En esta ocasión la intención es hablar sobre la planificación de comida, la disposición de la misma y qué tipo de alimentos son los más adecuados para llevar fuera las largas jornadas, ¡especialmente de cara al verano!
Mezclar diferentes texturas y colores, juntos pero no revueltos (vía Just Bento)
Para empezar os transmitiré una serie de consejos para la elaboración de vuestras tarteras, tal cual recomienda Makiko Itoh, el autor de Just Bento, que después de buscar por la web se puede considerar su página toda una obra de referencia al respecto:
Comida sana y equilibrada. Sencillez. Asegurarse de que la comida es sabrosa. Añadir color y atractivo, pero sin pasarse. Utilizar productos de temporada, naturales y de producción local cuando sea posible. Prestar atención a la seguridad y la higiene. Planificar. Cocinar y almacenar platos precocinados caseros. Utilizar las sobras nos ayuda a ahorrar dinero. No intentar replicar los bentos japoneses, al menos no siempre. No emplear demasiado tiempo en la elaboración.
Dividir proporcionalmente la comida nos ayudará a mantener una dieta equilibrada, teniendo siempre presentes proteínas, carbohidratos y vegetales, así como un apartado de aperitivos y picoteo entre horas lo más sano posible.
Según nuestra preferencia o las necesidades del día a día, procurar en las proporciones prevalezcan los carbohidratos o los vegetales (vía Just One Cook Book)
Para añadir color, ya sea en diferentes compartimentos (en moldes de silicona) o decorando por encima nuestros platos (como unas semillas, frutos secos...) o usados como separadores (hojas de lechuga, balizas de zanahoria...) En muchos casos los alimentos más coloridos son los más sanos, por ejemplo, podemos incluir alguno de las siguiente sugerencias:
- Rojos: tomate, zanahoria, rábano, pimiento, manzana, uva, fresa, ciruela, frambuesa, nectarina...
- Amarillos y naranjas: Maíz, batata, calabaza, pimiento, naranja, mandarina, limón, plátano...
- Verdes: Lechuga, pepino, cebolleta, judías verdes, brécol, espinaca, guisantes, espárragos, perejil, coles de Bruselas, kiwi, aceitunas, aguacate...
- Blancos: Rábano, patata, cebolla, brotes de soja o bambú, espárragos, semillas de sésamo, endivia, quesos...
- Negros y marrones: aparte de carnes, tenemos arándanos, setas, algas secas (wakame y nori), semillas de sésamo negro, aceitunas...
Rueda de colores de comida (vía Food Republic)
Debemos empaquetar sin dejar huecos, comprimir la comida sin apelmazarla, pero con vistas a evitar que con el movimiento se mezcle dentro de la tartera y al abrir tenga mal aspecto. Con este mismo fin usaríamos los separadores o barreras hechas con otros alimentos como las hojas de lechuga.
Las hojas de lechuga también se comen y nos ayudan a empaquetar (vía Shizouka Gourmet)
Tener raciones precocinadas, divididas y listas para empaquetar nos ayudará mucho a la hora de ganar tiempo preparando el almuerzo. Con la práctica en 10 minutos tienes un menú sano y completo que le dará color y vitaminas a tu día. Por ejemplo, raciones de arroz ya cocinado, una taza o taza y media empaquetada en film y congelada, casi lista para encajar en nuestra tartera; minihamburguesas, embutidos como lonchas de jamón que podemos plegar como si los fuéramos a encajar en una maleta, judías verdes ya cocidas ¡No olvidéis las que vienen enlatadas y listas para comer! Os aseguro que hacen una guarnición rápida y perfecta.
Toda esa comida precocinada es importante recalentarla, meterla en el tupper y dejar enfriar antes de cerrarlo. Igualmente, es importante para la conservación de nuestro plato que los alimentos que deben estar secos, permanezcan secos, de este modo no se arruinarán a lo largo del día. Recordad la disposición de las ensaladas en un frasco, por ejemplo, que deja las hojas en la parte superior.
¡Marchando un frasco de ensalada! (vía Eat, spin, run, repeat)
Si la jornada es muy larga y alguno de nuestros alimentos necesita especialmente conservarse fresco, no olvidar incluir en nuestra colección para comer fuera una bolsa aislante y pastillas de hielo, de las que podemos encontrar miles de diseños que también nos alegrarán la comida.
Pastillas de hielo con colorformas (vía Casa Bento)
La planificación de nuestros menús, cuando lo que queremos es ganar tiempo y no repetirnos hasta el aburrimiento, es importante. Nos podemos preparar tablas con el menú de toda la semana o incluso recurrir a ideas ya elaboradas, por si nos quedamos cortos de imaginación. Así mismo podremos apuntar las sobras o alimentos ya preparados que tengamos almacenados, planificar compras, y de ese modo tardar aún menos en preparar nuestra tartera a primera hora de la mañana.
Planificación semanal de todas nuestras comidas (vía Just Bento)¿Quieres una tabla en español?
No a todo el mundo el gusta lo mismo y podemos encontrar mil tipos de sobras y otros miles tipos de comida preparados para llevar, por supuesto. Sin embargo ahora en verano nos conviene incluir mucha fruta y líquidos (gazpachos, salmorejo, vichissoise...) para evitar la deshidratación. Aunque la posibilidad de comer caliente amplia mucho la variedad de platos que podremos llevar fuera, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones no tendremos a mano dónde recalentar, tengamos que comer en 15 minutos, o bien nos apetezca más salir un rato bajo un árbol del parque. La comida a temperatura ambiente sabe mejor.
Almuerzo en el parque (vía Graasland Gnoe's ruminations)
Para cerrar esta entrada y como una de las motivaciones que me llevaron a escribir sobre comer fuera, quería incluir un ejemplo de "comer fuera: nivel extremo", ¿o nunca se os ha ocurrido pensar qué se comerá durante meses en una estación espacial? En la página de la Agencia Espacial Europea (ESA) hacen, gracias a internet y los vídeos de youtube, un interesante trabajo de divulgación y acercamiento de su día a día. El siguiente vídeo nos enseña cómo, aparte de la famosa comida de astronauta, de vez en cuando y como un "bonus" los habitantes de la estación se pueden preparar un sabroso plato acorde a sus gustos personales dentro de las limitaciones de la gravedad cero.
Samantha Cristoforetti, que nos enseña cómo disfrutar de una comida en el espacio, es sobre todo una pedazo de profesional que realiza allí arriba su trabajo. Me molestó especialmente escuchar en la cabecera de un informativo español decir que ella "había subido a hacer la comida a sus compañeros"... Ejem... Señores de las redacciones, con "bromitas" como esa el logro de IGUALDAD que supone que haya una mujer en el espacio trabajando codo con codo junto a sus compañeros queda injustamente desmerecido. Un respeto, por favor.
Desde aquí un mensaje de ánimo a todas las niñas que sueñan con ser astronautas: por supuesto que es posible.
Os dejo los vídeos porque no tienen desperdicio.
Hora del aperitivo en el espacio
Cocinando en el espacio
¡Más ideas en un par de semanas!
¡¡¡Buen provecho!!!