Si las que me leéis tenéis alrededor de cuarenta años, arriba o abajo, vuestros cumpleaños seguro que también se celebraron con esos maravillosos sandwiches. Junto a ellos, la medianoche de jamón y queso, patatas fritas, gusanitos y, ¡a correr!
Yo adoro los sandwiches de Nocilla y ahora que vamos a celebrar la fiesta de disfraces de la urbanización, bajaré para la merienda comunitaria ¡sandwiches...! pero de Nutella...
Ahora nuestros hijos prefieren la Nutella...
Ahora, nuestras criaturitas, no quieren Nocilla. Quieren Nutella...
Y, aunque saben parecido, yo lloro por mi Nocilla. ¡Pobre mi Nocilla! ¿Cómo nuestros hijos pueden ser tan descastados?
Además, de la Nutella no se pueden coleccionar los vasos. Esos vasos de Nocilla que llenaban las alacenas de nuestras casas. Con los que hemos bebido tantos vasos de leche junto con nuestros sandwiches de Nocilla. Hasta los vasos lloran conmigo el olvido de las nuevas generaciones.
vía mamassaludables.com
Puedo prometer y prometo que éste no es un post patrocinado. Este es un post sincero. Un post de reconocimiento. Es un post póstumo porque, en mi despensa, la Nocilla ya no tiene hueco. Se lo ha quitado la Nutella. ¡Buaahhhh!
Como tantas y tantas cosas de nuestra niñez que van cambiando. Y, aunque intentes inculcárselas a tus hijos, ellos tienen sus preferencias. Más modernas. Más de otros lugares. Más tecnológicas.
Ahora, las meriendas de las fiestas de disfraces son verdaderos concursos de recetas. Cada madre intenta dar lo mejor de sí. Cada una de las madres y padres que colaboramos en la merienda, intentamos dar lo mejor de nosotros mismos en nuestros ágapes. Que si mini perritos calientes, bizcochos con forma de tren, tartas de obleas, cupcakes varios, chuches con forma de flor...
Pero yo, este año, intentaré volver al sabor de nuestros orígenes. Y, aunque mis sandwiches estén rellenos de Nutella, en mi mente y en mi boca, saborearé la Nocilla. Y los recuerdos sencillos de una infancia sencilla florecerán en mi memoria. Sin más pretensiones que recordar una época preciosa que todos deberíamos disfrutar. Con Nutella o con Nocilla.
¡Qué levante la mano las que prefieran la Nocilla!