La sensación de tranquilidad que se respira al entrar a un circuito justo antes que se enciendan los motores es desconcertante, no es el lugar en el que esperas escuchar los pájaros entonar su canto. A las 11 de la mañana aproximadamente, cuando nos encontrábamos en la sala de prensa recogiendo las acreditaciones, el suelo empezó a temblar, justo debajo de nosotros acababan de arrancar la mayoría de coches que se disponían a dar la vuelta al circuito para posicionarse en la parrilla de estas 24h de Barcelona 2015.
Las 24h de Barcelona: Un evento gratuito para disfrutar durante todo el fin de semana
Fueron miles los espectadores y curiosos que se acercaron al circuito de Barcelona-Catalunya para ver unas cuantas horas de esta carrera de resistencia. Una carrera que ha cogido un nivel excepcional si la comparamos con ediciones de hace una década, cuando los coches que corrían eran Citroën Saxo, Renault Clio Sport o coches compactos de características similares.
Como viene siendo desde hace varios años atrás, son muchas las escuderías europeas, e incluso de fuera del viejo continente las que se apuntan a esta cita, y es que las 24h de Barcelona, es una carrera que pertenece al calendario de las 24h Series, un campeonato de resistencia que tiene paradas en circuitos tan famosos como el de Dubai, o Paul Ricard en el país vecino.
La parrilla de salida del sábado la encabezaba el SLS AMG GT3 de Car Collection Motorsport 1 con Peter Schmidt al volante.
Los dos únicos pilotos del equipo KH7 Sport, los españoles Francesc Gutierrez y Laia Sanz, posaban para nosotros antes de dar comienzo estas 24h de Barcelona 2015.
Otros, en la parrilla también, trataban de concentrarse lo máximo posible para la salida, la cuál sabían que no iba a ser tarea fácil.
La infinidad de detalles que se pueden captar mientras en la pista aun reina la tranquilidad es impresionante, y si no lo creéis, fijaros en esta instantánea del volante de un Porsche 911 GT3.
A pesar de haber en pista 74 coches de diferentes categorías, la salida fue muy limpia y sin percances.
Aunque éstos no tardaron en llegar. Los toques en estas carreras de grandes turismos son muy habituales, pese a algunos llegar a ser muy antideportivos.
Éste es el resultado de los toques, muchas horas invertidas por los mecánicos en adecentar el vehículo, y no es que sea sólo una cuestión de estética, pues el coeficiente aerodinámico y el “downforce” se ven afectados.
Se cumple la primera hora y no tardan en llegar tampoco las salidas de pista, normalmente provocadas por fallos de concentración, una cualidad que los pilotos especializados en resistencia deben tener muy desarrollada, para evitar precisamente estas pequeñas pérdidas de tiempo.
Y con dos horas ya transcurridas, la mayoría de equipos han hecho ya, o se disponen a hacer el cambio de piloto. La mayoría de equipos participaban con 3 o 4 pilotos, pero cabe destacar la hazaña del equipo KH7 Sport que participaron sólo con 2 pilotos y además terminaron ésta carrera.
El paso por la recta era espectacular, los vehículos GT3 pasando por delante tuyo a más de 230km/h y dejando ese característico pitido en los oídos.
Ese pitido que mucha gente combatía como podía, algunos con tapones, y otros directamente con cascos insonorizantes.
Uno de los pocos japoneses en pista, el Honda Civic del equipo Syncro Race Team. Un coche con el que por cierto, ya se presentaron en la pasada edición ya bautizado como Type R.
La carrera estaba que ardía, literalmente además. La mayoría de coches luchaban con sus respectivos rivales de categoría en pista, algunas ventajas se separaban en segundos, cosa poco habitual en carreras de resistencia como estas 24h de Barcelona.
Los pilotos deseaban subirse en sus coches para poder recorrer los 4.655 m y afrontar las 16 curvas del trazado barcelonés.
Los pit stop son la estrategia que más segundos puede hacerte ganar (o perder), con una parada rápida es fácil recortar ventaja a tu adversario, pero hay que tener en cuenta que en estas paradas en boxes sólo se cambian neumáticos, frenos y al piloto. El repostaje se hace en una zona habilitada donde los pilotos deben guardar un orden específico, y se hace así por motivos de seguridad.
Todos tienen una función en un equipo, y todas muy importante, pues en eso consiste un equipo, en un conjunto de compañeros unidos que luchan por una meta.
Quizás los coches que más sorprendieron en estas 24h de Barcelona, fueron los 3 Lamborghini Huracán Supertrofeo que disputaron la prueba. Sus V10 producían una sordera momentánea, que finalizaba con el disfrute de la vista, deleitándonos en la frenada con unos “downshifts” acompañados de unos maravillosos fogonazos. En el del equipo Leiper Motorsport, tenían de piloto al español Isaac Tutumlú. Un equipo que demostró que haciendo una buena carrera, es posible acabar en una buena posición posición (6º), saliendo desde casi al final de la parrilla.
En el pit lane el movimiento era continuo. Estar arriba del pis box y ver todo este trajín de mecánicos y vehículos es cuanto menos, hipnótico.
El sol se escondía en la localidad barcelonesa de Montmeló, y nos dejaba unas preciosas estampas como éstas. Un cielo con unas tonalidades naranjas que impresionaban.
A pesar de los posibles deslumbramientos a los pilotos provocados por el sol, los adelantamientos no cesaron, y algunos de los doblados para facilitar el paso a los pilotos más rápidos debían hacer maniobras muy fuera de lo común.
No eran solo los escapes de los coches competidores lo único que estaba al rojo vivo, fijaros en los discos de freno de este Seat León MKIII Supercopa. Si eso pasara en un disco como los que se utilizan para calle, y en la siguiente frenada sucediera lo mismo, probablemente el disco se doblaría.
La peor pesadilla para los equipos en una carrera de resistencia (o en cualquiera), es un fallo que te provoque una perdida de tiempo inmensa. Fui testigo en el box de este equipo como sacaron y pusieron una caja de cambios secuencial de un Porsche 911 GT3 en menos de lo que se tarda en cambiar cualquier elemento filtrante. Un trabajo excepcional realizado entre todos los mecánicos del equipo.
El sol no ofrecía ya ningún rayo y es cuando la oscuridad en el circuito se hizo presente. Caminar por los viales del circuito era bastante fácil, están relativamente bien iluminados. Pero imaginaros rodando en pista, donde la iluminación escasea, mientras ruedas a una media por vuelta de unos 130km/h y con los faros de largo alcance como única ayuda. La preparación mental debe ser tremenda.
Sin duda una cita que personalmente, espero todo el año, pues las carreras de grandes turismos podría decir que son mis favoritas. Ves coches rodando a toda velocidad, coches que por la calle, en sus versiones de serie, difícilmente puedes ver, la emoción se hace presente en cada entrada a curva, pues dos coches con estas características no caben en una misma trazada, y el estruendo que dejan al recorrer la recta de 1.04 kilómetros te llevan las emociones a flor de piel como se suele decir.
Esta edición finalizó de manera muy favorables para los españoles, Isaac Tutumlú, como ya habíamos dicho en sexta posición de la general y primero de su categoría, el equipo español KH7 Sport, con solo dos pilotos, finalizaron decimosextos de la general y segundos en su categoría. El podio fue un monopolio de los Mercedes-Benz SLS AMG GT3, HP Racing, Hofor Racing 2 y Ram Racing respectivamente completaron los tres cajones de esta carrera de resistencia.
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