Sé que no voy a hablar de algo desconocido para la mayoría de los bloguer@s pero igualmente me apetece hacerlo y sé de antemano que muchos y muchas os sentiréis identificados con las situaciones que voy a comentar.
Y os preguntaréis ¿cuál es esa situación?
No dar a vasto.
Personalmente me faltan horas en el día, entre el trabajo, el blog, Haizea, la casa, quedar con la familia y con los amigos para charlar de nuestras cosas y sin olvidarme de compartir tiempo, conversaciones y más cositas con mi pareja, el día de 24 horas es insuficiente para mí, necesito ampliarlo para tener tiempo para dormir y así no tener que posponer o cancelar cualquiera de las cosas que he comentado antes.
Como todos y todas sabemos el día va a seguir teniendo 24 horas y por lo tanto nuestro único recurso (al menos el mío) es organizarnos lo mejor posible para sacarle el mayor rendimiento posible al tiempo del que disponemos y así tratar de cumplir con todas las cosas que queremos hacer.
Desde luego no es tarea fácil. Hay que priorizar pero tenemos tareas que son fijas e ineludibles, por ejemplo, trabajar. Tal y como están las cosas no vas a dejar el trabajo porque quieras tener tiempo para otras cosas, o cuidar y disfrutar de nuestros hij@s. Personalmente el tiempo que paso con mi hija es lo que más valoro, por muy agotador que pueda llegar a ser en ocasiones, es lo más maravilloso del día. Me hace feliz.
Y quizás este sea el criterio más importante a la hora de priorizar los compromisos y las tareas, lo feliz que te hacen unos con respecto a los otros. Está claro que aunque tu trabajo no te haga la persona más feliz del mundo mundial no lo vas a abandonar porque gracias a él puedes realizar cosas que te hacen feliz. Claro que hay que tener medida y no dejarse absorber, al fin y al cabo hay que disfrutar de la vida día a día y no de agosto en agosto.
Sé que los papablogueros y las mamablogueras entendéis lo que digo a las mil maravillas porque lo estáis viviendo en vuestras propias carnes y es por eso que imagino que estaréis de acuerdo conmigo en que la conciliación familiar/laboral en este país es una farsa entre otras cosas porque te obliga a elegir entre tu familia o tu proyección profesional, y eso de conciliación tiene poco.
Estamos subyugados a un desfase entre la evolución laboral y la que a tenido el resto de ámbitos. Hoy en día en la mayoría de los hogares es necesario que trabajen los dos miembros de la pareja y eso te resta capacidad para gestionar el resto de tareas que no son de ámbito laboral. Por ejemplo, el horario de los bancos sigue siendo de mañana, sí, abren alguna sucursal un día por la tarde pero claramente esto no se adapta a las necesidades que tenemos hoy en día. Por ejemplo los recibos de comunidad solo se pueden pagar por las mañanas hasta las 11:00h, si que hoy en día tenemos internet, se puede domiciliar, etcétera pero no todo el mundo se puede adaptar a eso ni tampoco todo se puede hacer por internet.
Tampoco los horarios de nuestros trabajos están adecuados a los tiempos que corren, solo hay que ver las cábalas que tienen que realizar muchos padres y madres para llevar a sus hijos a las guarderías o a los colegios. En muchos casos un miembro de la pareja tiene que pedir permiso para llegar más tarde y poder llevarles y el otro miembro de la pareja para poder salir antes para ir a recogerles. O reducirse la jornada uno de los miembros para poder hacerlo con la consecuente pérdida económica y de proyección laboral.
Me gustaría que esto cambiase y se adaptara a la situación real de las familias, como en otros países del norte de Europa, pero tengo poca fe en ello. Seguramente por los tiempos que corren.
Y vosotr@s ¿cómo os arregláis?
Foto: E o tempo? por Alan Kleina Bajo licencia de atribución creative commons