela, tienes una imaginación endiablada. ¿Qué otras cosas ves en tu bola de cristal, George? ¿Cohetes a la luna?"
Y para terminar, un párrafo lleno de lirismo:
"Hogar es contemplar la luna elevarse sobre la durmiente tierra baldía y tener a alguien a quien llamar para que se acerque a la ventana y te acompañe. Hogar es donde bailas con otros y el baile es vida."

¿Más datos de interés?: Sí. Primero se dijo que Jonathan Demme iba a dirigir la adaptación cinematográfica, pero el cineasta finalmente se desvinculó del proyecto. Lo último que se ha comentado es que J.J. Abrams quiere hacer una adaptación televisiva en forma de miniserie.
El lanzamiento de esta novela fue un auténtico acontecimiento en su país de origen, dado que el asesinato de JFK fue uno de sus sucesos históricos más trascendentes y tal vez el que marcó de forma más notoria su historia posterior. Aquí tenemos el booktráiler oficial:

Un booktráiler fanmade, que para mí supera con creces al oficial:

Y otro fanmade, éste con muchos menos medios, pero con mucha ilusión y mucha entrega:

Por supuesto existen muchas reseñas negativas, y las opiniones favorables no son unánimes, como podéis ver en su ficha de Goodreads, pero en general contó con la bendición de la crítica. Es de agradecer también la congruencia de aquellos que nunca gustaron de la obra de King y no se apean ahora por presión del entorno o de intereses comerciales. Aquí tenéis algunas reseñas de interés, tanto sobre el libro, como sobre el autor, como todo lo que rodea a la trama y al contexto histórico de la narración: [miradas.net][pagina12][unlibroaldia][culturaenpositivo]. Las negativas no las enlazo, lo siento, es mi blog y tu bailas si yo quiero :)
Bueno, pues hasta aquí llega la reseña de hoy, en la que ya os advertí que iba a fanseñormayorear. De verdad que si estáis pensando en leer un libro emocionante, original y emotivo a partes iguales, y no os echa para atrás la extensión del ladrillo, os recomiendo este "22/11/63". Hacedlo por estos tiempos dichosos donde el eclecticismo se considera una virtud y existe Internet. Creedme: No cualquier tiempo pasado fue mejor. Nos leemos!

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