24 Horas de Barcelona de Automovilismo - Trofeo Fermí Vélez 2016
¿Qué siente uno al tener tan cerca esas máquinas capaces hacer una vuelta al Circuito de Catalunya en menos de 2 minutos? Las 24h ofrecen todo lo que una carrera normal no puede ofrecer. Generalmente, en una carrera convencional todo pasa muy rápido, pero en las 24h los pequeños fallos se pueden convertir en grandes catástrofes. El cansancio le puede hacer jugar malas pasadas, no solo a los pilotos, sino a los equipos completos. Tuve la oportunidad de ver todo eso a pie de pista y aunque el cansancio también se apoderaba de mi persona por momentos, puedo asegurar que lo volvería a repetir la experiencia sin pensarlo.
Vivir las 24h de Montmelo a pie de pista es algo que se graba en la retina para siempre
La carrera empezó a las 12 del mediodía, aunque por ciertas circunstancias tuve que ir por la tarde. Llegue a eso de las 18:00h pensando en captar algunos momentos de boxes, donde los pilotos y equipos ya empezaban a tener por la mano la carrera. No por ello quiero decir que fuese positivo.
Algunos pilotos ya notaban que ese día no iba a ser el suyo, mientras otros, habiendo tenido buenas sensaciones, miraban la maquina conducían con ansias de ganar. Se notaba que se veían reflejados saltando de alegría en el podio.
Tanto me habían hablado como había visto por la televisión que, en estas carreras, la tensión estaba latente a lo largo de todas las 24h de Montmeló. Los mecánicos preparaban tranquilamente los coches secundarios como este Type R de los nuevos. Si queréis sinceridad, el pase por boxes de los coches antes de que caiga el sol era calmado. Justo antes pasar la linea que delimita la entrada en boxes habían creado una especie de "chicana" donde los pilotos paraban sus máquinas para repostar combustible, para posteriormente entrar en boxes.
Más tarde, antes de que cayese el sol por completo, pegue la pegatina que permitía el acceso a pista en el cristal de mi coche y entré. Quería grabar algunas pasadas de los pilotos. En nuestro canal de Youtube tenéis el video completo.
El circuito con sus últimos segundos de luz dejaba una estampa hipnótica. La estela de los coches bajando décimas en cada vuelta mantenía atento a cualquier amante del motor.
El sol cayó muy rápido, por lo que me puse a sacar barridos como este. Para los fotógrafos, Montmeló de noche no es un circuito muy agraciado para sacar fotografías. La iluminación es muy escasa. Tanto, que para los pilotos es indispensable el uso de un buen kit de alumbrado instalado en sus máquinas para poder circular eficientemente.
Aunque es bonito ver cualquier coche rodando en pista, reconozco que la categoría reina es la única que logra dejarme embobado. No se si es por el estilo de coche o por el especial rugir que desprenden estas obras de arte pero, si me tengo que quedar con alguno en concreto, me quedaba con el sonido del Lamborghini Huracan GT3. Con un motor 5.2 L V10 de inyección directa (el mismo que se utiliza para el Huracan de calle), tiene las modificaciones pertinentes para conseguir 620 CV y 570 NM de fuerza motor. El petardeo y borboteo al frenar y reducir conseguía ponerme la piel de gallina. Verlo venir a tanta velocidad y frenar en tan poco espacio es difícil de entender sin saber de buenas a primeras que para lograrlo incorpora unos discos de acero delanteros de 380 mm de diámetro y unos traseros de 355 mm. Si os gusta mucho podéis comprarlo por unos 369 mil euros más IVA.
Esa tranquilidad con la que los coches pasaban por boxes a las 6 de la tarde había cambiado por completo. A la 1 de la mañana la tensión había aumentado drásticamente. Los problemas surgían y los errores cada vez eran más frecuentes. ¡Los equipos tenían que ir más y más rápido!
Cuando tomaba esta fotografía, me fue de poco que no me enganchase este Mercedes SLS GT3. Hay veces que, aunque parezca mentira, para tener una buena toma, hay que encontrar el momento perfecto, y esto implica estar muy atento para que no ocurra ningún problema.
El equipo de este Huracan tenía previsto hacer el cambio de ruedas en el menor tiempo posible, pero la estrategia tuvo que cambiar cuando el piloto decidió meterse dentro de su box.
El cansancio ya hacía estragos, y algunos pilotos cometían errores que, de estar frescos como una rosa no dudo que los hubiesen rectificado sin problema. A esas horas de la noche ya no había vuelta atrás. Este es un claro ejemplo de lo que podía ocurrir el Leon había perdido el control.
Tristemente, a eso de las 3 de la mañana los Checos sufrían un accidente justo en la recta principal del Circuit, cuando Matteo Malucelli perdía el control a bordo del Ferrari F458 Italia GT3, dejando el coche inservible y obviamente sin posibilidades de firmar un buen resultado. En tan solo 3 horas, los comisarios tuvieron que detener la normalidad de la carrera por motivos de accidentes.
Para no cometer esos errores fatales, muchos equipos preferían entrar más seguido a boxes con tal de rectificar parámetros, o cambiar al piloto para que pudiese descansar.
Y un vehículo que me llamó la atención fue este JDM. Un Honda civic Type R FD2, la versión FN2 Japonesa que compitió bien preparado en estas 24h. Alvaro ya lo captó en 2014 comiéndose las curvas del circuito.
Y así siguió transcurriendo la noche. Finalmente, a las 12 del mediodía, el equipo Alemán Precote Herberth Motorsport se consolidó como campeón de las 24h de Barcelona de Automovilismo, Trofeo Fermín Vélez, alcanzando una ventaja de 5 vueltas respecto al equipo inglés Barwell Motorsport.
Una gran experiencia que me llevo de esta 18ª edición y que sin duda repetiría. Me encantaría en futuras ocasiones poder compartirla con otros compañeros de esta revista.