Carabobo no es sólo una batalla sino, ante todo una campaña expresión de unidad, estrategia, organización. Para el 28 de abril de 1821 el ejército patriota estaba bien organizado.
La Batalla de Carabobo constituye uno de los eventos más importantes de la historia venezolana puesto que, gracias a ella, se dio inicio al camino republicano del país que se definiría en 1823 con la Batalla Naval de Lago.
Esta lucha, comandada por El Libertador y otros grandes como Páez, Urdaneta, Bermúdez y Cruz Carrillo, implicó una de las estrategias más brillantes de la gesta emancipadora dada la dificultad para la lucha impuesta tanto por el terreno donde se desarrolló como por la disposición de las tropas realistas.
DESARROLLO
Acción bélica librada cerca de la ciudad de Valencia, el 24 de junio de 1821, entre el ejército realista a cargo del mariscal de campo Miguel de la Torre y el republicano comandado por el general en jefe Simón Bolívar. La victoria lograda por este último, resultó decisiva para la liberación de Caracas y el territorio venezolano, hecho que se logrará de manera definitiva en 1823 con la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y la toma de las fortalezas de Puerto Cabello.
Previo al combate, Miguel de la Torre distribuyó sus fuerzas de manera tal que cubrieran por el oeste el camino de San Carlos, y por sur el de El Pao. La primera línea defensiva fue confiada a la Primera División dirigida por el teniente coronel Tomás García, la cual se organizó en tres batallones principales.
El batallón del Valencey a cargo del teniente coronel Andrés Riesco, ocupó la parte sur del camino; a su derecha se situó el batallón ligero del Hostalrich comandado por el teniente coronel Francisco Illas, en columna de marcha detrás de las anteriores.
Además de esto, dos piezas de artillería fueron colocadas en una pequeña altura, delante de la línea formada por Valancey y Barbastro. La Posición correspondiente a la vía de El Pao fue ocupada por la División de Vanguardia liderada por el brigadier Francisco Tomás Morales, quien contaba con dos batallones principales y uno de reserva. Primero tomó posiciones el batallón ligero del Infante, a cargo del teniente coronel Simón Sicilia; e inmediatamente detrás de esta unidad se situó el batallón ligero del Príncipe.
La reserva quedó integrada por el segundo batallón del Burgos, bajo la jefatura del teniente coronel Joaquín Dalmar, quien disponía de cuatro regimientos de caballería.
En cuanto al cuartel general, el mismo quedó establecido cerca del batallón Burgos
El 15 de junio de 1821, el Libertador reorganizó el ejército republicano en tres divisiones. La primera a cargo de José Antonio Páez, y formada por los batallones Bravos de Apure (liderada por el teniente coronel Francisco Torres) y los Cazadores Británicos (al mando del coronel Thomas Ildeston Ferriar); además de 7 regimientos de caballería.
La segunda, comandada por el general de división Manuel Cedeño, y constituida por los batallones Tiradores (dirigida por el teniente coronel Ludwig Flegel), y Vargas (teniente coronel Antonio Gravete), a lo que se sumaba un escuadrón de caballería. La tercera, bajo las órdenes del coronel Ambrosio Plaza y constituida por 4 batallones. El de Rifles a cargo del teniente coronel Arturo Sandes, Granaderos al mando del coronel Francisco Paula Vélez, Vencedor de Boyacá dirigida por el coronel Juan Uslar y Anzoátegui, comandada por el coronel José M. Arguidegui; completado todo esto por un regimiento de caballería. Las fuerzas republicanas sumaban en total 6500 hombres.
A tempranas horas del 24 de junio, desde las alturas de Buenavista, el Libertador hizo un reconocimiento de la posición realista y llegó a la conclusión de que ésta era inexpugnable por el frente y por el sur.
En consecuencia, ordenó que las divisiones modificaran su marcha por la izquierda y se dirigieran al flanco derecho realista, el cual estaba descubierto; es decir, Bolívar concibió una maniobra tendiente a desbordar el ala derecha enemiga, operación ejecutada por las divisiones de Páez y Cedeño, en tanto que la división Plaza seguía por el camino hacia el centro de la posición defensiva.
Al darse cuenta la Torre de la maniobra de los republicanos, ordenó al batallón Burgos que marchase al norte a ocupar la altura hacia la cual se dirigían las divisiones de Bolívar.
Al llegar el Burgos al área indicada, abrió fuego contra el batallón Bravos de Apure, cabeza de la primera división, el cual después de cruzar el riachuelo de Carabobo, trataba de escalar la pendiente que lo llevaría a la parte plana de lasabana.
Tan violento fue el contraataque del Burgos, que el Bravos de Apure tuvo que replegarse por dos veces. La situación cambió cuando una unidad que lo seguía, el batallón Cazadores Británicos, se enfrentó al Burgos y lo obligó a retroceder. Por su parte, los batallones Infante y Hostalrich, entraron en auxilio del Burgos, pero reorganizado el Bravos de Apure, se unió al Cazadores Británicos para reanudar el ataque, ayudado por dos compañías del batallón Tiradores.
Para detener el repliegue de las unidades realistas que había producido la operación patriota, Torre envió los batallones Príncipe, Barbastro e Infante, los que lograron sostener la línea de combate, pero sólo por breve tiempo, pues el grueso de la caballería de la primera división del ejército republicano entró por el norte de la sabana.
Con el fin de hacer frente a este nuevo ataque, la Torre ordenó al regimiento Húsares de Fernando VII que cargase contra la caballería patriota, pero esta unidad se retiró después de disparar sus carabinas